Tal parece que el Instituto Nacional de Migración (INM) ha elegido a Juárez como una especie de refugio para funcionarios señalados por haber cometido abusos y violaciones a los derechos humanos.
Ahora le tocó el turno a Uriel de Jesús Moreno Castro, quien pinta para quedar al frente del INM en Juárez, pese a haber dejado una estela de acusaciones y hasta recomendaciones de la Comisión de Derechos Humanos de su estado natal, Hidalgo.
Según nos cuentan desde aquel estado, donde ejerció el cargo de comisario de la Agencia de Seguridad durante la administración del gobernador Omar Fayad, su hoja de servicio está repleta de casos de abuso en el uso de la fuerza. También por omiso y pasalón, al dejar que sus agentes hicieran y deshicieran.
Los reclamos hacia al nuevo “enviado” del mandón del INM, Francisco Garduño Yáñez, alcanzan actuaciones negligentes de agentes bajo su mando que le costaron la vida a un manifestante.
Fue en el año 2021 cuando los “muchachos” de Moreno Castro reprimieron con bombas de gas lacrimógeno a manifestantes del poblado de Xuchitlán, en Hidalgo, lo que causó un incidente lamentable en el que el joven Leobardo Hernández Regino perdió la vida a causa del golpe que recibió tras el disparo de una lata de gas, detonado por la Policía que comandaba nuestro nuevo jefe del INM.
Ante los hechos, en junio de 2021, la Comisión de Derechos Humanos de Hidalgo emitió una recomendación a la Secretaría de Seguridad Pública estatal (SSPH), al considerar que los policías excedieron su fuerza al disuadir a los manifestantes, lo que provocó un traumatismo craneoencefálico severo contra el ciudadano Leobardo Hernández.
Moreno Castro permaneció en el cargo hasta hace poco, tras la salida del cargo de su jefe, Omar Fayad.
Cuando fue comisario, solía vestir uniforme camuflado y lucir insignias similares a las de los militares, aunque más parecen de esos premios que salen en la caja del cereal.
Por lo visto, Garduño quedó tan enojado con Juárez después de la desgracia que su propia gente causó en la estación del INM, que ahora nos manda a lo más granado de su personal.
Antes, nos había mandado a Jorge Alejandro Palau “El Pateador”, quien tiene también acusaciones por cometer abusos, y una recomendación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos que pesa sobre su espalda.
También recibimos “con los brazos abiertos” a Esther Martínez Zúñiga para que ocupe la Oficina de Representación del Instituto Nacional de Migración (INM), pese a existir señalamientos de que participó en actos de tortura.
Ahora nos manda a un hidalguense a hacerse cargo de una dependencia que siempre había tenido al frente a un ciudadano de Chihuahua.
Viendo así las cosas, tal parece que el señor Garduño es el enojado, cuando debería ser el que diera la cara por la tragedia ocurrida en las instalaciones bajo su cargo, donde murieron 40 personas.
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En el caso del PAN contra Cruz Pérez Cuéllar, el Tribunal Estatal Electoral tuvo que emitir un fallo en contra de sí mismo.
Así, como se lee, porque en la resolución que tomó el pasado 12 de marzo, relativa a las denuncias presentadas por el partido blanquiazul contra el alcalde de Juárez, tuvieron que revertir la exoneración que antes le habían extendido.
De acuerdo con ese fallo, se declara la existencia de la infracción relativa a actos anticipados de campaña en beneficio de Cruz Pérez Cuellar, en su carácter de presidente municipal de Juárez, Chihuahua.
¿Qué fue exactamente lo que hizo? Según el resolutivo, mandar pintar tres bardas en distintos puntos de la ciudad con el letrero #QueSigaCruz, escrito con letras de colores guinda y negro, sobre un fondo blanco.
¿Era propaganda subliminal, por aquello de que contenía los colores de Morena?
Antes, el mismo Tribunal Electoral había desechado la denuncia y dejado sin efecto la sanción contra el alcalde.
Sin embargo, tras el fallo del martes pasado, se dejó sin efecto la “inexistencia de las infracciones relativas a promoción personalizada y uso indebido de recursos públicos atribuidas a Cruz Pérez Cuellar”.
Dicho de manera coloquial: que siempre sí fue él, pues.
En ese caso, se le dio vista al Órgano Interno de Control de Ayuntamiento de Juárez para que en el ejercicio de su potestad determine lo que a Derecho corresponda.
También se le informó a la Unidad Técnica de Fiscalización del Instituto Nacional Electoral de las dos bardas denunciadas que se acreditaron como actos anticipados de campaña.
Y, poca cosa, se le sancionó por cometer actos anticipados de campaña y efectuar actividades partidistas en horas de trabajo, por andar acompañando a la candidata a la presidencia de la República, Claudia Sheinbaum, en su gira del miércoles 3 de marzo.
Así que, siempre sí va el coscorrón. Ahora falta ver qué resuelven los otros órganos para conocer los alcances de la sanción a Pérez Cuéllar.
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Prácticamente ya quedó el registro de los candidatos a diputados que buscan llegar al Congreso del Estado por la vía fácil, es decir, por las listas partidistas para los espacios “pluris” o de representación proporcional.
Algunos nombres de los que de esa forma aseguran el cobro de su sueldito mensual de al menos cien mil pesillos con todo y arrimadijos, ya se esperaban, pero otros cayeron de sopetón en las arenas internas partidistas.
Así es en el caso de José Luis Villalobos García, un joven priista desconocido en Chihuahua, pero muy cercano a los operadores de Alito Moreno, el dirigente nacional del PRI que logró colocar a uno de sus “pollos” en el estado donde sus fieles alfiles, Chela Ortiz y Alex Domínguez, controlan y dominan al expartidazo.
La lista registrada por el PRI ante el Instituto Estatal Electoral la completan Janneth Montes López, Isela Aldonza González Amador, Jorge Ornelas Aguirre, María Luisa Bustillos Gardea y Andrés de la O Ayala, en ese orden mencionado.
Lo que se sabe es que Villalobos ya opera en el CEN para Alito, a cargo de la comisión de registro partidario. Es del mismo equipo de Pablo Angulo, otro joven campechano de las confianzas del dirigente nacional que también llegará al Senado por la vía fácil.
De la número dos en la lista, Janneth Montes López, lo que se conoce es que anteriormente operó para Alex LeBarón, quien ya chapulineó a Morena, por lo cual también hay más de dos inquietos en el PRI por ese vínculo, aunque además tiene antecedentes de trabajo cenecista con líderes del sector campesino.
Al menos, en descargo del expartidazo, podemos decir que su dirigente estatal, Alejandro Domínguez, no se autoapuntó en la lista “pluri” y se lanzó a ganarla a golpes de suela.
Lo malo, para esas nuevas figuras del priismo, es que nada más son 11 diputaciones por la vía de representación proporcional, y los primeros en servirse serán el PAN y Morena. A ver qué les cae.
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Por el lado de Morena, no sorprendió tanto, pero sí generó algunas ronchas entre los morenistas puros, la aparición en el primer lugar de la lista de la exdiputada por el Partido Verde, Brenda Ríos, quien vio la luz en la 4T de la mano de esposo expriista, Alex LeBarón.
Brenda ya es segura diputada en el Congreso del Estado, allá en la época de César Dee Jay, cuando el legislativo le aprobaba hasta la risa al entonces mandatario.
Fue ahí donde coincidió con el entonces diputado priista Alex Le Barón, con quien inició una relación sentimental que terminó en matrimonio cuando ambos aún eran legisladores.
Por su perfil de ambientalista y exdelegada de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), ya había conectado hace rato con Claudia Sheinbaum, la hoy abanderada presidencial, además de que hizo arreglos para operar en Chihuahua desde la precampaña, por medio de la secretaria de Bienestar, Ariadna Montiel.
De Montiel, también viene el impulso para los siguientes dos nombres en la lista “pluri”: Luis Rascón y Jael Argüelles.
La joven Jael podrá retener el asiento en el Congreso después del encontronazo que tuvo con el PT, partido que la hizo diputada y al cual renunció, no sin hacer una serie de graves acusaciones contra la familia Aguilar que, por cierto, es aliada de la 4T.
Rascón es un militante y consejero estatal de 26 años, originario de la ciudad de Chihuahua.
En cuanto al PAN, lo que más llamó la atención es que la lista no se reservó para alguna figura de relevancia o ampliamente conocida. El primer lugar quedó para Silvia Margarita Alvídrez Valles, la secretaria general del Comité Directivo Estatal.
El segundo sitio fue para Diana Ivette Pereda Rodríguez, quien ya es diputada local por la vía de la representación proporcional. O sea, que repetirá, aunque no haya tenido alguna participación destacada.
Completan la lista, Jorge Carlos Soto Prieto, un exdiputado local y Joel Guillermo Bustillos Ramírez, quien ya fue alcalde de Guazapares, en la mera Sierra Tarahumara.
El registro de candidaturas cierra oficialmente hoy, luego de que el plazo se amplió un par de días, tiempo que aprovecharía Movimiento Ciudadano para arreglar todo su desastre interno y acordar el reparto de las posiciones seguras.