Gustavo Díaz Ordaz fue un hombre formado en los exabruptos y mentadas de madre de Maximino Ávila Camacho. El hermano incómodo de “El Presidente Caballero” lo usaba de achichicle, secretario, mensajero, cuentachiles, amanuense, quítame estas pajas, y lo que se le ofreciera al cacique poblano.