Antes del Jueves Negro hubo ataques violentos contra la ciudad, para distraer a las autoridades; todos ellos han estado vinculados al mismo grupo criminal
Teófilo Alvarado | 14 agosto, 2023
Las bandas criminales que operan en Ciudad Juárez tuvieron dos ensayos de terrorismo contra la sociedad civil, primero el 6 de noviembre de 2019 y luego el 13 de enero del 2022, con la diferencia de que en esas ocasiones no hubo víctimas mortales como en el Jueves Negro del 11 de agosto de ese mismo año.
En el primero de los casos, Jesús Eduardo Soto Rodríguez, alias El Lalo, entonces líder de Los Mexicles, ordenó generar varios incendios en la ciudad, por lo que resultaron quemados 15 vehículos, entre ellos 10 camiones de transporte público y cinco vehículos particulares.
Ese miércoles 6 de noviembre, el Gobierno estatal pretendía trasladar a El Lalo, a un penal de máxima seguridad, desencadenando con ello varios ataques simultáneos contra varios objetivos para desactivar la intención.
Hombres armados rociaron gasolina, por ejemplo, a un camión de transporte de maquila y le prendieron fuego, algunos trabajadores resultaron con quemaduras.
Con esa acción, El Lalo logró su objetivo, no lo movieron.
Otro mini Jueves Negro
Posteriormente, una supuesta disputa entre bandas del crimen, provocó que el jueves 13 de enero del 2022, en el lapso de aproximadamente una hora, incendiaran cinco camiones de transporte, cuatro vehículos particulares, así como una antigua caseta de la Policía Municipal y una tienda de conveniencia. De nueva cuenta las quemazones ocurrieron en diferentes rumbos.
Las personas que iban a bordo de las unidades fueron “invitadas” amablemente o a gritos para que descendieran de las unidades, luego de lo cual los atacantes les lanzaron bombas molotov y las quemaron.
No traían la orden de lesionar a los ciudadanos, sino únicamente de sembrar el caos.
Los mensajes difundidos en redes sociales y en grupos de WhatsApp eran de resguardarse, de protegerse, de no salir a las calles, porque podrían ser víctimas de las balas o el fuego.
Fue así como el terror empezó a lacerar a los juarenses en sus vidas ordinarias.
Fueron novedosas ese tipo de acciones en el municipio, quedando inaugurada una nueva forma de violencia que perfeccionaron el 11 de agosto de 2011, cuando de manera macabra mataron a 10 personas inocentes que realizaban sus actividades ordinarias en las calles de la ciudad.
Inspirados en el Culiacanazo
En otras latitudes de la República Mexicana hay antecedentes de los llamados narcobloqueos desde muchos años antes, aunque en el norte del país el antecedente más inmediato de acciones similares sería el fenómeno conocido como Culiacanazo, que también fue un jueves, justo el 17 de octubre de 2019.
Fue el día en que cientos de sicarios tomaron la ciudad de Culiacán para obligar a la Secretaría de la Defensa Nacional a que liberara al narcotraficante Ovidio Guzmán, al cual ya tenían capturado.
Se contabilizaron en esa ocasión ocho muertos (entre ellos un civil), así como 16 heridos, 19 bloqueos de calles, 14 enfrentamientos, así como 8 soldados capturados y liberados. Además 68 vehículos militares con impactos de bala y agresiones contra el Cuartel Militar en Culiacán y la sede del C4 del estado. Se reportó incluso la fuga de 51 presos del penal de Aguaruto.
El Neto controla
Así con esos antecedentes de narcoterror los criminales avanzaron en su escala de violencia.
El 11 de agosto de 2022, el criminal Ernesto Alfredo Piñón de la Cruz, alias El Neto, líder de la pandilla conocida como Fuerzas Especiales de Los Mexicles, sembró el caos en la ciudad para poder escapar de la cárcel. En esta ocasión los blancos también fueron los ciudadanos.
Durante los años en que El Neto estuvo privado de su libertad, intentó fugarse en varias ocasiones, hechos en donde llegó a perder uno de sus ojos.
De acuerdo a los antecedentes, autoridades penitenciarias intentaron trasladar a El Neto del Cereso Estatal 3 a otras cárceles de alta seguridad, sin embargo, logró evitarlo gracias a la tramitación de amparos.
Finalmente logró su fuga el 1 de enero del 2023. Un total de 30 reos encabezados por él abandonaron la prisión, aprovechando el relajamiento de las corporaciones policiacas y las balaceras de fin de año.
Un comando irrumpió en el Cereso local y se lo llevó, aunque primero hubo fiestas y ataques contra custodios, diez de los cuales fueron brutalmente asesinados adentro del penal.
A la fecha permanecen evadidos cuatro de los reos.
El Neto no regresó al Cereso, ya que murió en un enfrentamiento con las fuerzas del orden, cuando intentaba escapar en un auto blindado el 5 de enero de 2023, en el cruce de Perimetral Carlos Amaya y calle Cartagena.
Tenía una sentencia de más de 200 años de prisión. Piñón de la Cruz solo tuvo cuatro días de libertad, antes de caer abatido.
Vidas Trastocadas
Juarenses padecen narcoterror desde el 2019
Antes del Jueves Negro hubo ataques violentos contra la ciudad, para distraer a las autoridades; todos ellos han estado vinculados al mismo grupo criminal