Los niños que abusan de los animales podrían estar destinados a convertirse en asesinos en serie, reveló el psicólogo forense Carlos Ochoa Quiroz.
El especialista en perfillar la mente de asesinos comentó que la crueldad contra los animales es uno de los rasgos de la triada de MacDonald, un marco que alguna vez se consideró capaz de identificar asesinos en serie y personas con tendencias violentas.
Pero hay más en este comportamiento perturbador de lo que se creía anteriormente.
“Muchos asesinos en serie infames dañaron a los animales cuando eran niños, incluidos Jeffrey Dahmer, Ted Bundy, Gary Ridgeway, John Wayne Gacy y el Boston Strangler”, refirió.
Durante mucho tiempo ha sido una creencia popular que los niños que abusan de los animales son asesinos en serie potenciales.
“Si bien existe una correlación entre los niños que dañan a los animales a propósito y la violencia futura, es complicado realizar un pronóstico, sin embargo, si hay algo seguro, es que este comportamiento indica que hay un problema grave que necesita atención”, alertó.
Triada MacDonald
A solicitud de Norte Digital, el especialista realizó un reflexión a propósito de casos como el ocurrido recientemente en Ciudad Juárez, en el que un hombre decapitó a un cachorro de perro.
Refirió que, propuesta en 1963 por el psiquiatra John MacDonald, la tríada de MacDonald consta de tres rasgos que vio entre sus pacientes más agresivos y sádicos.
“Él teorizó que ciertos comportamientos (crueldad con los animales, provocar incendios y mojar la cama persistentemente después de los 5 años), podrían predecir si un niño crecería y cometería delitos violentos , posiblemente incluso asesinatos en serie, en la edad adulta“, indica el especialista.
Sin embargo, hubo fallas en la teoría de MacDonald. La principal de ellas es que basó su investigación en 100 pacientes que habían amenazado con matar a alguien, no en personas que realmente habían cometido un asesinato.
No obstante, la triada de MacDonald se asoció con el asesinato en serie durante años, incluso cuando cayó en desgracia como herramienta de diagnóstico.
Luego, en 2018, una revisión de los estudios finalmente puso fin a la triada.
La revisión no logró encontrar un historial de los tres comportamientos entre los delincuentes violentos, pero la presencia de cualquiera de los comportamientos de la triada, cuando se aisló, se asoció con una futura agresión.
El abuso severo durante la infancia es un tema recurrente entre las biografías de muchos asesinos en serie –dijo–, pero a pesar de que es un elemento común significativo, la mayoría de los sobrevivientes de abuso infantil no cometen un asesinato.
“Si hay un rasgo en la triada que es especialmente preocupante, puede ser el maltrato animal; este comportamiento es un indicador temprano bien establecido de futuras agresiones, asesinatos, violaciones, abuso de pareja y abuso infantil“, destacó Ochoa.
Resaltó que no todos los niños que dañan a los animales seguirán lastimando a las personas, pero algunos lo harán.
La investigación ha revelado que el 25 por ciento de los reclusos agresivos habían cometido múltiples actos de maltrato animal cuando eran niños.
“El cuarenta y cinco por ciento de los tiradores escolares tenían antecedentes de presunta crueldad animal, y el 21 por ciento de los asesinos en serie admitieron haber abusado de animales en la infancia“, lamentó.
Motivos
Hay una variedad de razones por las que los jóvenes se involucran en la violencia contra los animales, incluyendo ser víctimas de abuso y carecer de mecanismos de afrontamiento saludables.
También hay niños que exhiben tendencias sádicas y parecen disfrutar causando sufrimiento.
Los niños que torturan o matan animales a menudo muestran rasgos de personalidad antisociales, reflexionó, y esto incluye falta de empatía, remordimiento y culpa.
“Estos niños también pueden ser propensos a la mentira patológica y la delincuencia juvenil“, explicó Ochoa.
Técnicamente, nadie menor de 18 años puede ser diagnosticado con trastorno de personalidad antisocial (TPA). Pero cuando estos rasgos están presentes durante la infancia, es una señal de que pueden recibir un diagnóstico de TPA en la edad adulta.
Si bien TPA es el nombre clínico de la afección, es posible que se esté más familiarizado con el término coloquial psicópata .
Se considera que las personas con TPA extremo tienen psicopatía.
“Algunos canalizarán con éxito sus rasgos de personalidad hacia carreras en las que puede ser ventajoso, como fuerzas especiales o directores ejecutivos. Otros pueden desarrollar antecedentes penales. Y algunos pueden cometer violencia interpersonal, aunque no necesariamente asesinato. Si bien no todos los psicópatas se convierten en asesinos en serie, muchos asesinos en serie poseen atributos de psicopatía“, concluyó el especialista.
