En el caso del policía de caminos texano, que violentó la soberanía nacional, tras ingresar armado a México para tratar de detener a una mujer, quedan varias interrogantes por responder:
¿Por qué el agente aseguró que perseguía a la mujer porque estaba ebria y drogada?, ¿Cómo se percató que estaba intoxicada? ¿Por qué la Guardia Nacional desmintió al norteamericano? ¿Qué hubiera sucedido si un agente mexicano se interna y apunta a una guiadora con su pistola frente a las narices de los agentes estadounidenses?