Extienden la ciudad, pero sin escuelas

Javier Arroyo | 28 junio, 2023

En el suroriente, la zona cercana al complejo Electrolux, donde se proyectan nuevos desarrollos habitacionales y más parques industriales, las primarias y secundarias ya están rebasadas con la demanda actual

Ni Sandra Evangelina de 7 años, ni los cuates Óscar Rogelio y Melany Marlene, de diez, van a la escuela. Desde que la pandemia les complicó los registros escolares en línea quedaron fuera y, cuando terminó el encierro, nadie les hizo un espacio en los planteles saturados del extremo suroriente de la ciudad.

Tímidos, se aferran durante la entrevista a las ropas de su madre, Norma Salinas Hernández, una joven de 27 años que quedó viuda cuando el 30 de noviembre del 2022 su esposo fue asesinado a balazos en el interior de su domicilio, en Costa de Valencia 5189 de Parajes de San José.

Después de Parajes, donde frecuentemente se registran casos de homicidio doloso, no hay nada más hacia el oriente, pero toda esa es la zona donde nuevos fraccionamientos ofrecerán miniviviendas en serie que miles de trabajadores demandarán por la expansión industrial vinculada al fenómeno del nearshoring.

En ese sector cercano al complejo Electrolux, donde además de Inventec crecen nuevas naves en el parque Intermex Sur y nacen el parque industrial Bafar y el Independencia XXI, las escuelas primarias y secundarias están rebasadas con la demanda actual.

Norma cuenta su historia en la casa de su madre, también residente de Parajes de San José, quien la ha apoyado desde que la violencia cotidiana en aquella zona le arrebató a su esposo. Ni supo por qué, pero alguien entró al domicilio y le vació la carga de una pistola, dejando en su sala un charco de sangre.

Intenta superar el trauma. Seguirá habitando la casa que les dejó su esposo y que él pagaba al Infonavit. Lo que le urge es un lugar en la escuela para sus hijos. En ningún plantel se los han aceptado porque están llenos. Lo mismo pasa en Jardines de Roma y Sierra Vista, los fraccionamientos que están más cercanos, aunque del lado sur del bulevar Miguel de la Madrid.

Los niños ya estaban en la primaria Jaime Torres Bodet de su fraccionamiento, pero fueron dados de baja después de la pandemia. No pudo inscribirlos en línea y cuando acudió en persona, ya no se los aceptaron porque no había cupo. Sandra nunca fue a la escuela, pero los cuates sí estuvieron en primero y segundo.

“Deberían de aceptar a los niños porque yo no quiero que se queden sin estudios. Tienen que hacerles un lugar porque ellos ya estuvieron ahí. Y sí batalla uno mucho en encontrarles cupo a los niños en las escuelas”, clama Norma, mientras que Óscar Rogelio intenta taparse con sus manos el sol que en este desierto quema, aunque no sea verano.

Por lo pronto, Norma los pone a estudiar junto con sus sobrinas. Recién se enteró que un diputado de Morena, Benjamín Carrera, ha hecho gestiones en ese sector y ya acudió con él para que interceda ante el director de la Torres Bodet. Así es como espera conseguir el lugar que hasta ahora se le ha negado.

Hay 2 mil niños sin clases

El diputado juarense Benjamín Carrera conoce el sector y la falta de espacios educativos que las familias padecen. El año pasado hizo un censo y detectó a 2 mil niños en edad escolar que no acuden a clases.

“Y esto no es reciente, ya tienen dos años. Prácticamente hay niños y niñas que desde que terminó la pandemia no han podido estar en clases. Hay niños de 8 o 9 años que no están en primero porque no han conseguido ese lugar”, explica el representante popular.

Además de los fraccionamientos ya señalados, el déficit afecta a Senderos de Oriente, Misiones Residencial, Pedregal de San Isidro, Senderos del Sol, Villas de Alcalá, Valle de Allende, Cerradas de Santa Isabel y Las Haciendas, entre otros.

Ante el rezago, en el actual ciclo escolar se abrió el turno vespertino de la escuela Alfonso Maldonado en Senderos del Sol, pero ni eso alivió la presión.

"Es mucha la niñez que hay aquí. Y ahorita por lo que se está observando, están construyendo alrededor de ocho o diez maquilas gigantescas en esta zona. Y eso implica que va a haber una presión todavía más grande para el tema de los espacios de las niñas y los niños, cuando se construyan más viviendas"

Benjamín Carrera

Diputado

En secundaria la situación es más crítica, ya que en toda la zona del corredor industrial de Miguel de la Madrid únicamente hay dos planteles, uno en Sierra Vista y otro en Parajes de San José, con grupos de hasta 40 y 45 alumnos.

“No hay posibilidad de que entre un niño más. Yo creo que tendría que pensarse en una secundaria más o si no, cuando menos, así de manera urgente, ya, el tema de aulas móviles, para que las niñas y los niños, no se queden sin estudiar”, considera el diputado.

Advierte que, si los niños de esta zona no tienen la posibilidad de estudiar, seguramente se van a incorporar a las filas de los ejércitos delincuenciales, “y me parece que eso no es algo que queremos para nuestras niñas y nuestros niños”.

Que la maquila construya escuelas

Ante la insuficiencia presupuestal que ahoga al sector público, el diputado Carrera cree que una opción viable es que la industria maquiladora construya al menos una secundaria y una primara en la zona, mientras que las autoridades educativas podrían ocuparse de destinar los maestros y las maestras suficientes.

"No podemos pensar en que nada más necesitamos trabajadores. No. También necesitamos que la gente tenga una vida digna y necesitamos que Juárez siga creciendo, pero que no siga creciendo nada más en la industria maquiladora, nada más como simples empleados que estén cobrando un salario. Necesitamos que esa riqueza se derrame por todo el municipio"

Benjamín Carrera

Diputado

El director en el turno matutino de la Alfonso Maldonado es Óscar Eduardo Ramírez Lozoya.

La escuela tiene 12 grupos y los salones son pequeños. Los estudiantes están apretados porque el cupo lo llevaron al límite, hasta 35. Y todos los grados están a tope.

“Día con día se acercan padres de familia con nosotros a solicitar cupo para los diferentes grados y los canalizamos a algunas escuelas de aquí alrededor, pero también se encuentran en las mismas circunstancias que nosotros”, lamenta Ramírez.

Diariamente, asegura, debe de decirles no a unos diez padres o madres de familia. Se queja porque la escuela no solo sufre saturación, también tiene problemas por falta de mobiliario adecuado. El director considera que los habitantes del sector deben acercarse a las autoridades educativas para pedir más espacios “porque es zona que está creciendo bastante”.

Al lado poniente del fraccionamiento se encuentra el parque industrial Intermex Sur, contiguo al complejo de Electrolux. En Intermex hay dos gigantescas naves en construcción. En una de ellas un anuncio espectacular notifica que Fibra Nova construye desde el 22 de junio de 2022, un edificio de 40 mil 463 metros cuadrados.

“Quiero estudiar”, el clamor de Angélica

Angélica Michelle Flores Alejandre tiene doce años y no estudia porque no alcanzó un lugar en secundaria. No sabe todavía qué carrera estudiará, pero sí sabe que la necesita para tener un mejor empleo cuando sea adulta.

“Quiero estudiar una carrera y pues me gustaría aprender, pero no puedo ir a la escuela por el motivo de que no hay cupo, y pues quiero ir a la escuela para tener una carrera más adelante y tener un buen trabajo, un buen empleo”, señala la adolescente.

Hoy no hace más que acompañar a su pequeña hermana en casa o a su mamá cuando sale a cumplir alguna tarea y no está trabajando. Y ahí está en la puerta de la primaria Maldonado con su madre Eunice Alejandre y su hermana Layla Selena, esperando que se dé la hora de entrada para que pueda ingresar la niña de seis años que sí alcanzó lugar en primer grado cuando se abrió el turno vespertino.

La familia vive en Senderos de Oriente. El esposo de Eunice trabaja en la planta Foxconn, en la zona de Jerónimo-Santa Teresa (a 57 kilómetros de donde vive) y hoy le toca dormir mientras ella lleva a la niña a la escuela. Otras veces le toca a él y por eso los dos trabajan en el turno de noche. Eunice lo hace en otra planta maquiladora que sí se ubica en el sector donde viven, Coficab, multinacional presente en siete países donde produce cables para arneses del sector automotriz.

Cuando ella esté durmiendo, su esposo irá a recoger a la pequeña. Él trabaja en un emporio de Taiwán, ella en una transnacional de Túnez, pero ni entre los dos han logrado tener casa propia porque llegaron de Tabasco hace dos años y apenas se están acomodando. Mientras, habitan lo que era una tapia vandalizada en el último fraccionamiento del suroriente donde es común la invasión de vivienda abandonada.

“No es de nosotros tampoco. Y hasta que no nos vengan a sacar de ahí porque pues igual, rentas no hemos encontrado aquí”, explica Eunice, aunque asegura que hoy su mayor preocupación es encontrarle espacio a Angélica. En las dos secundarias existentes en la zona, les dan preferencia a quienes ya tienen hermanos en el plantel y como hay pocos espacios, ella se ha quedado fuera.

Otro de los hijos de Eunice tampoco va a la escuela. Tiene 17 años y nada más terminó secundaria en Tabasco, de donde salieron porque no hay el empleo que acá abunda. Pero en este caso ni le mueven porque consideran que el adolescente puede cuidar a sus dos hermanas cuando papá y mamá se van a trabajar de noche.

“Él se queda con ellas, son mujeres y está peligroso aquí, para dejarlas solas. ¿Para qué nos vamos a arriesgar?”, se cuestiona la madre de familia.

Senderos de Oriente, la colonia donde vive Angélica.

Hermanas separadas por falta de espacios

Toda la zona suroriente está llena de historias de vida complicadas. Como la de Berenice Esther Ramírez Godínez y su familia. Ella vivía con su esposo y sus dos hijas en la zona de Torres del Sur, hasta que le pidieron la casa que rentaban, porque el dueño la vendería ante el nuevo boom inmobiliario.

No consiguieron renta económica (la oferta rondaba los 4 y 4 mil 500 pesos por mes y no la podían pagar) por lo que la familia se tuvo que ir hasta el extremo sur, a la casa de la madre de Berenice, en Pedregal de San Isidro. En la saturada escuela primaria de Sierra Vista únicamente encontraron lugar para Katherine, su hija de seis años, pero no para Kimberly, la niña de nueve. Por eso, la pequeña se queda con su tía, hermana de Berenice, quien la lleva al cuarto grado en una escuela del área de avenida de las Torres, donde la infraestructura está más consolidada.

"Se queda toda la semana con mi hermana y voy y la recojo el fin de semana. Por lo de la escuela, para no estarla sacando muy temprano y luego ya llegaría aquí bien noche"

Berenice

Mamá de Katherine y Kimberly

Ella es entrevistada afuera de la casa de su madre, en la calle Alejandrita, justo cuando acaba de regresar de llevar a Katherine al turno vespertino de la escuela. Desde ese fraccionamiento donde no tienen agua desde hace siete meses y hasta donde no llega el transporte público, tiene que caminar con su hija veinte minutos hasta la escuela del otro desarrollo conectado por un camino asfaltado que se abre entre el llano seco. Lo mismo para regresar.

Será su madre quien recoja a la pequeña en su recorrido del trabajo a casa. Madre e hija, las dos, laboran en otra planta maquiladora ubicada en el mayor parque industrial del sector, el Intermex Sur. Una en el primer turno y otra en el segundo. Se trata de la estadounidense Custom Profile, una empresa de moldeo de plásticos para el sector electrodoméstico. El camión de personal de la planta deja a su mamá en Sierra Vista, quien junto con su nieta, debe de regresar caminando, mientras que Berenice cumple su turno en la planta ubicada hacia el lado norte del bulevar Miguel de la Madrid.

Ese camino entre Pedregal y Sierra Vista o entre Pedregal y la principal vialidad de la zona, lo han tenido que recorrer en muchas ocasiones a oscuras, cada vez que, por alguna circunstancia, se les hace noche, sobre todo en invierno, cuando se acorta la luz del día.

Para el padre de Katherine es más complicado participar en la dinámica escolar, pues su centro laboral está fuera del sector. Él trabaja en la planta Robert Bosch del Parque Industrial Juárez, en una zona más céntrica de la ciudad, por lo que invierte hasta hora y media en un traslado. La empresa de origen alemán para la que él trabaja, produce en Juárez motores eléctricos, radares y sensores de proximidad, además de sistemas de frenado y módulos de control de motor, todo lo último en tecnología.

Berenice y su esposo esperan seguir acumulando puntos para acceder a un crédito de Infonavit y adquirir una vivienda económica. Cuando lo obtengan, seguramente vivirán cerca de Pedregal, en algún otro islote habitacional, ya que ese último perímetro de la ciudad es donde se proyectan los futuros desarrollos de interés social.

Investigación: Javier Arroyo

Fotografía y video: Christian Torres | José Zamora

Edición: Guadalupe Salcido

Corrección: Jorge López Landó

Diseño: Regina García

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