Genio y figura, hasta en la candidatura. Así fue con Cruz Pérez Cuéllar al momento de registrar su candidatura a la Presidencia Municipal de Juárez, en calidad de reelección, por el frente de partidos que conforman la coalición “Sigamos Haciendo Historia”.
La actividad, toda, fue una repetición de los vicios que tanto le criticamos al PRI a lo largo de su existencia como partido hegemónico; al PAN, en su breve estancia en el Palacio Nacional—no aguantaron más de dos sexenios—y ahora, a esta extraña agrupación que junta a tiros y troyanos, llamada Morena 4T.
Del PRI, los acarreos descarados, sin el más mínimo pudor ni recato. Miles de personas llevadas a la explanada del Centro de Convenciones Cuatro Siglos, a acompañar a “su líder” en el momento de registrar su candidatura.
El desplante de “llenar la plaza” y “demostrar músculo” al contrincante, así como para ver “cómo le haces para ganarme”.
La “cargada”, al más puro estilo tricolor, con todos los empleados municipales, los funcionarios, regidores y demás, apersonados ahí desde las 10:00 de la mañana, esperando al “mesías de la 4T, región Juárez” que va a hacernos el favor de buscar por segunda vez la alcaldía juarense.
No se recuerda, al menos en años recientes, una acumulación de personas para un acto más bien protocolario como es el registro de una candidatura.
Ahí andaba de todo: los allegados al candidato, los otros aspirantes a cargos de elección popular por Juárez, la dirigencia del partido y los “aprontados”, que nunca faltan, en busca de que los volteen a ver y les asignen alguna comisión.
Ahora que, del panismo, recogió también algunos de sus peores vicios: la desconsideración para sus simpatizantes, pues los dejaron ahí, parados bajo el rayo del sol, esperando unas dos horas a que llegar “el candidato”.
Y, desde luego, el uso disimulado de los recursos públicos, muy al estilo del gobiernos panistas y priistas, donde empleados del municipio hicieron la chamba, con el justificante de que es día domingo y andaban en asueto.
Ahora que, del morenismo, “chapulineo, pa’qué te quiero”. No bastaron toda esa plaga de langostas que parece la 4T en Juárez, empezando por el propio Cruz, siguiendo con su hermano, Alejandro y con su suplente, Héctor Ortiz, todos, panistas de hueso azul hasta hace no mucho tiempo.
Rodolfo “Güero” Martínez y Tania Maldonado, que andaban con Movimiento Ciudadano—después de una larga carrera en el PRI—anunciaron su adhesión a Morena.
¡Ay izquierda, no te acabes!
Así se vio Cruz, como un político de todas las épocas: como el dinosáurico del siglo pasado; el acarreador timorato, como el panismo del siglo XXI y el cínico y descarado, como los 4T´s de la actualidad.
Y, por si algo faltara, el “carro completo”:
“Vamos a ganar el estado, no solo Juárez”, exclamó. O sea, “carro completo”, como en los buenos tiempos del priismo aplanador: advierte triunfos en los nueve distritos locales con cabecera en Juárez, los cuatro federales, la sindicatura, la Presidencia Municipal y si se puede lo demás, pues ¡cómo no! Las senadurías y la Presidencia de la República.
No, si el dinosaurio sigue ahí, y no se ha movido ni un centímetro.
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¡Ah, pero qué difícil se la pusieron a Javier González Mocken! Resulta que, si quiere ser presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, debe acreditar experiencia en actividades que nunca ha realizado, no que se le conozca, pues.
Así está, más que claro, en el artículo 9º de la Ley de la Comisión Estatal de Derechos Humanos para el estado de Chihuahua, el cual indica que, para ocupar el cargo de presidente, se debe demostrar “buena reputación y no haber sido condenado por delito doloso”.
Lo de la condena, lo salva, pero lo de la “buena reputación”, que le pregunten sobre los fondos que recaudó para su campaña para la Presidencia Municipal en el 2021, donde le salió un “cobrador” a pedir que le hiciera efectivo el “moche” para recuperar los 30 millones que le metió a su campaña.
¿Y qué decir del uniforme-gate? Si se acuerdan, a inicios del ciclo escolar anterior, estalló un escándalo por la venta obligada de uniformes a alumnos de primer ingreso del Colegio de Bachilleres.
El escandalito le costó la chamba a varios, menos a él, pese a ser cabeza de sector y, por tanto, responsable primero de dar la cara en un caso como ese.
Luego, su repentina salida de la Secretaría de Educación y Deporte, que por motivos de salud.
Ahora que, eso de ser candidato de dos partidos distintos y no ganar ninguna elección donde fue el titular, tampoco habla de que esté muy bien en el ánimo de las personas en edad de votar.
Pero dejemos eso por un momento. Lo que de plano lo noquea es el numeral V del 9º, el que dice que debe “Acreditar 5 años de experiencia en el área de promoción, respeto y protección de los Derechos Humanos”.
Y que conste, le piden que esa experiencia la compruebe mediante documentos expedidos por autoridades, organismos públicos y/u organizaciones en la materia.
¿Cómo le hace, si se la ha pasado en la grilla? Primero, de suplente de Enrique Serrano en la Presidencia Municipal de Juárez; luego, de candidato al mismo cargo, pero por Morena; después va “de nuez”, pero por el PAN; de ahí, a la Secretaría de Educación y Deporte, y después, desde enero del 2023, cuando dejó ese encargo, no ha ocupado otra función gubernamental.
Así que habrá qué tener la lupa a la mano y estar con los ojos bien abiertos, a ver qué documentos presenta para acreditar sus cinco años de experiencia como derechohumanista.
A menos que sea la defensa de su derecho a votar y ser votado, con tanta candidatura que ha tenido, no se sabe qué otra cosa pueda presentar.
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Bonita comisión. Tenía cinco integrantes, pero, como la canción de los perritos “de los cinco que tenía, ya nomás me quedan cuatro, cuatro, cuatro”.
Y ahora que son cuatro, ninguno sesiona desde el recinto, todas, todos lo hacen a distancia y eso, si se puede. Vaya, hasta desde el interior de su automóvil se conectan y todavía les alcanza para decir que tal o cual día no van a poder acudir a la sesión porque ya tienen compromisos.
¿De cuál comisión hablamos? Podría ser de cualquiera de las 38, porque en todas hay ausentismo, a grado que, en algunas, hasta el presidente o presidenta tienen faltas.
Pero en este caso nos referimos a la Comisión Especial de Análisis de los Informes del Poder Ejecutivo del Estado, que sesionó el pasado viernes 8 de marzo, a distancia porque el edificio legislativo estaba cerrado con motivo de las actividades de protesta que ocurrirían durante la tarde.
En ese caso, ni cómo alegar que no se hayan presentado, pero cero y van varias que no completan el quorum legal, según lo expresó la presidenta, Isela Martínez (PAN).
Y eso, la dificultad para completar los tres asistentes, mínimo, fue una de las razones que expuso la diputada presidenta para no apoyar la propuesta de su colega Leticia Ortega (Morena) de convocar a tres secretarios que comparecieran ante la Comisión de marras.
¿Cómo le hace, si luego ni van? O lo que es casi lo mismo, se reportan “a distancia”, cuando están a bordo de su auto, con la atención puesta en otra cosa. Un ojo al gato y otro al garabato…y si se puede, a la sesión.
Y se supone que en ese cuerpo legislativo se haría un análisis a detalle del II Informe de Gobierno de la actual administración. ¡A ver a qué horas terminan! Porque, de siete sesiones, las que más han asistido son precisamente la presidenta, Isela Martínez, y la secretaria, Leticia Ortega, y eso en seis de siete sesiones. O sea, tienen una “tacha” en la lista de asistencias.
El diputado Edgar José Piñón (PRI) tiene solo cinco asistencias, una falta no justificada y la otra ausencia, quién sabe, simplemente no se reportó.
En tanto, Francisco “Pancho Pistolas” Sánchez solo ha asistido a tres, y en la del viernes pasado, ni siquiera se quedó a toda la reunión.
Luego se espantan porque salen mal parados en las encuestas de aprobación—y desaprobación—donde las personas abordadas opinan sobre la actuación de sus gobernantes.
Ya entendemos por qué nomás no ha caminado aquella propuesta de reglamentar y limitar a la mínima expresión el “home office” de las y los diputados, y obligarlos a que asistan de manera personal al recinto parlamentario.
Ni quién se acuerde, y menos en estos compañeros tiempos.
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El exceso de velocidad, la imprudencia y calles en mal estado provocaron la muerte de 2 inocentes la noche del sábado.
Ya en otras ocasiones hemos señalado lo peligroso que resulta combinar el exceso de velocidad, la imprudencia, el alcohol y el mal estado de nuestras calles.
Desafortunadamente la noche del sábado una familia se enlutó luego de protagonizar un accidente en el que dos niños que viajaban en el vehículo, perdieran la vida producto de un accidente derivado del exceso de velocidad.
Los informes de la Coordinación General de Seguridad Vial apuntan que el conductor no iba tomado, pero la causa del accidente fue la alta velocidad a la que viajaba el chofer de una camioneta Expedition en sentido de norte a sur sobre el eje vial Juan Gabriel, lo que provocó que perdiera el control y luego de dar varias volteretas terminara impactándose contra un muro de contención.
Las víctimas, una niña de una niña de 7 años y un niño de 8 años de edad, aparentemente hijos del conductor, salieron proyectados del vehículo, ya que viajaban sin cinturón de seguridad.
Ciudad Juárez no tiene autopistas, nunca las ha tenido y aunque cuenta con algún par de avenidas de flujo continuo, no tiene la cultura del manejo prudente. A eso súmele el pésimo estado en el que prevalecen en las calles.
A través de las redes sociales, en las notas publicadas por Norte Digital, nuestros lectores señalaron que precisamente esa arteria, el eje vial Juan Gabriel, se distingue por el pésimo estado, con baches, viejas vías de tren que le atraviesan, falta de alumbrado y surcos que se forman por los camiones de carga pesada, son las deficiencias con las que tienen que sortear los automovilistas.
A eso súmele la imprudencia, el exceso de velocidad, la falta de una cultura de respeto vial, eso es lo que nos deja como resultado las lamentables consecuencias. Maneje con precaución, piense en su familia.