Luego de que rompieron lanzas la síndica de Juárez, Esther Mejía, y el alcalde Cruz Pérez Cuéllar, empezaron los bloqueos de la Administración en torno a los distintos trámites que debe de hacer la Sindicatura, en cuestiones tan básicas como los movimientos de personal.
Supo este Don que, a la malagueña, se están paralizando bajas y altas de personal sin consideración alguna para el cargo de la síndica, quien fue electa bajo voto popular.
El asunto es que la Sindicatura no tiene ninguna autonomía administrativa ni financiera para operar. Nada se mueve si no quieren en el despacho principal de la Presidencia Municipal o en las dependencias que centralizan los dineros y las contrataciones.
El control es total, hasta para que se autorice surtir el papel de baño. Literal. Oficialía Mayor, Tesorería, Patrimonio, cualquier dependencia que tenga que ver con personal, bienes y servicios, se puede dar el lujo de ningunear a la Sindicatura, con más ganas si hay encargo desde el despacho del alcalde.
Antes eran “amiguis”, pero cuando la síndica se ilusionó con ser la candidata de Morena a la alcaldía, enderezó sus baterías contra el alcalde, con señalamientos públicos y observaciones sobre el manejo de los recursos y los bienes municipales.
Cuando no cuajó su proyecto, Morena le dio todo el “power” a Cruz y ni siquiera se le consideró para repetir en la Sindicatura, la cosa se puso peor. Tronó Mejía contra las dirigencias morenistas y apareció como candidata de Movimiento Ciudadano.
Así que ya está cantado que ahora sí vendrán varias denuncias penales contra el alcalde y algunos de sus funcionarios.
Quién sabe cómo se vayan a poner las cosas, porque ya se preparan esos expedientes que tienen que ver con la serie de omisiones y negligencias en temas como la rescisión del contrato a Poliplaza Médica (para el servicio médico a empleados municipales) que implicó un quebranto de 130 millones de pesos.
También está el caso de la operación irregular de la casa de cambio Dollar 2 Go en terrenos de El Chamizal, donde supo Mirone que hay más elementos para una nueva denuncia.
Hay además otros casos relacionados a desincorporaciones de terrenos municipales y unos pendientes respecto a los acuerdos y negocios con PASA, la empresa que tenía la concesión de la recolección de basura.
Así que la relación Sindicatura-Presidencia, se puede poner todavía más tensa.
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Desde chihuahuitas tierras nos llega el chisme de que el magno evento grillo-cinematográfico no llegó ni a matiné de cine de pueblo.
El estreno del documental “La Farsa”, dirigido por Gilberto Mauricio Romero, no tuvo el “sold out” que esperaban los organizadores, ni mucho menos terminó en la manifestación de apoyo al duartato y a las “víctimas” de la “Operación Justicia para Chihuahua”.
Presentado en una cadena de salas de cine muy venida a menos, a media mañana y ante una escasa concurrencia de grillos, el documental abunda en las mismas cantaletas que ya hemos escuchado cual si fuera la música de espera de un conmutador.
Que si los torturaron, que si el Gobierno de Javier Corral la enderezó contra ellos porque “les tenía envidia”, que si, al final, salieron absueltos y un largo etcétera.
El filme inicia con las imágenes captadas en el Senado de la República, cuando el entonces gobernador tuvo un enfrentamiento verbal con el senador Javier Corral.
El senador acusaba al góber de corrupto y este se la devolvió, con el recordatorio de que uno de sus hermanos estuvo en la cárcel, en Estados Unidos, por narcotráfico.
Luego, imágenes de lo que fue la “Casa de Gobierno”, en avenida Zarco y 36ª, de la ciudad de Chihuahua, que alguna vez fue vivienda el gobernador Dee Jay , lugar donde festejó su cumple número 50 con la amenidad de Juan Gabriel, acompañado de la clase política de la época.
Para efectos de la narración, la imagen de esa casa se proyectó como el sitio donde eran llevados los inculpados para someterlos a horas y horas de interrogatorios y tormentos psicológicos –dicen ellos– e incluso físicos.
Algunas de las escenas están dramatizadas, muy al estilo “Con un nudo en la garganta”, mientras hablan simulan con actores y actrices situaciones. Solo faltó que dijeran “¡Pepe el Duarte es inocente!”
El director, nos contaron, afirmó que cubrió el costo de la producción con su propio pecunio, y que recibió amenazas para que no se metiera con la 4T.
No dijo quién, ni cuándo, ni en qué consistían las consecuencias si es que llegaba a mentar el nombre de los “padres-madres fundadores” del partido guinda y blanco.
Eso sí, cual evento priista que se precie de serlo, llegaron jóvenes alumnos de una escuela a “rellenar” los huecos que había en las butacas de la sala.
De la alfombra roja, ni sus luces. Y así pretenden proyectarlo en la Ciudad de México, donde la crítica de cine es particularmente atroz. ¡A ver cómo les va!
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Los productores agrícolas de todo el estado, y en particular los de la zona noroeste y del Valle de Juárez, recibieron dos noticias este jueves, ya lo saben: la buena y la mala.
Primero la mala: los que estén bombeando agua desde un pozo “chueco”, o sea, que lo abrieron a la malagueña, o mediante la “untada de mano” a algún funcionario de la Conagua, más vale que vayan rentando una pipa para traer agua quién sabe de dónde, porque se los van a quitar.
De la quinta mesa de trabajo entre la CFE Y productores chihuahuenses, salió el acuerdo “no escrito” de que esa paraestatal, dirigida por Manuel “Simpatías” Bartlett, hará canje de información con la Comisión Nacional del Agua, la Conagua.
¿Para qué? Pues para avisarle que ya les cortó la corriente eléctrica a los pozos “chuecos”, esos que operan irregularmente y que sacan agua que es un bendito, a grado que le bajan la presión a otros que sí operan en la legalidad.
Lo que nos cuentan es que la CFE dejó en claro que no es su competencia clausurar pozos, sino únicamente quitarle la conexión a la red eléctrica, pero sí puede irle con el chisme a la Conagua para que haga su chamba y tape esos pozos que son tan legales como un auto “pafo”.
Ahora va la buena: a partir del lunes 18 de marzo, la CFE tendrá cargado en el sistema el formato para que los deudores firmen su convenio de pago y así eviten cortes de energía cuando estén en el mero ciclo agrícola.
Le confirman a Mirone que es un convenio que no requiere aval y que no se hará valer ante tribunales mercantiles.
Lo que se busca, por parte de los “Bartlett Boys” que han acudido a las reuniones, es que se avance en el pago de la deuda que data desde el último bimestre del 2022.
Así, quienes se porten bien, hagan su convenio y “paguen lo que deben” –si “toman chocolate” ya es cuestión de cada quién— dependerá mucho el tratamiento que se le dará al resto de su deuda, la que data de años atrás.
El plazo para firmar los convenios serán los meses de abril y mayo de 2024 y la CFE se encargará de difundir la información a todos los productores.
Bien por la CFE: ahora falta nada más un detalle: que no les quiten el agua ni se la lleven a Tamaulipas, porque si no, se quedarán sin cosecha y, por consiguiente, sin dinero para pagar.
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La gobernadora Maru Campos anunció ya su compromiso matrimonial, aunque no dio fecha exacta de cuándo se celebrará ese magno evento social, político y empresarial.
En entrevista para el diario La Razón, de la Ciudad de México, reveló que contraerá nupcias y que ya tiene el anillo que le regaló su prometido, con quien lleva un año de relación.
El afortunado es el empresario Víctor Cruz Russek, un reconocido empresario del ramo automotriz que ha ocupado cargos de dirigencia en la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automóviles, la AMDA, tanto en el ámbito local como nacional.
A finales de los años 90 creó la agencia Autotokio, distribuidora de la marca Nissan, y posteriormente creó el grupo CR3, el cual incluye a las concesionarias Autotokio Nissan, Volkswagen Volker, Chevrolet Toro, Buick, Cadillac, GMC, Infiniti y Camionera de Chihuahua.
Abarca, entonces, varios puntos del mercado automotriz con la distribución de algunas de las marcas más populares del país, como Nissan y Volkswagen y General Motors Company.
Sus hermanos también han tenido una intensa actividad empresarial. Jaime, el menor, ha sido presidente de la AMDA, mientras que Jorge fue presidente de Coparmex en los ochentas, en la época cuando el PAN rompió el monopolio del PRI en el estado.
Actualmente, Jorge es presidente municipal suplente de Chihuahua, y podría ocupar la titularidad en cuanto Marco Bonilla solicite licencia para emprender su campaña para la reelección.
Y hablando del Ayuntamiento que presidiría Jorge, otro Cruz Russek, Jaime, tiene participación en la empresa Biogás S.A. de C.V., la cual ha sido mencionada como una de las que podría comercializar el gas metano que emana el relleno sanitario del municipio de Chihuahua.
Por cierto, sería la primera vez, en años, que quien es titular del Ejecutivo contrae matrimonio civil estando en pleno ejercicio del cargo.