Antonio León de la Cruz es un juarense por adopción que deja un claro ejemplo con la rehabilitación del Ojo de Orozco, sitio clave en la Revolución Mexicana en la Toma de Ciudad Juárez.
Demuestra que cuando el amor por la ciudad y la colaboración ciudadana se unen, se pueden dar resultados más allá de la indiferencia de las autoridades.