Ricardo Elizondo Elizondo (Monterrey, Nuevo León, 1950-2013) fue un historiador y narrador mexicano que escribió desde su terruño y se dio a conocer sin migrar hacia el centro del país. Elizondo Elizondo estuvo a cargo del Archivo Histórico del estado de Nuevo de León y después de la Biblioteca Cervantina del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM). Cuenta con alrededor de 40 libros de historia, con un par de obras de teatro, dos libros de relatos: Relatos de mar, desierto y muerte (1980); y Maurilia Maldonado y otras simplezas (1987); así como cuatro novelas: Setenta veces siete (1987), Narcedalia Piedrotas (1993), Los talleres de la vida (2013) y Santa Teresa de las Golondrinas (2018).
En esta ocasión les hablaré de Narcedalia Piedrotas. Esta novela narra la historia de un personaje literario superinteresante, quien da justamente nombre a la obra: Narcedalia Vega, a quien los pobladores de Perdomo le cambian el apellido por Piedrotas, luego de que vengara las burlas hacia su padre con sendas pedradas. En la novela se da cuenta de la historia de Perdomo, pueblo del norte de México, desde su fundación y su proceso histórico; Perdomo es un pueblo ficticio, pero que tiene aspectos que recuerdan varias ciudades de los estados norfronterizos; aunque no es el tema principal, también aparece el narcotráfico y por la época en que se publicó, se trataría de las primeras novelas en hablar del asunto.
Narcedalia Piedrotas es una mujer gorda y fea, tiene la carne fofa, los ojos turnios y un camino de pelo que le recorre la columna; sin embargo, es muy inteligente, ágil y calculadora. La familia Vega es la más rica del pueblo y poco a poco Narcedalia se va volviendo más poderosa y rica, casi se apropia de todo Perdomo. A ella la acompañan otros personajes importantes como su esposo Valentín, el Venado, un hombre muy guapo que es casi un adorno, también Víctor, el hijo de ambos; además está Sergio, el Cerillo, el médico del pueblo, Juana Maura, el Chino Guango, las Cuchillonas, prostitutas del lugar. Elizondo Elizondo juega en esta obra con la idea del “pueblo chico, infierno grande”, lo cuenta desde el humor y con una gran prosa. Cuando me preguntan cuál obra recomendaría para iniciar la lectura de este gran escritor del norte, siempre les digo que empiecen con Narcedalia Piedrotas, para que conozcan su estilo y disfruten de una gran novela. Así que aquí está también mi sugerencia.
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