Los frutos secos son una fuente de energía y un snack saludable y ¡delicioso!
La nutrióloga con especialidad en nutrición del deporte y diplomado en nutrición, fitness y antiaging, Amy Tejeda Guerrero, comenta que los frutos secos son aquellos alimentos que se componen por menos del 50 por ciento de agua.
“Tienen un bajo contenido de carbohidratos, moderada cantidad de proteínas y alto contenido de grasas saludables. Algunos ejemplos son las almendras, la nuez y los pistachos”, agrega.
Los frutos secos también contienen nutrientes como el potasio, calcio, magnesio, zinc, vitaminas antioxidantes y compuestos fenólicos.
“Se ha observado que estos nutrientes pueden mejorar los niveles de colesterol en sangre, están relacionados a una menor incidencia de enfermedades cardiovasculares, mejorar niveles de estrés y un menor riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes”, expresa la especialista.
Además, se ha determinado que un consumo adecuado puede ser beneficioso en la función cognitiva o procesos mentales.
“Son un efecto protector debido a su alto contenido de antioxidantes. Reducen el daño generado por radicales libres, tienen un impacto positivo en la neurogénesis, existe un menor riesgo de deterioro cognitivo y benefician en la memoria”, añade.
Los más saludables
Todos los frutos secos pueden aportar diferentes beneficios, por ejemplo, las almendras tienen un alto contenido de vitamina E, un antioxidante que protege las células, calcio y vitamina B2.
“Los cacahuates son altos en proteína y vitaminas como la B6, ayudando a la función del sistema nervioso”, menciona.
Otro ejemplo son las nueces, caracterizadas por su rico contenido de magnesio que beneficia algunas funciones cerebrales e inmunológicas.
“Lo importante de las grasas saludables es la cantidad a consumir y que se consuman de manera variada, no solamente un tipo de frutos secos”, señala.
Inclúyelos en tu dieta
La nutrióloga comenta que los frutos secos se pueden consumir de forma variada, desde snacks hasta en platos fuertes.
Por ejemplo, en una colación con fruta o ensalada, como complemento de un platillo rico en proteínas a base de pollo, pescado o queso; en smoothies o en un postre como los muffins o panecillos.
“Siempre de preferencia el fruto seco debe ser sin sal o azúcar añadida. Además, es un alimento que en una porción pequeña es alto en calorías, por lo que se debe de contemplar consumir las cantidades necesarias de cada persona”, indica.
En general, un adulto sano puede consumir de cuatro a seis porciones por semana, considerando que una porción equivale a un puñito o 1.5 onzas.
“Esta recomendación puede variar dependiendo de la edad, actividad física y antecedente de enfermedades, se debe de consultar a un nutriólogo para recomendaciones individualizadas”, finaliza.
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