Protestas y más protestas; administrar la presión
El año pasado, no fue esa la única protesta en el sector por la falta de agua. Vecinos de Jardines de Roma, desesperados por no contar con el servicio durante el día y en pleno verano, bloquearon con sus cuerpos la circulación en Avenida del Desierto, casi donde se entronca la Miguel de la Madrid, en el extremo suroriente de la ciudad, donde todo se acaba.
Ese 10 de junio, la gobernadora María Eugenia Campos tuvo agenda en la Ciudad del Conocimiento y los manifestantes pretendieron cerrarle el paso a la comitiva cuando ya iba de regreso a la mancha urbana. La camioneta de la mandataria sí pasó el bloqueo, pero los vecinos lograron retener el vehículo del entonces secretario de Educación y Deporte, Javier González Mocken, quien, forzado, atendió la protesta.
Tenían ya 15 días sin agua en Jardines de Roma. En sus cuatro etapas, el fraccionamiento cuenta con cerca de 3 mil viviendas. La escuela primaria y un kínder, de las pocas instalaciones de educación básica en la zona, habían reducido sus horarios ante el problema de higiene. Norte Digital pudo confirmar que nada salía en las llaves de las viviendas de ese desarrollo. Los vecinos dijeron que únicamente podían hacer acopio durante las noches, e incluso batallaban con la presión en el horario nocturno. Así han vivido por más de diez años, pero los dos últimos han sido críticos.
Jorge Martínez, presidente del Comité de Vecinos, dijo entonces que cuando preguntó durante varios días sobre el origen del problema, trabajadores y funcionarios de la JMAS le señalaron como respuesta que todo era producto de la construcción de más naves industriales en la zona.
En medio de aquel conflicto, cuando se reportaban problemas de suministro por toda la ciudad, el director ejecutivo de la JMAS, Sergio Nevárez, dijo que Juárez se enfrenta a un déficit de 40 por ciento en la presión requerida para regularizar el servicio.
“Jalamos agua de donde podemos, activamos el pozo que podemos para que en un momento dado tengan agua”, explicó en ese momento. Y respecto al problema específico de Jardines de Roma, simplemente respondió: “Todavía no me dan el diagnóstico, pero el problema es agua, es agua. El problema en toda la ciudad es agua. Es el único manto que tenemos, el Bolsón del Hueco. Es del único lugar de donde sacamos toda el agua”.
Consultado nueve meses después de aquella protesta, Martínez, el presidente del Comité de Vecinos, cuenta que los problemas se aminoraron, pero no terminaron. Dice estar convencido que la JMAS únicamente administra la presión del agua, quitándoles a unos y dándoles a otros.
“Nosotros dejamos de estar en situación crítica todo el día, pero ahora sabemos que otros fraccionamientos vecinos la sufren cada vez más. Así se la llevan, pero es un hecho que no resuelven de fondo el suministro”, explica.