La administración de Donald Trump anunció un programa que contempla entregar 2 mil 500 dólares a adolescentes migrantes detenidos, inicialmente de 17 años, a cambio de que acepten regresar voluntariamente a sus países tras la autorización de un juez migratorio.
Organizaciones de derechos humanos advirtieron que la medida podría presionar a los menores a desistir de sus solicitudes de asilo, vulnerando el debido proceso.
Wendy Young, presidenta de la organización KIND, calificó la propuesta como un “abuso de poder escandaloso” que debilita las protecciones legales para niños migrantes.
El plan se enmarca en la política migratoria restrictiva de Trump, que busca reducir la llegada de menores no acompañados a la frontera sur de Estados Unidos. Según datos oficiales, en los últimos meses se ha registrado un repunte en el número de adolescentes que cruzan solos desde Centroamérica.
Defensores de migrantes señalaron que la iniciativa podría abrir la puerta a nuevas violaciones a los derechos de la niñez migrante, al convertir la vulnerabilidad de los menores en un mecanismo para acelerar deportaciones bajo apariencia de “decisión voluntaria”.
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