Hablar de la maternidad significa mucho en cualquier área, en lo cultural, espiritual, laboral y social, ya que conlleva un sinfín de conceptos como el amor, sacrificio, cuidado de los otros, vida, tiempo, refugio, honor y cambios.
Es ese estado donde la mujer da vida a otro ser y se hace cargo de todos los requerimientos que implican desde el inicio de su existencia. ¿Pero dónde queda el autocuidado de parte de la propia mujer o el cuidado y reciprocidad de quienes la rodean?
Culturalmente, se tiene a la madre en un concepto de dar y de sacrificio por los demás, pero también de fortaleza y capaz de enfrentar las desavenencias, así como brindar un amor absoluto por la familia.
Quienes están alrededor de mamá dependen de una u otra manera de lo que ella irradia, de su ayuda, escucha y compañía, es importante ser empáticos, ayudar a que sea más ligera la crianza y cuidado de los hijos; así como las actividades del hogar, empezando por ser responsables de las personales, acorde a la edad y etapa.
Esto evitará que el agotamiento y desgaste provoquen situaciones de estrés y sobrecarga, y no faciliten el desempeño adecuado en otras áreas de su vida.
Y ser conscientes de estas recomendaciones:
- Reconocerla como persona, como profesionista, hija, hermana, esposa, amiga. Darle el valor de que además de ser mamá es un ser con muchas facetas.
- Saber que requiere de atenciones y cuidados también, no solo cuando haya algún padecimiento o contratiempo, sino que sea algo cotidiano. Esto mediante la escucha hacia ella, el entender sus días, sus necesidades, gustos o inconformidades, no esperar a que sea un momento crítico, sino que se vuelva algo regular el preguntar y detectar su estado de ánimo.
- Que el trabajo doméstico sea en equipo y reconociendo la utilidad para todos, que este sea en armonía y sin sobrecarga.
- Fomentar o apoyar el autocuidado de mamá, que sus cuidados de salud, belleza, recreación, socialización, o descanso no solo sean en sus tiempos libres, sino que puedan ser parte de su organización cotidiana.
- ¿Escuchas a mamá de sus inquietudes? El diálogo, la escucha, opinión en lugar de reproches o compartir ideas, puede ser un regalo constante y valioso.
- El apoyo emocional sumándolo con tiempo de calidad, dan como resultado salud en muchos sentidos, esto puede ser mediante compartir alguna actividad como cocinar, ejercitarse, juegos de mesa, etcétera. Sin duda, además de generar fabulosos momentos estrechará la comunicación y convivencia.
- Entender sus prisas, errores y humor, entre otros cambios que se presentan a lo largo de la vida. Evitando los juicios y minimizando las situaciones que se presenten.
- Ser agradecidos por todo lo que se recibe, sea pequeño o grande el detalle. Esto sin duda gratifica, valora y llena el alma.
- Evitar minimizar sus decisiones, sus opiniones. Se sabe que hay edad en donde se requiere un apoyo total o que son dependientes, pero no anticiparlo.


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