Fotografía: Norte
Análisis y opinión¡Soy un caminante!
¡Feliz de mí! ¡Soy un caminante!... ¡Ay de mí! ¡Soy un caminante!... ¿A qué esas dos contradictorias expresiones, tan opuestas entre sí? Sucede que mi oficio de juglar viajero tiene luces y sombras, como sucede con todo, como con todos sucede. Viajar continuamente en giras de conferencias, o para presentar mis libros, me hace ausentarme de mi hogar, donde vivo en compañía de una bella dama cuyo nombre es la felicidad