Durante la primera sesión del Comité Interdisciplinario para la Independencia Tecnológica, se firmó el inicio del primer sincrotrón mexicano. Se trata de una máquina para acelerar electrones a una velocidad cercana a la de la luz. En el proceso se produce una luz intensa que es usada para estudiar la estructura y propiedades de cualquier objeto.
El proyecto cuenta con una inversión inicial de 500 millones de pesos, otorgados por el gobierno del estado de Hidalgo, y será manejado por el Instituto Politécnico Nacional, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav). En el mundo existen aproximadamente 50 sincrotrones, cuyo costo unitario ronda de 6,000 a 8,000 millones de pesos, por lo que la inversión inicial apenas es un primer paso.
Éstas son las generalidades del proyecto cuyo arranque se concretó el pasado viernes, pero para entender su magnitud, hacen falta muchas voces y enfoques, como pasa normalmente en la ciencia, por ello presentamos un compendio de opiniones para saber de qué trata este proyecto calificado como un hecho histórico y un acta de nacimiento para grandes proyectos.
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