César Augusto Peniche, fiscal general del Estado, afirmó que el exgobernador César Duarte es apenas una pequeña parte de una red de corrupción dirigida por las secretarías de Hacienda y Gobernación. Presuntamente, desde ahí se emitieron órdenes para bloquear las investigaciones “y evitar consecuencias por las indagatorias”.
La Fiscalía de Chihuahua reveló que la red “tocaba las partes más sensibles del sistema político del país a través de maquinaciones realizadas por Duarte… Quien logró cooptar voluntades de personas ligadas a grupos sociales, partidos políticos, empresarios, involucrando a casi toda la sociedad en su esquema corruptor”.
En una entrevista con Milenio, el fiscal explicó: “de acuerdo con las evidencias, parte de los recursos desviados se utilizaron para apoyar candidaturas políticas en algunos estados de la república, no solo en Chihuahua”.
“Detectamos seis estados que también recibieron recursos a través de las mismas empresas fantasma para justificar el supuesto ejercicio del gasto público. Después retornaron el dinero a actividades políticas”.
Peniche lamentó que Sinaloa, Sonora, Tamaulipas, Nuevo León, Durango y Veracruz no llevaron a cabo una estrategia anticorrupción como la que se hizo en Chihuahua.
“Cuando rebasamos cierta línea dentro de las investigaciones empezaron a operar jueces federales otorgando amparos, frenando investigaciones. Con jueces de control con un poder absoluto en las carpetas de investigación, bloqueando las indagatorias”, expuso el fiscal.
“En el caso de Chihuahua, cuando llegábamos a temas de carácter nacional, nos encontramos con resistencias de jueces e incluso magistrados. Nos frenaron o nos torcieron investigaciones”.
“Y cuando se tocó otros niveles, operaron desde la entonces Secretaría de Gobernación en 2018, jueces, tribunales y trastocando todo el sistema jurisdiccional y la procuración de justicia”.