La ola migrante no se detiene, avanza hasta desparramarse en las orillas del Bravo, ansiosa de atravesar el muro de acero. Hombres, mujeres y niños enfilan rumbo a la línea divisoria, con la esperanza de que del “otro lado” les abran las puertas.
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El eterno sendero de la desidia
25 julio, 2024