Elaborado con masa crujiente, relleno de crema pastelera y cubierto con una capa de glaseado, el éclair es una irresistible delicia de la repostería francesa.
Su fascinante historia señala que fue inventado a finales de siglo XIX por el famoso chef y pastelero francés Antonin Carême, considerado uno de los pioneros de la alta cocina.
La popularidad del éclair, cuyo nombre significa ‘relámpago’ en francés, por su forma alargada y delgada, aumentó notablemente durante la llamada Belle Époque, la edad dorada de París.
De ser un simple postre, junto al croissant y el macaron, se ha convertido en un ícono de la repostería francesa, muy apreciado por su elegancia y exquisito sabor, todo un lujo para el paladar.
Su anatomía
Forma alargada: Esta se logra al verter la masa en forma de cilindro sobre la bandeja para hornear.
Masa de choux: Ligera y airada, esta masa se prepara con ingredientes como la harina, mantequilla, agua y huevos; se hornea para formar una cáscara hueca, ideal para rellenar con crema.
Relleno de crema pastelera: Se inyecta en el interior del éclair a través de pequeños cortes en la parte inferior o de una boquilla de pastelería; el relleno puede ser de vainilla, chocolate, café, frutas, caramelo salado o pistacho, entre otros sabores.
Cobertura glaseada: El toque final de este postre es una cubierta generosa de glaseado, ya sea de chocolate u otro sabor.
El dato
El 22 de junio se celebra el Día del Éclair de Chocolate, uno de los sabores más populares de este postre. El glaseado puede ser de diferentes tipos: desde el intenso negro hasta las coberturas más ligeras con leche o blanco.
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