Pues ora resulta que “todo era un juego que afortunadamente ya terminó y pues ahora tan amigos como antes”. Así lo expuso textualmente la nueva presidenta de Canaco Servytur Juárez, Elizabeth Villalobos Luna, en sus primeras declaraciones a medios de comunicación.
Lo anterior, cuando los reporteros le preguntaron sobre los hechos que se registraron recientemente y que enlodaron el proceso de sucesión en esa Cámara empresarial.
De los moquetes que le dio Rogelio el (vio)Lento Ramos a Gil “K.O.” Cuevas y que le sacaron la mole y lo dejaron como Santo Cristo, dijo que fue un hecho lamentable pero ajeno a las planillas.
A doña Liz se le olvidó que el origen de los trancazos fue que Cueva acudió a solicitarle a Ramos la instauración de la Comisión de Honor y Justicia para vigilar las elecciones y este último le aplicó el 1-2, con sello de recibido en el ojo izquierdo.
Luego, también se desmarcó de rencores para su contrincante Iván Pérez a quien invitó a unirse a su proyecto. Pero sorprendió más a los reporteros cuando definió a Rogelio Ramos como “mi gran maestro” a quien dijo admirar y respetar. ¡Tómala!
Así lo dejó en claro, y cual Poncio Pilatos, de inmediato se lavó las manos ante una eventual expulsión de Ramos de la Canaco, como sí se la aplicaron al agresor los integrantes del Consejo Coordinador Empresarial, en señal de cero tolerancia a conductas violentas.
Villalobos aseguró que ya le corresponderá decidir al Consejo de la Cámara sobre si tiene o no Ramos cabida en su gremio.
Por lo pronto, anunció que trabajará en tres ejes principales: Unidad, Transparencia e Inclusión. O sea que en su proyecto todos caben, hasta Rogelio Ramos con todo y su mecha corta.
Ya no sabe este Mirone si le atorará en serio por las palabras tan amigables hacia Ramos, pero se comprometió a iniciar su gestión haciendo una auditoría, ya que, se supone, tiene el objetivo de poner la casa en orden.
Villalobos es la segunda mujer que preside la Canaco. Hace 29 años, fue Nora Yu Hernández. Se esperaría que actúe para que nunca más se vuelvan a presentar hechos tan bochornosos como los que protagonizó el ya expresidente.
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Al cumplirse un año de la tragedia ocurrida en la estación provisional Lerdo, del Instituto Nacional de Migración, hubo casi de todo, a excepción de justicia y posicionamiento de las autoridades.
La muerte de 40 extranjeros y las lesiones provocadas a otros 27, derivadas de un incendio en esa cárcel disfrazada de estación temporal, mantiene al Estado mexicano en entredicho ante la opinión internacional, por la tibia actuación que ha tenido en cuanto al proceso de impartición de justicia.
A la fecha ni las víctimas ni sus familiares han recibido lo que se había convenido entregarles. No hay ni sentencias ni reparación de daños. Pura verborrea, según reclamaron ayer distintas agrupaciones civiles que se apostaron afuera de las instalaciones donde ocurrió el desastre.
Otras agrupaciones, como el Instituto para las Mujeres en Migración (Imumi) y Asylum Access, firmaron un documento que se distribuyó a través de las redes sociales en el que critican el nulo actuar del Instituto Nacional de Migración (INM), la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV), la Fiscalía General de la República (FGR) y el Poder Judicial de la Federación (PJF).
En México, migrar no es un delito, sin embargo, los extranjeros víctimas se encontraban encerrados bajo llave en una celda, donde el fuego y los humos tóxicos les quitaron la vida a unos y les dejaron lesiones permanentes a otros.
Ese desastre puso en evidencia las malas condiciones en las que operan ese tipo de estancias, que son responsabilidad de Francisco Garduño Yáñez, quien continúa como comisionado del INM, pese a estar vinculado a proceso. Mientras él se mantiene libre, otras ocho personas, entre ellas dos extranjeros, siguen su juicio tras las rejas.
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A los burócratas del Gobierno estatal que tienen sus oficinas en la Unidad administrativa José María Morelos y Pavón, mejor conocidas como el Pueblito Mexicano, se les cocían las habas por salir a descansar y adelantaron su asueto, así, casi sin decir agua va, cortando su jornada laboral a medio turno, durante el miércoles.
Aunque en días anteriores habían comunicado que los días de asueto para las oficinas de Gobierno serían durante el jueves 28 y viernes 29 de marzo, ayer miércoles cambiaron la decisión y cerraron sus puertas a partir del mediodía, instituyendo así ese día como medio santo.
Probablemente usted haya sido alguno de los usuarios que creyendo que las oficinas estarían abiertas hasta las 4 de la tarde, como es el horario habitual, se dio la vuelta de oquis y a lo mejor hasta se regresó maldiciendo al encontrar las dependencias cerradas.
El equipo de Comunicación Social del Estado, tuvo la “gentileza“ de avisar sobre el cierre, ayer, a las 11:53 de la mañana, es decir, 7 minutos antes, prácticamente ya cuando estaban echándole llave al changarro y traían puestos los goggles y el salvavidas de patito en la cintura.
La justificación del cierre de sus puertas fue “por motivo de Semana Santa”, dice textual el boletín. Mirone quisiera creer que los flamantes empleados gubernamentales son católicos devotos y participarán en las celebraciones religiosas, pero es de todos sabido que más bien celebrarán religiosamente su descanso, a costa del erario.
Si usted tenía un trámite urgente, pues ahí con la pena, las actividades se reanudarán el lunes 1 de abril, en horario habitual, de la 8:00 de la mañana a las 4:00 de la tarde.
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La que ya pidió permiso para dedicarse de lleno a su campaña como flamante candidata fosfo-fosfo por Movimiento Ciudadano para la Presidencia Municipal, fue la síndica María Esther Mejía Cruz.
Doña Esther, aún militante del partido Morena, pero candidadata a la alcaldía por el partido de Dante Delgado, llegó enfundada en un traje naranja fluorescente, que encandiló a los regidores y hasta el mismo presidente municipal.
Ya no supo este Don si por eso no la querían ni voltear a ver, porque ha anunciado que le seguirá con las denuncias de corrupción o simplemente porque chapulineó hacia el partido naranja.
Total que la solicitud de licencia le fue aprobada ayer durante la Sesión de Cabildo número 61 Ordinaria. El Ayuntamiento en pleno le dio el visto bueno por unanimidad para separarse de su cargo a partir del día 23 de abril del año en curso y hasta el 2 de junio del 2024.
La separación será con carácter temporal, es decir, por aquello de no te entumas si las cosas no cuajan, tener la posibilidad de regresar al changarro.
Entre tanto, quien deberá ocupar la encomienda al frente de la Sindicatura será su suplente, Mireya Torres, quien en la actualidad ostenta el cargo de coordinadora de Programas y Vinculación en la Dirección General de Centros Comunitarios.