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El virus que bajó de la velocidad a Juárez

El paciente cero (Parte 3)

El virus se atravesó en las ruedas de la ciudad.

Decidió ayudarle a bajar su ritmo.

Aceptar la idea del estancamiento, como un régimen de largo plazo, hacia su transición a la inmovilidad.

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Marzo 24. El optimismo oficial en Chihuahua no resistió.

La marea de contagios sonaba fuerte, cada vez más cerca.

Las recetas de 15 días no funcionaron. Gobierno del Estado anunció la suspensión total de actividades.

Cines, museos, bares, centros nocturnos, parques turísticos y recreativos, balnearios, gimnasios, salones de eventos, así como casinos y restaurantes, cerraron.

El gobernador, Javier Corral, aseguró que estaban preparados para atender la emergencia, con personal capacitado y equipamiento adecuado, para auxiliar a los ciudadanos que lo requirieran.

La disposición también abarcó las actividades en centros de culto, iglesias, salones de culto, de espiritualidad o cualquier sitio de reunión similar, en donde las personas tuvieran aglomeraciones.

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El cierre que lo apaga todo

Descripción: El gobernador de Chihuahua, Javier Corral Jurado, oficializa el cierre de todas las actividades no esenciales.

El “bicho” microscópico intervino la voluntad.

Y apareció el médico que “piensa fuera de la caja”

José Luis Alva y Pérez es un neumólogo que va al grano, sin adornos, en sus palabras:

“Si no ocurre un milagro, en Juárez morirán hasta 4 mil por Covid-19”, lanzó, tajante, su pronóstico.

No era menor el arrojo, cuando el director médico de la Secretaría de Salud imprimía en su voz un tono celebrativo al decir que, por quinto día consecutivo, Chihuahua se mantenía con solo seis casos positivos, al 30 de marzo.

El broncoscopista entró a la polémica en las redes sociales, a raíz de una entrevista por Norte Digital, a la que contestó:

“Juárez presenta un desfase en la aparición de la enfermedad, que se prolongará hasta mayo”.

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Y advirtió a los juarenses: “La política de México es mitigar los efectos de este virus, pero debemos entender lo que nos espera. Es probable que el país alcance niveles como los que tiene Estados Unidos, Italia y España”.

Clamaba porque los jóvenes entendieran:

“Sobre todo ellos, quienes deben limitar sus contactos sociales, para poder contener el evento que nos va a tocar vivir y que afectará a la población vulnerable”.

¿Quién quiere pensar en la muerte, si está tan lejos? El integrante del Consejo de Consejos Médicos encendió las redes. Muchos descalificaron su trabajo. Otros mostraron incredulidad.

Alva y Pérez también dijo que en Ciudad Juárez podrían morir unas 4 mil personas en un periodo corto.

De nuevo se lanzó al vaticinio directo y sin escalas:

“Por la cortedad del tiempo en que mueran estas personas, sería muy grave, porque eso colmaría los servicios de salud, que en esta ciudad no están preparados para atender a los enfermos”.

Solo con el tiempo se podría conocer.

Apenas con dificultad salíamos de la incredulidad, solo que todavía no lo veíamos venir.