“Las obras de modernización y mejoramiento del sistema de transporte público de Ciudad Juárez representan la inversión más importante que se ha hecho en la historia de esta frontera en materia de movilidad y transporte”.
Esas fueron las palabras con las que en enero de 2020 el entonces gobernador de Chihuahua, Javier Corral Jurado, presentó el ambicioso proyecto de construcción de nuevas rutas troncales para Ciudad Juárez.
A más de cinco meses de distancia del final de la administración corralista, cuando debió estar concluido, el proyecto sigue siendo motivo recurrente de discusiones, confrontaciones y, especialmente, de una diversidad de problemas urbanos que su construcción ha representado para la ciudad.
Entre daños y retrasos
A la fecha continúan los retrasos en la entrega de las obras, existe daño causado a la infraestructura urbana, persisten cruceros cerrados o a medio funcionar en diversos tramos, con los inconvenientes y accidentes que esto ha acarreado.
El cableado subterráneo del sistema de alumbrado en la curva de San Lorenzo fue dañado por las constructoras, y requiere de un millón y medio de pesos de indemnización, aún en proceso de negociación.
El paro realizado por choferes de la primera ruta troncal en enero del presente año, mostró, además, un serio conflicto de intereses relativos al control del fideicomiso “de Transporte Sustentable”, que revela pugnas entre su representante José María Fernández Sigala, y el director de la empresa Integradora de Transporte (Intra), Raúl Rodríguez.
Este conflicto plantea dudas sobre si una situación similar no se dará una vez que el sistema de transporte BRT 2 entre en funcionamiento.
El proyecto en sus inicios
El proyecto original contemplaba la rehabilitación, modernización y ampliación de la Ruta troncal 1, la construcción de un nuevo sistema de Bus Rapid Transit (BRT 2) con una longitud de 19.5 kilómetros, un corredor de flujo continuo, y la pavimentación de calles y avenidas para la circulación de rutas alimentadoras.
El costo original fue de más de 2 mil millones de pesos; 250 millones para la rehabilitación y ampliación del BRT 1, 600 para el corredor de flujo continuo, 250 para pavimentación y 997 millones para el BRT 2, cantidad que de acuerdo a reportes periodísticos ha requerido de nuevas y cuantiosas aportaciones.
Las obras de construcción iniciaron a mediados de julio de 2020, involucrando desde entonces a la fecha a 17 empresas constructoras.
Simultáneamente se empezó a trabajar en la rehabilitación de la línea BRT 1, donde además de la remodelación de las 37 estaciones ya existentes, se procedió a agregar 10 kilómetros más a la ruta, con la construcción de 14 nuevas estaciones.
Posturas encontradas
“La construcción del BRT 2 es la peor tragedia vial que le ha podido pasar a Ciudad Juárez; desde enero de 2020 en que empezaron las primeras fases del proyecto lo señalamos, y lo vemos reflejado en los problemas que desde entonces ha traído para la ciudad”.
Así expresa su sentir el activista y académico Ricardo Melgoza, administrador de la página de Facebook “No al carril confinado”, quien dice no estar en contra de la modernización del transporte, pero sí al proyecto propuesto y echado a andar por la pasada administración estatal.
Tráfico estancado, obras mal planeadas y mal ejecutadas, carriles que se reducen o se amplían arbitrariamente, paraderos ya deteriorados antes de ser usados, actos de corrupción y, especialmente, accidentes que no tenían por qué ocurrir son, entre otros, los aspectos que destaca Melgoza como muestra de las irregularidades que esta obra representa.
“Los materiales que se utilizaron para construirla son de mala calidad, muchas estaciones ya presentan deterioro, vialetones rotos, pintura que ya se borró, y ya no hablemos del espesor del pavimento hidráulico”, señala.
Con sarcasmo y enojo simultáneos, apuesta a que si bien va a tardar algo en verse, cuando el sistema entre en operación no va a pasar de un año en que muchos de los tramos del carril confinado empiecen a presentar grietas.
Postura contraria es la que muestra el actual representante de la Coparmex en Ciudad Juárez, José Mario Sánchez Soledad, para quien esto representa la oportunidad de cristalizar el sueño de que todas las rutas de transporte se integren en un solo y eficiente sistema.
“Le pedimos al Gobierno del Estado que no permita retroceso porque ya muchos transportistas están comprometidos con esta idea de un sistema integral de transporte con equipo digno para los juarenses”, expone.
Considera que si bien se trata de una intención a largo plazo, que requiere primero de la conclusión de las obras y el paulatino proceso de sustitución y compra de unidades adecuadas, el sistema bien puede comenzar a prestar servicio en los tramos del BRT 2 ya concluidos.
“Yo creo que es cuestión de días o semanas que se pueden hacer aunque aún faltan ciertas decisiones trascendentales que el gobierno debe tomar y que son las que están frenando esto que, indudablemente será de beneficio para la ciudad”, expresa.
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