En otro momento en esta columna hablé de El libro de los poemas (1996), de Jorge Humberto Chávez (Ciudad Juárez, 1959), quien es poeta, tallerista y promotor cultural. En esta ocasión les hablaré grosso modo de Te diría que fuéramos al río Bravo a llorar pero debes saber que ya no hay río ni llanto, libro con el que ganó el Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes 2013. Algunos otros libros de Chávez son Bar Papillon (1999), Ángel (2009) y Un rosario de huesos (2020).
Los autores del norte, como dice Julián Herbert están muy familiarizados con la vida estadounidense, ya sea con su literatura, su cine o su cultura popular. Eso se ve en novelas, cuentos y, por supuesto, en la poesía. Justamente, este es el caso de los poemas de Te diría que fuéramos al río Bravo…, ya que como explica Jose Ramón Ruisánchez en el prólogo de la reedición, el autor emplea los versículos, mismos plasman la emoción poética de ese momento crítico en la vida nacional de la guerra contra el narcotráfico. En este sentido, el poemario de Chávez es la memoria emocional de este periodo tan crudo y desolador.
Retomo la idea de la literatura estadounidense porque el versículo no es común o incluso podría decirse que es hasta desconocido en la poesía hispánica, pero no así en la de Estados Unidos, desde el tratamiento que hizo Walt Whitman en Hojas de hierba, retomándolo de la poesía bíblica. Sin embargo, no solo se encuentra esta parte formal, sino que hay un interés constante por su música, por autores como Paul Auster o incluso por sus carreteras, ya que se ve a la voz poética en sus recorridos por ese territorio que alguna vez fue parte de México.
Desde el título Te diría que fuéramos al río Bravo a llorar pero debes saber que ya no hay río ni llanto, un versículo, por cierto, Jorge Humberto Chávez da la clave para la lectura de su libro, asistimos a la experiencia de un libro con un peso poético muy denso, nostálgico, lleno de dolor y con un profundo sentimiento de desolación. Este es un libro, además, que enseña, de manera excelsa, cómo cerrar poemas, porque sus remates son contundentes, como el peso de la crónica en que finalmente se convierte este poemario. Así que anímense a leer este magnífico libro del poeta juarense.
* Los comentarios del autor son responsabilidad suya y no necesariamente reflejan la visión del medio.
