Pasadas apenas las 6 de la mañana de este viernes lluvioso los choferes de dos autobuses de transporte de personal despertaron de golpe.
Pretendía cruzar por el entronque de Candelaria y Sandoval Vallarta, muy cerca del puente internacional Zaragoza, cuando se impactaron.
Hubo cuatro lesionados y una veintena de pasajeros, todos obreros de maquila, con crisis nerviosa.
Nada pudo evitar el encontronazo. Una lluvia pertinaz había mojado el pavimento desde la madrugada y ambos conductores tenían esa rara mezcla de absurda prisa por llegar a tiempo al check in maquillador, y un estúpido aturdimiento por no haber dormido bien la noche anterior.
Llegaron los bomberos y dos ambulancias.
Los pasajeros inquietos recobraban la calma. Los lesionados, al hospital. A eso de las 7:30 todo había terminado.
Como huella indeleble del percance quedó el frente arrugado de uno de los autobuses; el otro, recibió el golpe en un costado, como un gancho al hígado en una arena de boxeo.