Debe pagarse deuda histórica con suroriente
La especialista considera que la bonanza puede no durar por cuestiones macroeconómicas, pero los daños ambientales y sociales ahí se quedan, como ya ocurre en el suroriente, con niños y adolescentes excluidos de los espacios educativos, convertidos en usuarios de cristal o metanfetamina. Se aflige cuando recuerda que, en un estudio realizado con niños, se les pidió dibujar su colonia y plasmaron un cuerpo en el suelo en medio de un charco. Una persona de pie con una pistola. Ese es su contexto.
“Es una tristeza ver el futuro de los juarenses, niños, jóvenes, de esa manera. Allá viven cerca de 400 mil habitantes, la tercera parte de la población juarense. Nuestros niños están allá”, señala Maycotte Pansza. También está convencida de que existe una deuda histórica que la ciudad tiene con todos los habitantes del suroriente, orillados a habitar viviendas en espacios carentes de equipamiento.
Afirma que las juventudes que viven en el suroriente y sí cuentan con algún espacio educativo, claman hoy para que no se reproduzcan las mismas condiciones que las hacen atravesar grandes llanos o baldíos en donde se les asalta o se les agrede cuando caminan rumbo a la escuela.
“Escuchar a jovencitas decir que temen, que han sido perseguidas, creo que sacaría a muchas personas de esa burbuja, porque ante el interés de desarrollar todavía bajo ese modelo disperso, se están llevando la vida de muchas personas”, reclama.
La investigadora ha intensificado sus críticas contra el modelo de dispersión urbana desde que, en diciembre de 2022, se aprobó en sesión de Cabildo la eliminación del Polígono de Actuación Talamás, un instrumento de planeación que imponía candados a la construcción de vivienda en la llamada Zona Periurbana de Ciudad Juárez, precisamente en el suroriente. La norma revocada incidía en la densificación y exigía factibilidades de espacios educativos y de cobertura de transporte por parte de las autoridades correspondientes, antes de que se pudiera autorizar cualquier desarrollo.
En ese escenario, la doctora en Urbanismo y Ciudad por la Universidad de Colima, cree que la influencia de los promotores industriales y de vivienda es tan grande como los predios que acaparan en el suroriente y ahora quieren desarrollar a cualquier costo.