De textura suave y cremosa, el cheesecake de calabaza es toda una tradición de la temporada otoñal.
El 21 de octubre se celebra su día, por lo que te contamos más de la historia que hay detrás de este exquisito postre, la cual está ligada a la tradición de los pasteles y tartas.
Orígenes
En la antigua Grecia se preparaba un tipo de pastel a base de queso, marcando así el origen del cheesecake. Su versión moderna, elaborada con queso crema, nació en Estados Unidos, entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX.
La calabaza en la cocina
Existe una gran tradición de la calabaza en la cocina de América del Norte y se cree que los pueblos indígenas la utilizaban desde antes de la llegada de los colonizadores de Europa.
Al evocar al ambiente de las festividades de otoño, esta se convirtió en un ingrediente clave en muchas de las recetas que se preparan durante esta época, particularmente para la celebración del Día de Acción de Gracias. Por ejemplo, su versión de puré es muy utilizada para todo tipo de postres.
Cheesecake y calabaza, la combinación perfecta
Se cree que la fusión entre el clásico cheesecake y la calabaza surgió durante la segunda mitad del siglo XX. En aquel tiempo, los ingredientes tradicionales del otoño como la calabaza, comenzaron a ser parte de nuevas versiones de los postres clásicos; su popularidad aumentó entre los años 1980 y 1990.
Su elaboración
El cheesecake de calabaza se puede preparar de diferentes formas; algunas recetas incluyen trozos de calabaza en el relleno y otras solo el puré. Además, no pueden faltar especias como la canela, el clavo y la nuez moscada.
Para la base, se utilizan galletas estilo Graham, las cuales le dan un toque crujiente y su técnica de horneado suele ser en un baño maría, así se mantiene la textura cremosa.
Fama
Actualmente, el cheesecake de calabaza es uno de los postres más buscados en la temporada de otoño. En redes sociales como Instagram y Pinterest, los usuarios comparten sus creativas versiones de este postre.
Versión vegana
Tofu, nuez de la India y yogurt de soya en lugar del queso crema, son una alternativa para quienes son veganos y quieren disfrutar por igual del cheesecake de calabaza.
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