Finalmente, para lo que le alcanzó el cabildeo a Héctor “Teto” Murguía, el dos veces alcalde por el PRI y derrotado por Armando Cabada en 2016, fue para ser cobijado por el Partido del Trabajo (PT), en sus afanes de ser candidato a algo.
La vía fue la diputada federal Lilia Aguilar, con todo el aval del coordinador parlamentario y dirigente histórico del PT, Alberto Anaya.
El anuncio se hizo desde la Ciudad de México: Teto es la propuesta del PT dentro de la coalición con Morena y el Partido Verde, para ser considerado en las encuestas que, se supone, serán instrumento para elegir candidato al Senado.
Claro que de eso a que Morena suelte los espacios que ya están más que peleados hay mucha diferencia, sobre todo porque, insiste Mirone, el partido guinda no necesita de Teto para ganar elección alguna.
No hay que olvidar que en la lista ya están el exdelegado federal Juan Carlos Loera de la Rosa, el senador suplente Rafael Espino y el diputado federal y también exalcalde “independiente”, Armando Cabada.
Aparte está la lista de mujeres. Ahí hacen fila la diputada local Rosana Díaz, la presidenta del Congreso Adriana Terrazas, la diputada federal Andrea Chávez, además de que quiere reelegirse Bertha Caraveo.
De cualquier manera dio Murguía Lardizábal la nota y dará más de qué hablar en los siguientes días.
La verdad, para Mirone hay algo que resultó más novedoso que el propio anuncio de la inclusión de Teto en la encuesta. La “exclusiva” la soltó Lilia Aguilar al señalar que Teto “siempre ha sido de izquierda”. Esa sí que nadie se la sabía por estos lares.
El exalcalde anunció que pronto hará en Chihuahua su remolino para intentar alcanzar a los demás en las encuestas y se supone que también deberá renunciar formalmente al PRI. A menos que se espere a que le apliquen la correspondiente expulsión.
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Otro que también resultó ayer afín a las causas populares de la 4T, fue el expanista Miguel La Torre. En la ciudad de Chihuahua hubo bastante ruido morenista para anunciar que conforme a la convocatoria, el exdiputado quedó registrado, desde la semana pasada, como aspirante por la candidatura de Morena a la alcaldía.
La Torre, quien se había alejado del PAN desde hace años, aclaró que se registró aunque no sea militante, ya que Morena es un partido incluyente.
Ahora sí que en Chihuahua capital se presenta un escenario muy distinto para Morena, ya que ahí gobierna y está arriba en las preferencias el Partido Acción Nacional.
Solo así se entiende la apuesta por La Torre, quien además de tener cierto posicionamiento, le mueve al trabajo operativo electoral. Algo ha de ganar Morena para no ser barrido por la maquinaria que trae bien aceitadita Marco Bonilla.
Sin embargo, luego del anuncio del exdiputado, arreciaron las críticas del grupo morenista identificado como “Los de abajo”, quienes consideran a las nuevas adquisiciones como arribistas y chapulines de la política que llegan a servirse de la 4T.
Una de las integrantes del grupo inconforme, Rosa Lilia Cardona Muñoz, también anunció su registro para contender por la alcaldía de Chihuahua.
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No puede la autoridad municipal meter orden en la mancha urbana, pero ya está aprobando el Ayuntamiento más fraccionamientos fuera de ella.
No está resuelto el tema del agua para la ciudad, pero se autorizan desarrollos sin que existan siquiera factibilidades del servicio por parte de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS).
Lo que acaba de ocurrir no es cosa menor. Los tres fraccionamientos campestres ubicados en el seccional de Samalayuca, que fueron aprobados en la última sesión de Cabildo, no cuentan con ese requisito que establece la normatividad de desarrollo urbano.
Ahora sí que se fueron por la libre, como siempre, dejando el paquete de cumplir con los servicios a los desarrolladores privados, sin ningún plan maestro que sea rector del desarrollo en conjunto, considerando todos los equipamientos e infraestructuras necesarias.
Primero se da luz verde al negocio. Ya después se verá cómo se resuelven todas las broncas. Como si la ciudad no tuviera ya bastante con el enorme rezago asociado a la dispersión urbana y a la permanente insuficiencia presupuestal.
Ahora se sabe que el Ayuntamiento ignoró por completo a la JMAS. Lo dijo el titular del organismo descentralizado, Sergio Nevárez, con todas sus letras: “No nos tomaron en cuenta para nada, no vinieron a preguntar por la factibilidad de la zona”. Explicó que la zona de Samalayuca simplemente no está dentro del área ya servida de la ciudad, con prioridad para consolidarse en el servicio por parte del organismo.
“No vinieron con nosotros, Desarrollo Urbano, para preguntarnos cuál es la factibilidad del agua y del drenaje”, se quejó Nevárez.
El titular de la Junta Central de Agua y Saneamiento, Mario Mata, advirtió que si no se cuenta con factibilidad por parte del organismo operador, la aprobación de los fraccionamientos simplemente es ilegal.
En pocas palabras, no basta con que existan pozos en la zona que de alguna manera estén usufructuando los desarrolladores. Además, ese es otro tema pendiente de regular debidamente, ya que los pozos se autorizan para usos agrarios y ahora estarían destinándose a los usos habitacionales.
Lo peor es que hoy se diga que la falta de factibilidades de agua para nuevos desarrollos “cada rato sucede”.
Por mera coincidencia, en Samalayuca aparece otra vez el apellido Fuentes. Tienen tierra y son los desarrolladores.
Villas del Cielo con 419 unidades privativas; Country Ranch con 67 unidades y Desert Ranch con 279. Los tres se registraron como fraccionamientos con régimen de condominio.
Con independencia de que tengan ahí los pozos, las alarmas se encienden para la JMAS porque en toda la zona sur de la ciudad existe el problema de abasto. Los acuíferos en Samalayuca podrían ser alternativa. No podrá ser así, cuando chupan toda el agua las nogaleras de los Fuentes y sus nuevos fraccionamientos.
No muy lejos de Samalayuca, en el área de Los Kilómetros, miles de juarenses siguen sin el servicio de agua potable. También en la zona sur, pero más hacia el oriente, hay fraccionamientos que nada más cuentan con agua por las noches. No hay suministro suficiente en toda esa zona, pero sí siguen autorizándose múltiples plantas industriales.
Lo dicho: nadie dice no a las nuevas inversiones, aunque los desarrollos no sean verdaderamente sustentables, se agoten los ecosistemas y se incremente el déficit en servicios y equipamientos.
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El tema de los presupuestos participativos sigue dando de qué hablar. Una de las aristas tiene que ver con el debate sobre si deben o no excluirse los proyectos de planteles educativos en las convocatorias para realizar obras conforme a la Ley de Participación Ciudadana.
Un primer punto se relaciona con la desventaja en la que quedan los proyectos de los vecinos frente a las propuestas de las comunidades educativas (que desde luego incluyen a los vecinos), ya que las escuelas tienen de alguna forma el voto cautivo y mayor capacidad de movilización y operación.
Aquí se vio claramente desde el primer presupuesto participativo, cuando instituciones como los Colegios de Bachilleres o algunas otras preparatorias arrasaron en las votaciones.
En Chihuahua capital, en el adelantado proceso para el 2024, incluso entró la Universidad Autónoma de Chihuahua al concurso, aunque ya tenga sus propios presupuestos millonarias. Consiguió, por ejemplo, que le iluminen un campo deportivo, aunque haya colonias sin el alumbrado suficiente.
En uno de los planteles de Chihuahua, hasta compra del voto hubo, ya que los directivos ofrecieron a los alumnos boletos para ir al teatro. Así fue como ganó de calle el proyecto para rehabilitar una alberca.
Pero no es la posible inequidad en la contienda lo que metió más ruido al ejercicio de los presupuestos participativos, sino el hecho de que esta figura jale recursos municipales para subsidiar una obligación que corresponde atender a las autoridades estatales.
Ese punto fue el que generó apenas este año un cambio en los lineamientos de operación, al menos para el municipio de Juárez. Por unanimidad, el Cabildo votó un candado previamente acordado en el Consejo Consultivo de Participación Ciudadana local, para excluir los proyectos escolares cuando se trata de obras al interior del plantel.
Lo que sí quedó permitido, son proyectos presentados por las escuelas, pero de impacto al exterior y en espacios públicos, como son las vialidades.
El razonamiento en esencia fue que ya hay suficientes rezagos para atender en los servicios y equipamientos que toca atender al municipio, como para subsidiarle al Gobierno estatal sus obligaciones.
Lo extraño es que aunque se votó por unanimidad en la sesión de Cabildo, el alcalde Cruz Pérez Cuéllar acaba de señalar que se revisará el tema para volver a ajustar los lineamientos en ese sentido.
El asunto también generó debate en la sesión pública que realizó el Congreso del Estado en Ciudad Juárez, para hablar sobre los pendientes para hacer efectivo el recientemente aprobado Presupuesto Participativo estatal para el 2024, ya que el instrumento se ha aplicado, hasta hoy, únicamente en el plano municipal.
Algunos diputados impulsan que en la legislación y próxima reglamentación, quede expresamente asentado que el presupuesto participativo incluya proyectos escolares.
Por lo visto, la discusión pública sobre los presupuestos participativos, llegó para quedarse. Y como dijeron varios actores en la inédita sesión, es muy amplia la curva de aprendizaje.