Violencia, tristeza y depresión: Ser mujer en la pandemia

Las mujeres en Ciudad Juárez que viven situaciones de violencia dentro del hogar. En esta pandemia tienen que decidir entre salir a pedir ayuda o correr el riesgo de contagiarse de Covid-19.

La organización civil Sin Violencia notó que el problema de la violencia intrafamiliar crecía, ante el incremento de llamadas a su centro de atención. Un aumento superior al 25 por ciento tan solo en los meses de marzo a mayo de 2020.

Durante las primeras semanas de la pandemia, ellas estaban preocupadas por sus procesos en las que eran acompañadas.

“No nos dejen solas”; mujer víctima de violencia pide denunciar agresores

Los juzgados se cerraron, luego los juicios fueron más lentos, también cerraron las dependencias de Gobierno para tramitar los documentos necesarios.

Se alarmaron ante la posibilidad de seguir conviviendo con sus agresores y la expectativa de no saber que seguiría bajo el plan Quédate en Casa, relata Elia Orrantia Cárdenas, quien ha dedicado más de 15 años a trabajar en favor de las mujeres.

Orrantia recuerda que aun así les tocó hacer rescates; sin embargo, las posibilidades de retornar a las mujeres a entornos lejos del agresor también se han complicado.

Crecen denuncias por violencia un 40 por ciento

La directora del Instituto Municipal de las Mujeres, Verónica Corchado, dice que las denuncias se incrementaron hasta en un 40 por ciento, especialmente en colonias populares.

El confinamiento provocó un aumento de los divorcios y casos de depresión, agrega.

Orrantia señala que la falta de insumos, la falta de empleo, las restricciones sanitarias, la pérdida de redes de apoyo con otras mujeres o familiares, fue como meter todas esas situaciones a una olla de presión.

Ocurrieron estallidos de violencia muy difíciles de contener; pero llega el momento en el que se conforman, porque los riesgos que se viven fuera del hogar son mayores.

Ambiente sin límites

“Están confluyendo las relaciones agresivas en una vivienda donde existe el hacinamiento. Las niñas, los niños y adolescentes conviviendo en un ambiente sin límites, donde también son violentados; una madre sin herramientas, sin acompañamiento, y un agresor sin salidas (que no estoy justificando)”, dice.

Comenta que la mujer regularmente tiene controladas las maneras para evitar el estallido de la agresión. Por ejemplo, cuando llega el papá, la instrucción es no molestarlo, no gritar, o cuando llega ya están todos dormidos; es decir, tratar de hacer lo necesario para que los motivos que toma como pretexto para que se dé un estallido de violencia sean menores.

Sin embargo, en el confinamiento, están las 24 horas (juntos), entonces ¿qué haces? ¿Cómo te proteges?, cuestiona.

Es un hecho que en los hogares donde hay agresiones y se conjugan situaciones de crisis, la violencia se recrudece; cuando los agresores están presentes durante todo el día o de manera continua, no hay rutas de escape. Se reducen las estrategias donde se estaban conteniendo las dinámicas agresivas.

Una cloaca abierta: 68 muertes

Yadira Cortés, de la Red Mesa de Mujeres, reveló que el año pasado (2020) de enero a mayo asesinaron a 159 mujeres, 68 de ellas durante la cuarentena.

El mensaje de quedarse en casa durante la pandemia destapó una cloaca, asegura Cortés.

Lo mismo cree Sandra Rodríguez, coordinadora general del Instituto Municipal de las Mujeres, quien califica el aumento de la violencia como “escalas preocupantes”.

Los comparativos sobre atención que realiza el instituto dan fe de ello, aunque no muestran a cabalidad la realidad.

Acuden al instituto a recibir ayuda y buscar apoyo, aunque es difícil saber a ciencia cierta o a través de los números la realidad, ya que muchas mujeres no denuncian, no piden apoyo, siguen inmersas en la violencia, agrega.

“Pero cuando llegan al instituto, es porque ya vienen decididas a dejar de sufrir, a divorciarse, a salir de la situación de violencia. Nosotros brindamos la atención de segundo contacto, porque antes, por lo general ya habían hecho una o varias llamadas al 911”, dice Rodríguez.

Violencia de género en la pandemia: Ideación suicida, se enciende una alarma

La atención sicológica que tienen en el instituto deja ver con claridad la gravedad de la situación. 

Desde el 2017 se empezaron a documentar. Ese año se atendió a mil 423 mujeres; para el 2020 fueron mil 985, a pesar de las restricciones que imponía la pandemia.

En el área jurídica pasa algo singular, con las atenciones. En el 2019 se trabajaron mil 530 casos, mientras que en el 2020 bajaron a mil 453. Esto se debe, explica Rodríguez, a que durante los meses de mayor confinamiento las mujeres dejaron de salir a pedir apoyo.

La cifra de mujeres que solicitaron apoyo jurídico también creció: en 2017 se atendió a mil 2 personas; mientras tanto, el año pasado la cifra fue de 3 mil 834.

En el departamento jurídico se llevan casos de divorcios y de pensión alimenticia; otro reflejo dramático del tipo de violencia económica, que impacta de manera directa a los hijos e hijas.

No solo crecieron los casos, a la par aumentaron las ideaciones suicidas, expone Rodríguez.

 “No buscan la muerte, lo que buscan son salidas para dejar de sufrir”, explica Sandra Ramírez.

El confinamiento ha llevado a las mujeres que viven en situación de violencia familiar, no solo a un aumento en el deterioro a la salud mental, sino que empezamos a notar recurrentemente casos de ideación suicida.

Esa tendencia creció un 40 por ciento en la Zona Centro de la ciudad; sin embargo, en sectores como Riberas del Bravo el incremento fue de 75 por ciento.

Lo que hicieron como institución fue capacitarse con un diplomado de prevención y atención al suicidio para poder dar respuesta a estas nuevas realidades, menciona la coordinadora general del instituto.

Ante realidades como esta lo que urge es atender como prioridad, la salud mental.