PARTE II
Ese paciente llamado Juárez
Imagine que la ciudad es un paciente y está muy enfermo, pero puede salvarse, aunque requerirá recursos extraordinarios para poderlo intervenir. ¿Qué haría usted por su ser amado? ¿Lo ayudaría, o simplemente dejaría que muriera?, cuestiona activista
Por Mauricio Rodríguez
Imagine que un ser querido suyo, el más querido, padece un mal de salud que requiere de atención inmediata. Que esta enfermedad le lleva de manera precipitada a la sala de urgencias, donde los médicos le informan que se trata de un mal que ya tiene años y que ha contaminado su cuerpo, un padecimiento que debió ser atendido antes de llegar al extremo en el que hoy está.
Ese cuerpo médico le informa en la sala de espera de emergencias que aunque dolorosas y largas, aún existen posibilidades de salvar a su pariente, pero requerirá recursos extraordinarios para poderlo intervenir y continuar su tratamiento. ¿Qué haría usted por su ser amado? ¿Lo ayudaría, o simplemente dejaría que muriera?
Con la analogía anterior, es como el ingeniero Andrés Carbajal Casas resume la múltiple problemática que de manera añeja adolece Ciudad Juárez, donde el crecimiento desordenado, la falta de servicios públicos elementales y la corrupción e intereses ajenos a su desarrollo, han marcado, desde su perspectiva, el rumbo caótico que hoy la mantiene inmersa en crisis y abandono.
Aunque aún existen posibilidades de salvar la ciudad, esta requiere de la atención urgente a los problemas de drenaje, pavimentación y transporte, por mencionar tan solo algunos, por medio de programas que atiendan en verdad sus necesidades y sobre todo, generen un cambio en la mentalidad del ciudadano, señala Carbajal Casas.
¿Qué le duele a Juárez?
¿Qué le duele a Juárez?, reflexiona Andrés Carbajal, quien fue presidente del Comité de Planeación y Desarrollo de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez y uno de los directores fundadores en institutos, quien sin titubear resume en una sola palabra: Todo.
Y esto ocurre, dice, porque nunca se ha atendido. Si lo vamos a ver en términos médicos, Juárez ha sido un paciente sin servicio médico a lo largo de toda su vida, sin tratamiento preventivo ni correctivo, simplemente con algunos paliativos, y eso pues nos demuestra la gravedad del problema, agregó.
Con la explosión del desarrollo, lo que hizo ese cuerpo fue crecer desordenadamente, sin ningún control, sin ninguna disciplina, sin ninguna regla y como resultado qué tenemos, una masa amorfa que pretende llamarse ciudad, pero que hoy carece de toda la infraestructura, todas las características que debe concebir una ciudad, afirmó.
Entre el “desarrollo” y el caos
Para entender las interrogantes de la ciudad, ¿qué le duele a Juárez?, ¿qué le falta a Juárez? y ¿qué debemos esperar de nuestros nuevos gobernantes? Hay que echar una mirada al pasado, reconocer cada uno de los aciertos y escollos que han tenido que sortearse a través del tiempo. En este terruño, donde la misma historia dividió a un pueblo en dos países diferentes y lo convirtió por sus lazos inquebrantables en una misma comunidad.
Con nexos muy entrañables, características muy similares en materia cultural, pero a la vez tan disímiles en materia de oportunidades de crecimiento económico y desarrollo social, urbano y educativo, las ciudades hermanas de Juárez y El Paso crecieron de manera dispar.
La ciudad tiene un crecimiento desordenado con asentamientos humanos irregulares
Mientras la vecina ciudad de Texas fue trazada conforme a planes urbanísticos, la Heroica Ciudad Juárez, antigua Paso del Norte, cabecera del Municipio de Juárez, se ha caracterizado por la manera desordenada en la que se ha dado su crecimiento territorial, con asentamientos humanos irregulares promovidos por intereses políticos y empresariales y aceptados por la necesidad de su gente.
Especialistas y académicos analizan el fenómeno del caos en el que se encuentra la ciudad, la grave omisión en materia de infraestructura urbana que mantiene a la ciudadanía al borde de la histeria.
También analizan los intentos que se han tenido por las administraciones pasadas para implementar nuevos modelos de ciudad y los retos que han de enfrentar los gobiernos nacientes para afrontarlos.
Por un lado, los expertos consideran la implementación de un modelo industrial que atendió sus necesidades, y no a las de sus habitantes, como una de las causas del origen del caos, en el que a la par, los intereses de políticos y grupos empresariales mantuvieron a su merced el desarrollo, sin importar las consecuencias de desabasto en servicios e infraestructura y el desequilibrio social.
Los expertos consideran la implementación de un modelo industrial que atendió sus necesidades, y no a las de sus habitantes, como una de las causas del origen del caos
Para abatir el rezago en materia de infraestructura y servicios elementales como drenaje, pavimentación e infraestructura urbana, entre muchos otros, se requeriría el presupuesto de 60 mil millones de pesos. Considerando que anualmente el Municipio usa 5 mil 500 millones, requeriría del total de su recurso de aproximadamente 11 años, sin destinar ni un solo peso al gasto corriente del Gobierno local, ni a ninguno de sus programas o direcciones.
Hay quienes consideran que esa cifra está muy por debajo de la realidad y que Juárez requiere una inversión superior a los 250 mil millones de pesos, si lo que se quiere es acabar con el problema de rezago de fondo. En ambos casos, no existe tal recurso y suena inalcanzable para la administración de 3 y 6 años, de los Gobiernos municipal y estatal, respectivamente.
Se requieren de alternativas y propuestas –algunas de ellas están presentes en la voz de los especialistas entrevistados–, para mantener a Juárez fuera de esa tenue línea que divide el desarrollo del caos.
Juárez: el laboratorio urbano, la ciudad de los grandes retos
Ciudad Juárez ha sido una ciudad que ha tenido grandes problemas con su crecimiento y todo por la falta de entendimiento primero, y después, de atención de las administraciones, no tan solo municipales y estatales, sino también federales, refirió Álvaro Roberto Manuel Mora Palacios, director del Instituto Municipal de Investigación y Planeación al plantearle cuáles son las principales dolencias que padece esta tierra.
“Juárez ha crecido sola, ha crecido por méritos propios para bien o para mal”, agregó.
La herencia del desarrollo acelerado nos dejó
A nivel nacional, esta ciudad ha sido utilizada como laboratorio y la implementación del modelo industrial de la maquiladora no fue la excepción, refiere el especialista, quien marca este punto histórico, a principios de la segunda década del siglo 20, como el momento en el que de ser una ciudad pequeña, Juárez comienza el boom del crecimiento.
Es esta época cuando se dan las grandes invasiones al poniente de la ciudad, en zonas de alto riesgo que son promovidas por terratenientes y líderes sin escrúpulos, y pese al peligro que representan, comienzan a poblar las faldas del la sierra de Juárez, incluso sobre arroyos y espacios inundables, en condiciones infrahumanas.
Así ha crecido la ciudad
Juárez pasó de ser una ciudad pequeña a convertirse en un municipio con 1 millón 512 mil 450 habitantes. El siguiente mapa muestra el crecimiento acelerado de la urbe del año 1984 a 2020.
Así pues, entre los rezagos históricos que trajo este desarrollo acelerado, se pueden contar los problemas de movilidad y de transporte, la falta de pavimentación en más del 30 por ciento de las calles, la pésima calidad del pavimento que se ha utilizado en muchas de las calles ya pavimentadas y que hoy en día se mantienen llenas de baches y verdaderos cráteres.
A lo anterior se suman el deficiente servicio de recolección de basura, la falta de alumbrado en colonias, la carencia de infraestructura urbana (parques, centros de salud, escuelas, seguridad pública), así como la falta de un drenaje pluvial, entre muchos otros problemas que aquejan a la ciudad.