La estudiante de Criminología María Guadalupe Pereda Moreno, de 19 años de edad, debe ser juzgada por el homicidio de su pareja, el abogado Carlos Balderas Castañeda, con perspectiva de género, como lo señala la sentencia del Campo Algodonero de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, destacó el abogado Santiago González, de la Red Mesa de Mujeres.
Tras un continuo ataque por parte de un hombre que de acuerdo con el examen toxicológico había consumo alcohol, cocaína y mariguana, y que la estaba amenazando con un arma de fuego, la juez de Garantía no atendió el impacto diferenciado que genera un delito en contra de una mujer, dijo quien se unió a su defensa junto al abogado Jacobo Flores.
“Desafortunadamente hemos conocido otros casos muy similares, en los cuales las mujeres no alcanzaron a defenderse y que Guadalupe esté detenida es un mensaje muy lamentable por el Supremo Tribunal de Justicia, que está castigando a una mujer que logró sobrevivir a un ataque”, señaló González.
Dijo que María Guadalupe, quien vivió por dos años una relación violenta con Balderas Castañeda, se encuentra muy temerosa y tiene mucha desconfianza en el sistema judicial.
“Nosotros vimos que era un caso que configuraba la violencia tanto de género como una violencia institucional, debido a cómo tomaron, vieron y resolvieron el proceso las autoridades. Por ese motivo decidimos acercarnos”, explicó el integrante de la Red Mesa de Mujeres.
González argumentó que “una mujer no puede repeler el ataque de la misma forma que un hombre. Una mujer no podría, por ejemplo, desarmarlo o hacer una defensa tímida porque eso generaría una ataque más agresivo en contra de ella. Tiene que realizar un ataque contundente, porque si no va a provocar un daño peor en contra de ella”.
El arma con la murió Balderas Castañeda el pasado 14 de octubre fue su propia arma, con la que la estaba agrediendo a ella.
María Guadalupe estudia Criminología, y momentos antes del ataque estuvo haciendo una tarea con sus compañeros, quienes aseguran que él llegó y en un acto de celotipia la agredió frente a ellos.
La juez Yora Ochoa Contreras valora que es un homicidio porque hubo un momento en el que él dejó el arma para asegurar la puerta, y fue cuando ella agarró el arma.
“La juez dice que cesó el ataque y ya no fue en legitima defensa, sin tomar en cuenta que estaba privada de la libertad, y no podría decirse que ya había cesado el ataque”, apuntó.
El 21 de octubre pasado fue vinculada a proceso por el delito de homicidio simple, con un periodo de investigación de cuatro meses, de los cuales ya transcurrió uno.
A finales de febrero se buscará acreditar la legitima defensa con perspectiva de género y atendiendo el impacto diferenciado que genera el delito, elementos que tiene que valorar el juez para darse cuenta que no tenía otra opción para salvar su vida, concluyó González.