Diputados de las diferentes fracciones en el Congreso estatal expresaron su repudio por el homicidio de dos jesuitas y un civil en Cerocahui.
El grupo parlamentario del Partido Acción Nacional (PAN) en el Senado condenó el asesinato de Javier Campos Morales y Joaquín Mora Salazar. “La violencia ya es incontrolable, urge garantizar justicia, paz y seguridad en México” publicaron a través de su cuenta oficial en Twitter.
El hecho violento también hizo eco en la legislatura local, proponiendo incluso un paro de labores en todo el estado.
«Los ciudadanos respetuosos de la ley no podemos quedarnos de brazos cruzados, convocamos a un paro de actividades el jueves a las 10 de la mañana durante 10 minutos», invitó el diputado local por Movimiento Ciudadano (MC), Francisco Sánchez Villegas.
«Si al presidente le importa Chihuahua debe de estar de lado de las víctimas no en su estrategia fallida de abrazos no balazos. Que haga presencia y deje de ponerse de lado de los criminales», sentenció el legislador.
Gobierno federal debe romper pacto con el crimen organizado: Reza
La diputada federal panista, Rocío Reza Gallegos, señaló el fracaso de la Guardia Nacional y todo el aparato de seguridad del Gobierno federal en Chihuahua.
“Un crimen que no debe quedar impune y que debe dejar claro que no funciona la estrategia falsa de pacificación del país, con una política de abrazos no balazos. El Gobierno federal debe romper el pacto con el crimen organizado; las autoridades de todos los órdenes del Gobierno deben hacer algo contundente que garantice la seguridad de las personas”, comentó.
La diputada federal, Laura Contreras, consideró que las instituciones federales de seguridad están sometidas a caprichos del Gobierno federal mientras se desata la violencia.
El hecho violento ocurrió el lunes, alrededor de las 6 de la tarde en el poblado serrano de Cerocahui, informó el Gobierno del estado.
El ataque armado sucedió mientras un hombre trataba de refugiarse de sus agresores. Tres personas fueron asesinadas en el interior de la iglesia entre ellos, dos sacerdotes católicos.
Esa agresión ocurrió un día después de que cuatro personas fueran acribilladas en la carretera Coronado-Valle de Allende.
Unos días antes, cuatro personas murieron violentamente al ser atacadas a balazos cuando se encontraban en el restaurante Denny´s, en Juárez.
“La violencia e impunidad en México tiene que acabar. Los abrazos, no balazos, no son la respuesta para alcanzar la paz”, aseguró la presidenta del Congreso estatal, Georgina Bujanda Ríos.