Construyendo el Edificio de los Sueños

Este es el Edificio de los Sueños. Una construcción de tres pisos que diariamente se fortalece con el trabajo de artistas, activistas y gente comprometida con cambiar la imagen y el espíritu de Ciudad Juárez.

Está ubicado en la Plaza Cervantina, en el Centro Histórico, en uno de los cuadrantes considerados como de alta inseguridad.

Son calles donde históricamente han fluido el alcohol y la droga, la prostitución y la inseguridad.

Se ubica entre la Ignacio de la Peña, Lerdo, Galeana y Ramón Corona. Esta última convertida en una boca de lobo, porque la iluminación hace años que no se enciende.

Un grupo de juarenses decidido que conforma el Instituto para la Ciudad y los Derechos Humanos A.C. (Icidhac) ha comenzado a cambiar las cosas. Quieren que esa plaza retome su sentido original, un espacio dedicado a la cultura y el arte.

Porque soñar es un ejercicio mental que suena difícil entre tanta pesadilla de vida. Una aventura a conocer la naturaleza real de la territorialidad.

Es un movimiento perpetuo a través de un laberinto de asfalto y ruinas en busca de arraigo. También es el orden de un camino llamado caos. Es el Edificio de los sueños.

El sueño está en la Plaza Cervantina

Bajo la administración del presidente municipal José Reyes Estrada, dio inicio el proyecto de construir la Plaza Cervantina. Ese espacio se ideó para conformar una serie de callejones al estilo de Guanajuato.

Esas rúas fueron nombradas Calle de la Mancha, Calle de Rocinante, Calle Dulcinea, Calle de Fogoso, Calle de Sancho Panza; a la fecha aún conservan su nombre.

En poco tiempo, el lugar se consolidó como el punto de encuentro de los amantes del arte, mencionó en alguna ocasión el desaparecido historiador Felipe Talavera.

Su popularidad fue tal, recordaba Talavera, que el Festival Siglo de Oro llegó a presentarse en ese espacio al aire libre, con llenos totales.

Sin embargo, ya para 1984, la plaza cayó en el abandono; los medios locales la nombraban como “Refugio de carteristas, drogadictos y homosexuales”.

Varios intentos fallidos por despertar la plaza del sueño

A lo largo de su historia, la Plaza Cervantina ha tenido varios intentos de rescate; en el año 1993 el Gobierno local en turno anunciaba una inversión de 110 mil nuevos pesos, para su remozamiento.

Aunque se realizaron algunos eventos, la falta de permanencia llevó por nueva cuenta al olvido al sitio cultural.

Años después, en el 2012, el colectivo Punta de Lanza intentó un nuevo rescate de la plaza llevando a cabo varias actividades.

Finalmente, el lugar terminó en el abandono a merced de adictos y delincuentes, hasta hace poco más de algunos años.

Homenaje al poeta beat

El escritor Willivaldo Delgadillo escribió en la columna de opinión de La Jornada, el texto “José Vicente Anaya, el último poeta beat”; en él refiere que para el año 2018 en la celebración del cumpleaños 70 del poeta chihuahuense, se realizaron varias actividades.

Una de ellas fue el “Homenaje a la Disidencia” al poeta José Vicente, quien aceptó gustozo acudir a participar.

El evento tuvo lugar en la Plaza Cervantina, donde se inauguró un mural realizado por el artista gráfico Yorch. El mural fue pintado en el Edificio de los Sueños.

El mural tiene escrita la leyenda “Mi domicilio exacto son los sueños”, haciendo referencia a Híkuri, su poema más conocido.

Surge el Icidhac

Desde el 2018, fecha en la que fue fundado el Instituto para la Ciudad y los Derechos Humanos A.C. (Icidhac), se trabaja en el Edificio de los Sueños. La intención es que ahí se consolide el Centro Cultural y de Economía Solidaria (CCES).

El Icidhac es una organización sin fines de lucro fundada por Diana Ginez, Gabriel García, Carolina Rosas y Leo Alvarado, entre otros.

La asociación busca contribuir en temas de investigación, defensa y difusión de derechos de la ciudad y derechos humanos.

Apoyado por un grupo de especialistas en distintas profesiones, también promueve el talento de los jóvenes. Para ello uno de los pisos del Edificio será sede del Centro de Economía Social y Solidaria.

Específicamente, el Icidhac centra su trabajo en tres ejes: 1. Derechos Humanos y derecho a la ciudad; 2. El proyecto editorial y; 3. La economía social y solidaria en el edificio de los sueños.

Trabajando en el sueño, reconstruyendo el edificio

Leobardo Alvarado es un activista social y cultural que forma parte del proyecto del Edificio de los Sueños; mientras lleva a cabo la reparación de un mueble de madera, sus colegas Katrhin Zeiske y Karla “Coco” Ordaz, pintan la escalera.

La idea del Edificio de los Sueños surge hace algunos años en una reunión entre amigos en casa de Leobardo. Allí, Carolina Rosas Heimpel, hoy coordinadora del Edificio de los Sueños, les habló sobre el proyecto cultural.

Después de reseñar lo que había sucedido en la Plaza Cervantina en la década de los 1980, dio inicio a un debate a favor y en contra. Al final, se decidió participar en la intervención y rescate de la plaza.

El edificio se enmarca en una historia de lucha, de activismo, de colectividad y de convivencia; en el participan muchas personas involucradas con la cultura y el espíritu juarense. Y el espíritu juarense trasciende fronteras.

A través de la Iniciativa Juárez Berlín, que se dedica al intercambio de integrantes. Al conocer la realidad social entre ambas ciudades, comparten experiencias, indicó Alvarado.

Previo a la creación del edificio, se habían gestado una serie de visiones o perspectivas desde el punto de vista de los estudios de académicos.

Los investigadores Héctor Padilla, César Olivas y el mismo Alvarado, realizaron un documento en el 2012 “Ciudad Juárez y sus necesidades”; en él se establecían las más apremiantes carencias en distintos rubros.

“Ciudad Juárez es una de las ciudades más estudiadas se han llevado a cabo tantos proyectos e ideas, que muy pocas se han logrado realizar; pocas de ellas se materializan”, comentó.

Contradictoriamente, hay proyectos en los que constantemente se les invierte recursos y nunca terminan por acabarse, agregó.

“Ejemplos de ellos son el Centro Histórico, la avenida Juárez en sí y el centro de convenciones; proyectos que no terminan por definirse y solo se atropella a la ciudadanía”, afirmó.

Recuperar la ciudad en venta

“El problema principal de la ciudad es su mercantilización, la ciudad está a la venta y los ciudadanos poco tenemos que hacer; eso es un impedimento para tomar acciones de rescate”, señaló Alvarado al recordar cómo gran parte de las edificaciones con cierto valor histórico están en venta o en ruinas.

La recuperación de sitios como la Plaza Cervantina, un edificio a la vez, tiene esa finalidad, devolver al ciudadano sus espacios, refirió.

Lo que se busca es crear cambios estratégicos para colaborar en el disfrute de una vida digna en la ciudad. La perspectiva de trabajo está basada en el reconocimiento de la dignidad humana, comentó.

“Queremos establecer un espacio donde converjan todas aquellas personas que están pugnando por una ciudad distinta a la que los empresarios proyectan; a lo que la mercantilización obliga, a los proyectos que apuntan a la destrucción del Centro Histórico”, mencionó.

Antes de regresar a cepillar el mueble de madera, Leobardo afirmó que en los tres pisos del edificio hay mucho trabajo por hacer. La ayuda voluntaria de juarenses comprometidos con el rescate de su historia y sus espacios es bienvenida.

“Quien se quiera acoplar, puede acudir al lugar y aportar con su trabajo para sumar. Solo hay que asistir, tener ahí las ganas de construir ese proyecto colectivo”, apuntó. 

Es en este domicilio un punto de encuentro, donde ya convergen todas esas personas que comparten la visión de reconstruir la ciudad, un edificio a la vez.