Cabada: el ascenso y descenso de un bandido

En 2016 el conductor de televisión Armando Cabada Alvídrez sintió el llamado de la política.

Su oportunidad nació del esquema de las recién creadas candidaturas independientes.

En dos campañas consecutivas convenció a la mayoría de los electores que lo único que lo movía era el hartazgo social hacia los partidos políticos y el amor por Juárez; sin embargo, al paso del tiempo mostró sus verdaderas intenciones.

El mayoriteo que aplicaron regidores independientes, guiados por Cabada Alvídrez en todos los acuerdos del Cabildo, no se diferenció en nada de lo que hicieron antes partidos como el PAN o el PRI.

La única voz discordante en su primer periodo fue la de la abogada Irma Medrano, quien siendo regidora independiente se enfrentó a las decisiones del alcalde y fue castigada por eso.

La familia es primero

Como alcalde Armando favoreció con contratos a la televisora de su familia. Le dio más recursos a esa sola empresa que al resto de las televisoras que hay en la frontera. Nadie pudo detenerlo.

Su Gobierno recibió observaciones de la Auditoría Superior del Estado por prácticas idénticas a las que había criticado en sus tiempos de presentador de noticias.

Gobernantes emanados de distintos partidos fueron señalados y no sin razón por el entonces paladín de las causas populares.

Frente a las cámaras de la televisora de su familia, Armando no distinguía colores para criticar a diestra y siniestra a los corruptos que detentaban el poder público.

Hasta que se cansó y decidió entrar en la arena política bajo la figura independiente para demostrarles a los políticos de siempre cómo debía gobernarse.

Pero como dice el refrán: «Más pronto cae un hablador que un cojo».

Señalamientos de prácticas irregulares en su gestión empezaron a llover desde el primer año de su mal gobierno.

Desde el intento de endeudar al Municipio con el programa Juárez Iluminado, hasta el jugoso negocio de los espectáculos con una empresa distribuidora de boletos, también manejada por su familia.

Prácticas tan parecidas a las que en un inicio criticó, que terminaron por dejarlo en la misma cancha de aquellos que por generaciones han llegado al poder solo para servirse del dinero público.

Fue un chango nuevo que aprendió muy rápido maromas viejas.

Esa situación le generó un desgaste ante la población que esperaba el cambio prometido.

En diciembre de 2017 el alcalde independiente anunció que perseguiría la reelección.

Ese mandato casi lo pierde contra Javier González Mocken. Ganó por poco más de 400 votos y no en las urnas, sino en los tribunales. Desde entonces los electores ya lo veían con recelo.

¿Mocken ganó en la calle y Cabada en la mesa?

La tónica de ese segundo período no fue tan distinta a la primera. El Cabildo continuó alineado a los caprichos de Cabada.

En esta segunda etapa la voz discordante fue el regidor independiente José Avila Cuc, quien fue amenazado y castigado por no cuadrarse a la voluntad del presidente. Antes que someterse, Ávila Cuc perefirió renunciar a lo que ya se veía como una administración fallida.

Armando Cabada: adiós independencia

La última jugada que terminó de delatarlo fue su decisión de enlistarse como diputado plurinominal bajo las siglas de Morena.

¿Dónde quedó el rechazo terminante a los partidos políticos y la pregonada moral independiente?

Hoy, el alcalde Cabada entrega una administración señalada por malos manejos administrativos y uso de millones del erario municipal para favorecer a familiares y amigos.

Sin el carácter suficiente para frenar los intereses que orientaron las pésimas obras en Juárez, que de último momento decidió hacer el gobernador con sus empresarios consentidos, Cabada también fue omiso y cómplice en la distribución de los recursos de los puentes, que tantas luchas costaron a la comunidad fronteriza.

Juárez abandonada

Ciudad Juárez termina estos cinco años de gobierno cabadista en condición de desastre, sucia, con sus calles destruidas por obras mal planeadas y los mismos problemas de inundación y baches que tenía en 2016.

En cuanto a seguridad pública, las policías se la pasaron entre discordias de los tres órdenes de Gobierno y sin una estrategia definida para combatir la delincuencia organizada y desorganizada. A final de cuentas, con ninguna pudieron.

Tras dos periodos de gobierno apenas están completándose las primeras mil 200 cámaras de vigilancia para una ciudad de un millón y medio de habitantes.

La protección del fuero evitará que, al dejar el Gobierno, el presentador de noticias sea molestado en la Cámara Baja de San Lázaro.

Tanto criticó a los partidos políticos que ahora se escuda en las siglas de uno de ellos, de Morena, el mismo que le regaló la diputación plurinominal y el fuero para tener inmunidad contra cualquier acción penal por sus pillerías.