Se queda Juárez sin tierra para sus trabajadores

Javier Arroyo | 28 junio, 2023

Mientras que la ciudad es sometida a una gran presión inmobiliaria, surgen invasiones de terrenos por parte de quienes no alcanzan a pagar una casa o una renta, aunque tengan trabajo formal en la industria maquiladora de exportación

Justo cuando enfrenta un nuevo boom industrial que abrirá miles de plazas laborales y demandará más espacios habitacionales, Ciudad Juárez se quedó sin reserva territorial para ofrecer a las familias la opción de lotes con servicios ante el encarecimiento de la vivienda y las rentas.

Ni el Gobierno Municipal ni la Administración estatal poseen reserva territorial viable para atender el rezago en miles de solicitudes, menos para atender la nueva demanda de suelo que crece por el nearshoring, la dinámica global que privilegia otra vez la cercanía de la producción industrial con Estados Unidos.

Ningún programa gubernamental está vigente, tampoco en el orden federal, por lo que toda operación inmobiliaria queda en manos del sector privado y sujeta a las leyes de la oferta y la demanda.

En ese contexto de presión inmobiliaria a la que es sometida la ciudad, surgieron invasiones de terrenos por parte de quienes no alcanzan a pagar una casa o una renta, aunque tengan trabajo formal en la industria maquiladora de exportación que hoy se amplía con inversiones multimillonarias en modernos parques industriales.

Héctor Lorenzo Muñoz labora en el segundo turno de Cordis, la multinacional estadounidense que opera en 60 países y fabrica lo más avanzado en catéteres para el corazón y distinto material de uso médico. El hombre de 49 años vive en uno de los cerca de 300 lotes que fueron invadidos en el último trimestre de 2022, a un lado del Centro de Reinserción Social de Menores Infractores, al suroriente de la ciudad.

La propiedad privada invadida en la prolongación de la avenida Santiago Troncoso es cercana al parque industrial Salvárcar, donde se ubica Cordis y también se amplían más naves industriales.

Héctor Lorenzo se cansó de pagar rentas caras. Y como considera insostenible el esquema de descuentos del Infonavit para hacerse de una vivienda, optó por sumarse a la invasión en ese predio de finas arenas que antes de los jacales de madera, hule y cartón, únicamente tenía basura y escombro.

El predio invadido es propiedad privada.

"Yo he estado investigando. Aquí las casas están entre 600 y 800 mil. En cuanto agarras una casa automáticamente te descuentan más de la mitad de lo que es tu salario. Ahí es donde te ponen entre la espada y la pared"

Héctor Lorenzo

Empleado de Cordis

El trabajador, quien gana poco más de 2 mil pesos a la semana. Considera que no hay alternativa después de que subió el costo de la vivienda económica o de interés social que antes costaba entre 350 mil y 400 mil pesos.

Invaden al quedarse sin opciones

Héctor Lorenzo narra que tomó la decisión de posesionarse del predio que no le pertenece, luego de ver cómo compañeros de trabajo batallan para subsistir ante las retenciones para cubrir el crédito de Infonavit.

“Les quitan más de la mitad de su salario. Ellos sí están batallando mucho. Tan es así que tienen que pedir prestado y son hasta jefes de grupo”, explica.

Es originario de Oaxaca, pero ya se considera juarense por sus 20 años de residencia en esta frontera. Está separado y tiene dos hijos a los que debe apoyar en manutención y para que asistan a la escuela. Hoy el terreno que tomó lo habita con una compañera de trabajo que tiene un hijo. Con ella compartía antes el pago de renta en una casa del sector, desde donde pudieron observar cómo se dio la invasión a la que luego se sumaron.

“Aquí hay una alternativa –agrega– una posibilidad de hacerse de una casa, una habitación. Ya es algo tuyo, ya no vas a estar pagando todos los meses y eso es lo que uno quiere, estabilidad, porque eso de estar pagando renta pues no es estable, porque al rato menos pensado o te piden la casa o te suben la renta”.

De momento, únicamente poseen un cuarto sin servicios. No hay agua ni drenaje, ni electricidad, menos suministro de gas. Pero ya jalaron cables eléctricos desde el fraccionamiento más cercano y aunque sea de manera irregular, cada vivienda cuenta con un foco para iluminar su interior.

El cableado quedó tendido sobre la tierra, aunque en algunas partes del predio ya se observan postes improvisados que buscan distribuir de mejor manera la electricidad robada. Algunos ya instalaron letrinas, otros tienen que ir al baño a los centros comerciales cercanos o con familiares que viven en la zona.

“Si nos dan luz verde, pues lo que sigue es echarle ganas a la construcción. Lo que busca uno es una alternativa. Por un lado, pues uno busca las formas de cubrir las necesidades. Ahorita es lo que estamos haciendo”, dice Héctor Lorenzo sobre el futuro que les espera.

Sin atender, 6 mil 500 solicitudes de terrenos

“Prácticamente no hay reservas territoriales, de dimensiones de hectáreas, así, que se pudieran desarrollar, que estén dentro de la mancha urbana, para que estén en condiciones de poder habitarla. No existen reservas”, señala el director de Asentamientos Humanos del Gobierno Municipal, Julio César de la Cruz Reyes.

Asegura que en reserva aprovechable (aunque se requiere una inversión para movimiento de tierras) si acaso cuenta el Gobierno local con tres o cuatro hectáreas ubicadas junto a la colonia José Sulaimán, en el oriente de la ciudad. Ahí posee 20 hectáreas, pero el resto son inhabitables. No pueden llegar los servicios por la situación topográfica en esa zona cercana a El Sauzal.

En las condiciones actuales, ninguna acción de vivienda puede ofertarse por este orden de Gobierno. El funcionario municipal informa que la dependencia a su cargo tiene 3 mil 500 solicitudes de lotes. Se trata, dice, de “gente que llega y me dice ‘oye, quiero un predio’”.

En lo que respecta al Gobierno del Estado, aunque sí tiene libres mil 200 hectáreas en la llamada Reserva San Isidro-Zaragoza, la propia administración las considera no utilizables. El problema es el déficit de infraestructura y equipamiento en toda la zona suroriente que alcanza a la llamada Ciudad del Conocimiento, fincada en terrenos cedidos a instituciones educativas.

La reserva de mil 548 hectáreas se adquirió en administración estatal de Patricio Martínez (1998-2004). La dispersión urbana se agravó con los nuevos desarrollos de vivienda detonados por el proyecto del nuevo campus de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez cristalizado en el periodo de José Reyes Baeza (2004-2010).

“Hoy por hoy ese es un ejercicio que no deberíamos de repetir porque generó una dispersión. De por sí Ciudad Juárez está identificada como una ciudad extendida, con muchos espacios subutilizados al interior de la mancha urbana y con deficiencias que hoy por hoy se está buscando mejorar a la luz de nuevas tendencias, de contención de ciudades, de densificación”, asegura el titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología, Gabriel Valdez Juárez.

El funcionario afirma que para pensar en detonar el desarrollo de esa reserva y ofrecer algún programa de edificación a familias que no tienen opciones habitacionales en Ciudad Juárez, se tendría que resolver plenamente el problema de servicios, equipamientos e infraestructuras.

“En condiciones favorables pudiera ser la respuesta a demandas localizadas, pero como te comento, le hace falta todavía infraestructura, vías de comunicación suficientes. Hay algunas, la Talamás Camandari, la Miguel de la Madrid, por ejemplo, pero no son suficientes, entonces necesitamos generar las condiciones adecuadas y, sobre todo, los servicios y equipamientos necesarios, que hoy por hoy todavía no están”, sostiene.

Valdez considera que se tendría que mirar hacia otro lado para buscar una reserva y entonces sí desarrollarla. Por lo pronto, la dependencia a la que le corresponde administrar la reserva estatal, tiene en Ciudad Juárez más de 3 mil solicitudes de terreno sin atender, casi la misma cantidad que las que llegan a las oficinas municipales.

“Se apuntan y en cuanto se tiene un terreno recuperado les vamos dando prioridad a como están las solicitudes”, detalla el secretario. La reasignación de lotes recuperados es la única opción ahora, pero su alcance es muy limitado. De acuerdo con el secretario, si acaso entre 100 y 150 lotes están hoy en proceso de recuperación, relacionados con personas que ni los pagaron, ni los utilizaron.

“Comemos o pagamos renta”

Leticia Graciela Robledo, de 53 años, también vive en el predio invadido de la Santiago Troncoso. Tomó uno de los lotes junto con su esposo, quien realiza trabajos de construcción y recolecta cables para extraer el metal que luego vende a las recicladoras y yonques. Ella ofrece servicios de tapicería, aunque antes trabajó muchos años en la industria maquiladora. En su historial laboral está la RCA, pionera del modelo de exportación en Ciudad Juárez, una ensambladora estadounidense de partes para televisión que operó en el parque industrial Antonio J. Bermúdez, donde hoy funciona BRP, la armadora canadiense de vehículos todo terreno.

“Que el Gobierno se ponga de acuerdo y lo pagamos. De a poquito y viendo las necesidades de cada quién. Porque pues las casas del Infonavit, se muere uno y nunca las paga y todavía el que se queda vivo, quieren que siga pagando”, señala la madre de cuatro hijos que ya viven aparte.

Asegura que supieron de la invasión porque en ese predio solían recoger leña para calentarse en invierno.

Antes habitaban un cuarto cercano que les prestó un cuñado cuando ya no pudieron pagar renta en el viejo poblado de El Sauzal.

“Si tuviéramos casa, propiedades, pues no estaríamos aquí, oiga, careciendo de agua, de todo. Pero el que persevera alcanza y así se sufre para tener, para merecer. Nada es fácil en la vida”, señala la mujer a quien le gusta que le digan La Bronca.

Está orgullosa de lo que ya levantó con su esposo. Incluso muestra la letrina o “baño de hoyo”, donde utiliza cal para evitar malos olores. Asegura que lo tiene bien limpio y hasta lo presta a algunos de los vecinos. La imagen de la Virgen María vigila el interior de la vivienda construida con pedazos de madera, aunque compite con una figura de la Santa Muerte. Los muebles están acomodados para delimitar la recámara y la cocina. Una cama y una estufa con su respectivo tanque de gas butano, son sus principales bienes.

La Bronca no sabe en qué terminará esa aventura. El Gobierno Municipal confirmó que la propiedad es privada y que dejará que los dueños procedan legalmente si es que buscan un desalojo. La oficina de Asentamientos Humanos prevé que se logre algún acuerdo entre propietarios e invasores, como ha ocurrido históricamente en esta ciudad con distintos asentamientos, varios de ellos originados como autoinvasiones, es decir, promovidos por los mismos dueños en atención a sus propios intereses inmobiliarios.

“Pos al parecer nos quieren reubicar o a ver si sale el dueño de aquí o algo. Yo no sé si sea privado o del Gobierno. Estamos esperando que se arrimen las autoridades a ver qué solución nos dan”, afirma Leticia Graciela.

Surgen más invasiones

El director de Asentamientos Humanos, Julio César de la Cruz Reyes, señala que actuar contra esta invasión corresponde a los dueños del predio, en este caso a la familia Bermúdez. En 1993, un predio de mil 212 hectáreas identificado como Lote Bravo, propiedad de los exalcaldes Jaime Bermúdez Cuarón (uno de los prominentes miembros de esa familia, ya fallecido) y Manuel Quevedo Reyes, además del empresario César Verdes Sánchez, fue expropiado a petición del alcalde Francisco Villarreal Torres, precisamente ante la falta de reserva territorial que entonces sufría, como hoy, Ciudad Juárez.

Cuando el equipo municipal se apersonó en el predio invadido el año pasado, los colonos y líderes hablaron de llegar a un acuerdo con los dueños, quienes nunca solicitaron algún tipo de apoyo a la autoridad municipal, ni se sabe que hayan ejercido a la fecha alguna acción de tipo judicial.

“Y la verdad que no ha habido ni acercamiento de los dueños. Ellos comentan que están llegando a un arreglo con ellos, las líderes y todo. Pero bueno, a mí no me consta”.

De acuerdo con De la Cruz, además de esa invasión en el suroriente, hay otra más en el norponiente, una especie de ampliación irregular de Lomas de Poleo. En aquella zona, la ciudad también enfrenta una fuerte presión inmobiliaria frente a la expansión industrial de Jerónimo-Santa Teresa y el anuncio de un nuevo proyecto en la parte que conecta a Anapra con aquel cruce internacional.

"Comemos o pagamos renta. Y luego los biles, el agua, la luz. Y tenemos bien claro, aquí no es de nosotros, nadie nos tiene aquí, a lo menos yo, yo hablo por mí. Estamos aquí para ver si Dios nos ayuda y se nos hace un pedacito de tierra"

Leticia Graciela Robledo

Habitante del terreno invadido

El funcionario señala que en la parte baja de Lomas de Poleo hay invasión de tres polígonos con extensión conjunta de cien hectáreas que son propiedad de un particular. Ahí son entre 200 y 300 familias las que se empezaron a asentar desde mediados del 2022.

“Ellos hacen sus planos en un papelito, pero no lo hacen como un desarrollo integral. Nosotros tenemos que ver en qué condiciones se va a dar el desarrollo urbano. Y que existan las garantías mínimas necesarias para poder subsistir, como es el agua la luz y el drenaje”, plantea el funcionario. Sin embargo, tampoco se ha frenado el asentamiento.

Ni siquiera se han logrado contener las invasiones en los predios que sí son municipales, como en la colonia Juanita Luna, ubicada también en el poniente, muy cerca del periférico Camino Real, donde los asentamientos se extendieron a las zonas de alto riesgo.

Cuando al director se le cuestiona qué le dice este resurgimiento de invasiones en la ciudad, asegura ver “una presión social hacia el Gobierno para poder crear condiciones de gente que verdaderamente sí lo necesita”, con independencia de que existen líderes que obtienen provecho personal “y llevan agua a su molino”.

Buscan Gobiernos otras alternativas

Para hacer frente al requerimiento de lotes, el Gobierno Municipal proyecta acondicionar su escasa reserva de la José Sulaimán. Si se hacen trabajos de acomodo de tierras, se podrían ofrecer lotes para unas 200 familias en una primera etapa y 200 más en una segunda, según De la Cruz.

Comenta que hay otra apuesta en una gestión ante el Gobierno Federal para conseguir una reserva en dos predios conocidos como El Tapo y El Fénix, aunque se encuentran en la parte poniente del Camino Real, es decir, en terrenos altos junto a la Sierra de Juárez donde también existen problemas para el suministro de servicios públicos. La gestión es doble por parte de la administración municipal para regularizar asentamientos y proyectar un nuevo desarrollo para unas 300 o 400 familias.

Por su parte, el Gobierno del Estado también gestiona proyectos para ofrecer la alternativa de lotes para viviendas a los miles de juarenses que presentan solicitudes. En el presupuesto de 2023 de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología se asignaron 12 millones de pesos para adquisición de reserva, aunque la cifra es para todo el estado.

De acuerdo con el secretario Valdez, se les dará prioridad a los municipios de Juárez y de Chihuahua para poder ejecutar un programa que ofrezca directamente la Administración estatal. Pero ahora, la opción para obtener un espacio dónde habitar, es esperar a que se reviertan las asignaciones a quienes no utilizaron debidamente el lote que les fue entregado.

“Hoy por hoy, la respuesta que yo tendría para un juarense que busca un terreno en donde identificar su patrimonio, pues es a través de esta figura del revertimiento. A alguien se lo facilitamos, no lo utilizó, recuperarlo para darle oportunidad a quien lo necesita, esa es la manera de responder en este momento de mi Secretaría”, afirma el funcionario.

Investigación: Javier Arroyo

Fotografía y video: Christian Torres | José Zamora

Edición: Guadalupe Salcido

Corrección: Jorge López Landó

Diseño: Regina García

Desarrollo web: Raúl Granados