Después de viajar semanas, en tramos sobre el ferrocarril, a ratos a pie, soportando el hambre, el frío y el cansancio, cientos de migrantes provenientes de Centro y Sudamérica, toman aire en los linderos del río Bravo antes de entregarse a las autoridades de Estados Unidos.
Las personas en movilidad provenientes del extranjero, aseguran que el esfuerzo que realizan es por buscar una vida mejor y dejar atrás, los horrores de la violencia que los hizo salir de sus países de origen.