Apenas hace unos días el secretario de Salud, Eduardo Fernández Herrera, salió a poner un freno a los candidatos que andaban desatados con la violación a los protocolos de sanidad por la pandemia y, sopas, ayer al candidato a la alcaldía de Juárez, Cruz Pérez Cuéllar, le valió tres cacahuates.

Estuvo en grande la fiesta con baile al ritmo de los Vagos de Juárez, con motivo de la inauguración de su casa de campaña y en donde estuvieron casi mil personas sin respetar la sana distancia.

Irresponsable fue lo menos que le gritaron los juarenses que cruzaron por la paseo Triunfo, porque las otras palabrotas Mirone mejor se las reserva. A la redacción llegaron los videos cuestionando el descuido del equipo de Cruz Pérez Cuéllar.

Y ante las evidencias del video, pues ni modo de no creerles. Son contundentes las imágenes donde se observa el convivio electoral, lejos de toda norma sanitaria, de esas que dicta todos los días a nivel nacional el zar de la salud Hugo López-Gatell.

Al margen de las violaciones a los protocolos, también es cierto que los morenistas mostraron músculo político electoral que, en estas épocas de pandemia, es muy difícil de conseguir. Tanto así que despertaron los naturales celitos panistas, a quienes no les quedó otra que atizarle leña al fuego en las redes sociales.

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El conflicto que viven en el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) por el control interno puede ser visto y juzgado por el respetable desde varios puntos de vista. En la entrega de ayer, Mirone analizó un lado de la moneda y, como toda historia tiene dos caras, hoy presentamos la otra parte.

Para poner en contexto, recordemos que Coparmex, Canaco, Desarrollo Económico y la Asociación de Hoteles y Moteles promovieron la modificación -de fondo- de los estatutos del CCE. Buscaban, entre otros puntos, la eliminación de la categoría de socios base y la aprobación de la figura de un presidente externo del Consejo. No lo consiguieron y, al final del día, estos dos puntos fueron los que causaron el cisma en el seno del consejo.

El pasado martes se realizó la asamblea anual del CCE, en donde se sometió a votación la propuesta de cambios a los estatutos y las modificaciones de forma se aprobaron con siete votos a favor y ninguno en contra.

Es importante señalar, estimado lector, que a esa asamblea no acudieron José Mario Sánchez Soledad, presidente de Coparmex, ni el presidente de Desarrollo Económico, Álvaro Bustillos Fuentes, quienes enviaron a un propio a la asamblea con un escrito de renuncia de los organismos que presiden al CCE.

La figura de un presidente externo tiene muchos matices para algunos de los involucrados en el tema, porque consideran que se convertiría en un presidente a modo del grupo que lo impulse. La Coparmex despliega a nivel nacional un gran activismo político cargado hacia Acción Nacional.

Para nadie es desconocido que el sindicato patronal está en contra de Morena y que antaño era antipriista. Un presidente a modo se convertiría en un instrumento gremial y comercial para proteger intereses, y también en un factor de peso para cuestiones político-partidistas, como hoy ya lo manejan a su gusto los presidentes del CCE que se van rotando cada tres meses. Y así desean continuar.

Tampoco resulta una novedad el sesgo azul que tiene José Mario Sánchez Soledad, quien es muy amigo del gobernador Javier Corral Jurado; los Rogelios de Canaco, González Alcocer amiguísimo de Alejandra de la Vega y Ramos Guevara también de sangre Azul; no se diga de Álvaro Bustillos, simpatizante de Acción Nacional, alineado a los intereses de Alejandra de la Vega.

Hay quienes intuyen que sus pretensiones eran dar un golpe de timón para dejar las cosas a modo, con el objetivo de controlar el Consejo Coordinador Empresarial a través de un presidente impuesto. El que paga manda.

Pero esto no termina aquí, sino que apenas inicia. Falta ver cómo, desde afuera del CCE, los que renunciaron van a seguir dando la pelea por ese coto de poder. De eso se trata este asunto, señores. De PODER.

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En tal escenario de pugnas y desavenencias, los del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) tienen todo listo para el primer foro con los candidatos a la gubernatura de Chihuahua, mismo que se realizará este jueves presencialmente en un salón de eventos sociales y con un público no mayor a 100 personas.

Ya confirmaron su asistencia la candidata del PRI, Graciela Ortiz; la panista, María Eugenia Campos Galván; Juan Carlos Loera, de Morena; Alfredo «el Caballo» Lozoya, de Movimiento Ciudadano, y el doctor Alejandro Díaz Villalobos, de Fuerza México.

Fiel a la naturaleza light del sector empresarial, las preguntas serán como suavicremas, tersas en temas de desarrollo económico, seguridad, salud y otros. El foro será antes del debate oficial que organiza el Instituto Estatal Electoral (IEE) y en donde seguramente los candidatos cargarán la artillería pesada para lanzar a los contrincantes.

Ya veremos si el formato de tres horas les permite a los aspirantes sacarse la garra ahí, ante las cámaras y micrófonos, “face to face” para enganchar al auditorio y ganar simpatías.

En la entrega de mañana estaremos comentando los pormenores del minidebate, que seguramente tendrá buena audiencia este jueves por el ominoso mundo de las redes sociales.

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Un coro de voces priistas de todos los rincones del estado se lamenta de que la candidata del tricolor a la gubernatura de Chihuahua, Graciela Ortiz González, nomás no crezca y de que, de un honroso tercer lugar que tenía en las encuestas al arrancar la campaña, ahora pasó a un cuarto sitio, por debajo de Alfredo “el Caballo” Lozoya, candidato de Movimiento Ciudadano.

Sus correligionarios de partido esperan que Chela llegue pronto a los dos dígitos, pero se antoja muy complicado, porque su campaña políticoelectoral ha sido bastante gris y apagada. Pese a que en muchos círculos se reconoce su amplia preparación y experiencia, hasta la fecha no ha sido capaz de mostrarlo o demostrarlo en campaña.

Los seguidores de la candidata priista esperan que dé el campanazo en el debate electoral, para cambiar las tendencias a su favor. Sin duda, el debate puede ser un arma de dos filos, ya que Chela puede convertirse en el sparring de los otros candidatos, que buscando lucir, se colgarían de la devaluada marca que representa.

Preciso es destacar que, en las encuestas que ella ha mandado realizar, aparece en tercer lugar, pero en todas las demás, que pululan por las redes sociales, aparece en un lejano cuarto lugar.

Y ni de dónde echar mano. En Juárez hay un filón de oro en votos y aquí su equipo, todo desarticulado, con Nora Yu a la cabeza, a quien no le alcanza el tiempo para atender la campaña. Entre el PRI y la presidencia de la Asociación de Agentes Aduanales se le va todo el día. Ya no hay tiempo para rastrear y juntar la pulverizada estructura territorial del tricolor.

Aquí el equipo Chelista no existe, y para muestra un botón. A Fernando Martínez habitualmente parece que se lo tragó la tierra, pero su habilidad para aparecer cuando tiene que aparecer sigue viva. Lo malo es que se esconde cuando ve las cosas en contra.

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Los lagartones y sempiternos líderes del Sindicato Único de Trabajadores del Municipio (SUTM) encabezado por Arturo Silva Doray Licera, Héctor Raúl Cano Villela y por Jesús Carreón Moreno, pusieron en marcha la tradicional ronda de encuentros con los candidatos a la presidencia municipal, con el fin de amarrar sus intereses para cuando llegue el bueno a la alcaldía.

Los empleados del Municipio, que no congenian mucho con estos dirigentes sindicales ya que se han rolado por más de 20 años el control del SUTM, dicen que si esos encuentros fueran para beneficio de la base trabajadora serían excelentes. Pero nada, los ganones siempre son este trío y sus más allegados.

Por años han manipulado la asignación de plazas y es de conocimiento en la unidad administrativa Benito Juárez y demás dependencias municipales cómo es que estos se reparten las mejores plazas, sobre todo aquellas de 30 mil pesos para arriba.

Por ese sindicato ya desfilaron el candidato de Morena Cruz Pérez Cuéllar y el candidato de Movimiento Ciudadano, Rodolfo «el Güero» Martínez, ayer también pasó por esas filas el candidato del PAN Javier González Mocken.

Los empleados del Municipio le cuentan a Mirone que todo lo que amarren en prestaciones para el futuro seguramente iría en detrimento de la obra pública y de las finanzas del Municipio, vía prebendas al margen del contrato colectivo de trabajo.

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Los activistas disfrazados con rostros de cerdo se reactivaron desde el pasado miércoles, para seguir llamando la atención sobre temas de supuesta corrupción. Han acudido lo mismo a instalaciones de partidos políticos que a sitios donde se supone que los Gobiernos actuaron de forma indebida para beneficio personal, pero en contra de la ciudadanía.

Ayer se les vio en la ciclopista ubicada sobre la avenida Insurgentes, donde han acusado a funcionarios estatales de haber inflado los precios de los vialetones, utilizados para definir el carril para las bicicletas. También posaron frente a propaganda de partidos políticos y candidatos a los diferentes cargos de elección popular. Dichos cerditos han sido promovidos por el partido Fuerza Ciudadana, lo mismo que las piñatas en forma de rata.

Estos disfraces de porcino son pagados por el doctor Alejandro Díaz Villalobos, quien aspira a la gubernatura del estado por el partido Fuerza por México, pero ni la creatividad que le ha distinguido con sus ideas frescas en la campaña logran posicionarlo y sigue en el sótano de las encuestas de las preferencias electorales. Y menos ahora que hace campaña de brazos caídos desde casa a partir de que el Covid arreció con los contagios.