Mientras que Gobierno del Estado arreció las clausuras en centros deportivos; esta semana se apreció que a restaurantes-bar de zonas como el paseo de la Victoria se les tolera el exceso de aforo y la falta de mediadas contra el Covid-19.
Esta semana, y en los días previos al 25 de diciembre, los comensales ingresaron a compartir las tertulias de tarde-noche y también a las 23:00 horas, sin ningún control sanitario en las puertas.
La distribución de mesas, sillas y servicios alternos, no tuvieron ninguna modificación para prevenir contagios por Covid-19, virus produce la enfermedad SARS-CoV-2. Además, se observó que no había ningún encargado vigilara su cumplimiento.
La sana distancia entre mesas y entre clientes ubicados tampoco se respeta. Todo esto ocurre con la tolerancia no solo de los propietarios del lugar, sino de la Secretaría de Salud.
Esta práctica, ajena a las disposiciones legales, propias para la contención de la pandemia, se realiza desde el primer decreto publicado en el Periódico Oficial del Estado, en el que se aplicó luz roja.
Norte Digital realizó esta un monitoreo para documentar la laxitud de Gobierno del Estado en la aplicación de las prohibiciones a este tipo de negocios. Muchos de ellos se disfrazan de restaurantes, a pesar de que el consumo de alcohol es la actividad principal.
De forma paulatina, inspectores de la Comisión Estatal Para la Protección de Riesgos Sanitarios, relajan los controles también en los grandes almacenes. Actualmente ya se dan las primeras aglomeraciones de clientes, una vez iniciado en el año nuevo.
En otros servicios públicos, como el transporte, también se observa el hacinamiento en terminales y a bordo de las unidades. Las imágenes clásicas de saturación de pasajeros ya están regresando.