Más de dos años después de que el sacerdote Aristeo Trinidad Baca Baca, o Baca Olmos, fue denunciado por la presunta violación y abuso de una menor, la abogada de la víctima, Leticia Valladares, expuso a Norte Digital sus preocupaciones de que haya un juicio justo.
El tiempo transcurrido y los beneficios que el Sistema de Justicia ha proporcionado al clérigo hacen sospechar a Valladares que al final se le dé más peso a influencias políticas o religiosas que a la justicia para la niña.
De acuerdo con la jurista, ni la ocupación del perpetrador ni su edad -76 años- deberían usarse como argumentos de descargo, como pareciera estar ocurriendo en el proceso.
El presunto cuenta con una historia de trabajo comunitario de más de 40 años en esta frontera. Irónicamente hubo una marcada tendencia a beneficiar a niños y niñas en la comunidad parroquial de Santa María de la Montaña.
La denuncia contra el sacerdote
El 19 de diciembre de 2018 la familia de la niña, que entonces tenía 11 años de edad, presentó una denuncia ante la Fiscalía de Género en contra del sacerdote por los delitos de violación y abuso sexual, ambos con penalidad agravada.
En su declaración, la pequeña dijo que el clérigo le había hecho tocamientos desde que tenía ocho años.
Como agravante, de acuerdo con declaraciones que se han integrado al expediente del caso, el acusado tenía una relación de muchos años con la familia de la víctima.
“Este sujeto tenía una relación de amistad con la familia de la víctima desde hace 25 años, al grado que iba a su casa a ver televisión y tomar café”, señaló la abogada Leticia Valladares, integrante de la asociación Sin Violencia A.C. (Sinviac).
Dijo que víctima y presunto tenían mucho de conocerse, y por eso el factor de confianza fue muy importante para la comisión del presunto delito.
“De hecho, si no me equivoco, él bautizó a la niña”, apuntó Valladares.
Una familia devota
“Eran cristianos devotos. De la misa, la mamá iba a la parroquia a ayudar recogiendo la limosna. Toda la familia estaba integrada en la iglesia”, refirió la abogada Leticia Valladares, representante legal de una niña de 13 años que presuntamente sufrió abuso de un cura.
“A lo mejor pensaba que como la niña lo veía como una figura de autoridad, nunca iba a decir nada o que si lo decía a la mejor la mamá no le iba a creer”, comentó.
Proceso lento
Más de dos años después de presentada la denuncia, el acusado permanece en una estancia para ancianos, a la espera de que se realice el juicio oral en su contra.
La audiencia en la que se declarará si es culpable o no iniciará el próximo martes 19 de enero a las 12:00 del día.
La abogada Leticia Valladares, de Sin Violencia A.C. (Sinviac), coadyuvante en la defensa de la víctima, externó que la familia de la menor teme que por “influencias políticas” del clérigo, no se haga justicia.
Puede haber más víctimas
Valladares sostiene que lo más grave es que puede haber más víctimas; sin embargo, por el mismo temor a que no se haga justicia, no se deciden a denunciar.
“Nosotras estamos seguras de que ella no es el único caso, de que hay más casos, pero -por ejemplo- con la mamá de esta niña ella tenía el temor de que él es muy poderoso”.
“Tenía miedo de que no le fueran a hacer nada y por eso acudió a la CEAV (Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas), porque sabía el poder que el señor tiene en esta ciudad”, refirió.
Sinviac tiene confirmación de al menos otra víctima que hoy tiene 21 años y que presuntamente sufrió abuso del clérigo cuando era monaguilla, igual en la parroquia Santa María de la Montaña.
“Se me hace muy difícil creer que sea un evento aislado; de hecho en el tiempo que anduvimos investigando, sí surgió una chica; (…) ella sí comentó: cuando yo iba a la iglesia y fui monaguilla él me hizo esto, pero en una sola ocasión”.
“Se lo comentó a la mamá y no le creyó, se lo comentó a la abuelita y no le creyó. Entonces yo pienso que así debe de haber más…”, narró Valladares.
Contra el silencio
Opinó que sería bueno que se difundiera ampliamente el caso así como todos los que intervienen en el proceso.
“Quisiéramos que se difunda quiénes son los jueces y por qué se distinguen, en manos de quién está la justicia para la niña, qué tanto poder político hay aquí (…) ¿Vamos a tener un juicio realmente imparcial?”, cuestionó.
“Desde ahí yo siento que el Gobierno está empezando a mover sus hilos; (…) esa es la parte en que la sociedad civil está preocupada, si realmente vamos a tener un juicio justo”, insistió.
Reprochó el hecho de que el proceso se haya llevado tanto tiempo, incluso desde que se presentó la denuncia, ya que en casos de violación el dicho de la víctima se considera como prueba contundente.
Testigos y peritos de alto nivel
Información verificada por Norte Digital confirmó que la defensa del sacerdote presentará testigos especializados para tratar de echar abajo el señalamiento de la víctima.
Entre estos destacan Roberto Javier Córdoba Contreras, expresidente del Colegio de Psicólogos de Chihuahua, citado como perito en sicología por la defensa del acusado.
Al ser contactado para esta nota, Córdoba Contreras se excusó de hacer comentarios por impedimento legal.
En la lista de testigos también se incluye al vicario general de la diócesis de Ciudad Juárez José René Blanco Vega.
Otros testigos son el perito en sicología forense Ricardo Carrillo Franco, el ginecólogo Rodvick Bueno Solís, el sacerdote o seminarista Edgar Iván Flaco Márquez y el ginecólogo Oscar Cano Rivera.
Además se incluyen en la lista de testigos Bertha Alicia Ibarra Villagrana, Manuel Ayala Arzola, José Emilio de la Rosa Villanueva, Juan Manuel Rodríguez Martínez y Norma Sosa Sosa.
El sacerdote, preso en un asilo
Aristeo Trinidad Baca Baca, o Baca Olmos, hoy de 77 años de edad, fue detenido en la parroquia Santa María de la Montaña de Ciudad Juárez el 9 de febrero de 2019.
Desde esa fecha, el juez que conoce de la causa autorizó que se le concediera permanecer en arraigo domiciliario el tiempo que durara el proceso.
El Ministerio Público había solicitado que la medida cautelar de prisión preventiva se aplicara en el Cereso estatal número 3.
Después de pasar algún tiempo en una casa particular, el cura ingresó a un asilo de ancianos localizado en la colonia El Barreal.
Desde entonces el lugar se custodia de manera permanente por agentes de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE).
En la causa penal 114/2019 se señaló que los delitos por los que se acusa a Aristeo Trinidad son violación con penalidad agravada y abuso sexual agravado contra una niña de iniciales F.F.N.
Hoy la pequeña tiene 13 años y, junto con su familia, se cambió de domicilio.
También la cambiaron de escuela, porque en su entorno se le hacían constantes señalamientos.
Inicia el juicio contra el sacerdote
El 5 de marzo de 2020 se declaró la apertura del juicio. El 7 de diciembre del mismo año el juez notificó el inicio del juicio oral registrado bajo el número 43/2020 en contra del sacerdote Aristeo Trinidad Baca Baca o Baca Olmos, por los presuntos delitos de violación y abuso sexual, ambos con penalidad agravada.
A las 12:00 horas del 19 de enero de 2021 se realizará la audiencia de debate de juicio oral en las instalaciones de la avenida Barranco Azul, de la colonia Toribio Ortega de esta frontera.
El Tribunal Colegiado estará integrado por los jueces Florina Isela Coronado Burciaga, como tercera integrante; Arnulfo Arellanes Hernández, como redactor, y Carlos Jaime Rodríguez García, como presidente.
Afirma Ken Salazar que la frontera entre México y EU “está quebrada”
Expresó que la migración, la seguridad y el tráfico de drogas, en parte, son responsables de ese problema
Por Redacción
Disparan a migrantes con balas de gas pimienta en la Puerta 36
Cruzaron la frontera por el borde fronterizo durante esta mañana, querían entregarse pero fueron repelidos a ‘gomazos’
Por José Estrada
Senadores pedirán más Guardia Nacional en las carreteras de los estados de la frontera norte
También avanza el exhorto para mejorar infraestructura de carreteras y agilizar servicio aduanero
Por Redacción
Regresan ganado de puntos de inspección fronterizo por presencia de gusano barrenador
Los animales que no han podido cruzar comienzan a ser transportados hacia sus ranchos de origen, en espera de que se reabra la frontera para pasarlos
Por José Estrada