El pleno del Ayuntamiento decidió ayer la nueva ubicación del lugar donde se planea la construcción del Rastro Municipal TIF (Tipo Inspección Federal).
Para la ejecución del proyecto, inicialmente el Municipio pagó 7.8 millones de pesos por un terreno de 30 mil metros cuadrados en el kilómetro 12.5 del libramiento Guadalupe-Tornillo.
Sin embargo, la construcción no se pudo llevar a cabo debido a que se encontró que la zona no cuenta con la factibilidad para la introducción de los servicios y la infraestructura en el tiempo que demanda las necesidades del proyecto.
El predio fue comprado a la Inmobiliaria Vafusa S.A., de acuerdo con la discusión que se liberó en la sesión.
Para “enmendar el error”, como lo expresó el regidor Enrique Torres (PAN), el Cabildo autorizó la compra de otro terreno, para el futuro rastro, el cual se encuentra en la carretera Panamericana a la altura de la Termoeléctrica de Samalayuca.
El Cabildo autorizó que esta propiedad que también cuenta con superficie de 30 mil metros cuadrados, sea pagado con el terreno del Libramiento Guadalupe-Tornillo, donde primero se llevaría a cabo la construcción, y con una liquidación de 1 millón 542 mil pesos.
Las tres hectáreas de la nueva localización del proyecto, forman parte de un polígono de 143 hectáreas pertenecientes a la Inmobiliaria Vafusa S.A., la misma que vendió al Municipio el terreno del primer proyecto fallido.
La decisión que se tomó por unanimidad de votos pasó por una larga y polarizada discusión durante esta semana.
Uno de los cuestionamientos que se vertieron es que si detrás de la compra del primer inmueble habría un conflicto de intereses ya que la inmobiliaria se vincula con la excoordinadora de Administración de Proyectos, Adriana Fuentes, como lo hizo notar la regidora Cecilia Reyes Castro del grupo edilicio de Morena.
Sindica cuestiona la compra y proyecto del nuevo rastro
Hasta el último momento, la síndica María Esther Orozco, cuestionó que la adquisición del nuevo predio se encuentra a un kilometro y medio al pie de la carretera, lo cual resulta más costoso el desarrollo de un terreno en breña.
De la misma manera, consideró que el precio del terreno no tendría ese valor.
Establecieron que durante una visita de los regidores al predio, encontraron que el terreno se encuentra sobre el derecho de vía de líneas de electricidad de alta tensión y que la infraestructura de agua y drenaje costará unos 7 millones de pesos.
Se discutió que aunque la infraestructura eléctrica será aprovechada, sin embargo, las líneas tendrían que ser subterráneas o cambiarse de lugar.
La sindica señaló que consultó a los ejecutivos en la región de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), quienes confirmaron que no tienen contemplado una proyecto de esa magnitud como se presupone en el Ayuntamiento juarense.
“Bueno, al tiempo”, manifestó la síndica cuando el proyecto de reubicación del proyecto fue autorizado con todo y permuta y pago en efectivo.
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