“Esta es mi vida. De aquí yo quiero salir en un ataúd” y “aquí quiero morir”. Esos fueron los mensajes que expresaron los sacerdotes jesuitas Joaquín César Mora Salazar y Javier Campos Morales al provincial Luis Gerardo Moro Madrid. Así lo platicó durante el servicio religioso realizado en honor a las víctimas de asesinato en Cerocahui, municipio de Urique.
La misa tuvo lugar el pasado 25 de junio en el templo Sagrado Corazón de Jesús en la ciudad de Chihuahua. Ahí se reunieron personalidades políticas, personas de comunidades indígenas y otros integrantes de la comunidad católica.
Ahí, el líder religioso de la comunidad jesuita en México, Moro Madrid, dio un mensaje en la homilía del servicio, en el que llamó a conformar una cultura de “reconociliación y amor […] México necesita la justicia y la reconciliación”.
Además, llamó a no olvidar. “Imploro a Dios […] que nos dé la gracia de la memoria histórica” y enlistó que no se debe olvidar que en menos de 60 años hay registradas 100 mil personas desaparecidas, 122 mil asesinatos; que hay control territorial por parte del crimen organizado”.
Cerocahui era casi desconocido hasta el triple asesinato
Dijo que debido a los asesinatos de los sacerdotes Javier y Joaquín y el guía turístico Pedo Palma, se logró que el mundo se enterara de Cerocahui.
“Hermoso lugar lleno de contrastes, es como un paraíso pero que se ha corrompido por la pobreza, la injusticia, la violencia, el hambre, la falta de recursos médicos, de apoyo educacional”.
También señaló que los jesuitas “no nos vamos a salir de la sierra Tarahumara. Queremos estar con nuestros pueblos indígenas”, y llamó al diálogo para la construcción de paz, desde la sabiduría de los pueblos indígenas; la fuerza de las familias víctimas de violencia, “de hombres y mujeres honestos y de las organizaciones sociales y educativas que buscan el bien común”.
Los sacerdotes jesuitas Joaquín César Mora Salazar y Javier Campos Morales fueron asesinados el pasado 20 de junio en las instalaciones de la parroquia en que servían, en el poblado de Cerocahui, municipio de Urique, Chihuahua.
Según la versión oficial, estos fueron finados luego de intervenir a la llegada del presunto responsable con otra víctima, Pedro Palma, guía turístico, al lugar.
El asesinato múltiple se volvió noticia de alcance internacional, lo que resultó en un operativo de seguridad para dar con la persona responsable.
De acuerdo con información publicada en Milenio, al menos 50 sacerdotes católicos han sido asesinados en México en los últimos tres sexenios, siete de ellos en lo que va del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
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