La gobernadora María Eugenia Campos se trasladó la mañana de este lunes al pueblo de Cerocahui donde ayer dieron el último adiós a los sacerdotes jesuitas Joaquín Mora Salazar y Javier Campos, quienes fueron asesinados en ese lugar.
“Voy a acompañar a la Compañía de Jesús. Y sobre todo, a la gente de la comunidad”, declaró la mandataria, minutos antes de partir hacia el poblado donde ocurrió la masacre.
Afirmó que mantiene una comunicación fluida con la Compañía de Jesús, orden religiosa a la que pertenecían los sacerdotes que fueron ultimados a tiros dentro del templo de Cerocahui, junto con un guía de turistas.
“Vamos a tener mayor comunicación, y lamento que sea después de estos hechos, pero lo importante es continuar hacia adelante”, agregó.
Informó que la orden jesuita ha solicitado seguridad y una política pública de mediano y largo plazo.
Piden, continuó Maru, que no solo abata el hambre temporal, que no se quede todo en entrega de cobijas en el invierno. Se requieren programas que ayuden a los indígenas a recuperar su dignidad.
“Tenemos que sentarnos junto con ellos, sería muy soberbio por parte del Gobierno pensar que podemos hacer todo.
“Necesitamos de la Compañía de Jesús, de los sacerdotes y de la comunidad”, subrayó.
El pasado viernes, Maru Campos anunció una reorientación del presupuesto estatal para beneficiar a la Sierra Tarahumara.
Lo anterior lo expresó en una reunión privada en la que estuvo acompañada por los exgobernadores priistas Fernando Baeza, Patricio Martínez y Diódoro Carrasco, este, de Oaxaca.