La aprehensión de Francisco González Arredondo, el exfiscal que se encargó de armar todos los casos de los llamados Expedientes X durante la administración de Javier Corral, no es un asunto menor, porque se trata, ni más ni menos, de quien recibía órdenes y consignas directas del exgobernador, para la persecución de los exfuncionarios de César Duarte y hasta de la misma Maru Campos.
El delito de tortura en contra de 5 exfuncionarios fue validado por un juez, considerando que se aplicaron los protocolos de Estambul, que, aunque no es un ordenamiento vinculante, es de amplia aceptación entre los gobiernos para investigar y documentar los incidentes de tortura y otras formas de maltrato, así como para castigar a los responsables de manera completa, efectiva e imparcial.
En este caso, las denuncias de torturas interpuestas por exfuncionarios estatales, fueron investigadas por un grupo de peritos del Perú, Argentina y Costa Rica, que pudieron comprobar los hechos en cinco de los seis casos denunciados por el exsecretario de educación Marcelo González Tachiquín, el exauditor Superior del Estado, Jesús Esparza, el exalcalde de Chihuahua Javier Garfio, el líder sindical Alejandro Villarreal, el exdirector de administración Gerardo Villegas y el de adquisiciones Antonio Tarín.
El “Siniestro Panchito” González, como se le conocía, formaba parte de la Fiscalía General del Estado desde la administración de César Duarte, cuando se desempeñó como Agente del Ministerio Público adscrito a secuestros y luego como titular de la Fiscalía de la Mujer.
En la administración de Corral estuvo a cargo de la unidad especial encargada de la llamada Operación Justicia que dio origen a los famosos Expedientes X.
González Arredondo recibió de Corral autorización para integrar su equipo “Gestapo”, con peritos y agentes ministeriales de su total confianza, así como un grupo de abogados que, por fuera, extorsionaban a los duartistas que traían en la mira.
Así lo denunciaron en su momento Esparza, Tachiquín y Villarreal, hasta que, en el 2018, su protector lo nombró fiscal de Derechos Humanos, como pantalla para cubrir el trabajo que realizaba desde la antigua Casa de Gobierno.
Cuando terminó la administración de Javier Corral, éste lo recomendó en la Fiscalía General de la República, donde estaba a cargo de una unidad contra el lavado de dinero.
Ahora que fue detenido por un delito grave, de lesa humanidad, que no prescribe y por el cual no alcanza la libertad bajo medidas cautelares, ocupará una celda de la prisión a la que mandó a 15 duartistas, que ahora están en libertad, una cruel paradoja sin duda alguna, como el hecho de que, habiendo sido fiscal de los derechos humanos, esté preso por tortura.
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Quien no dudó en expresar públicamente su júbilo por la captura de “Panchito el Siniestro”, fue el exauditor Jesús Esparza, quien en su muro de Facebook publicó: “para cuando el infierno terminara, el de otros apenas iba a empezar…y ya inició.”
El extitular de la Auditoría Superior del Estado, que en prisión enfermó gravemente, escribió que “ahora es un nuevo amanecer para mi familia y para muchas víctimas del doctor cerebro, de los neonazis que cometieron delitos de lesa humanidad…”.
En su publicación, Esparza Flores hace alusión a las torturas y extorsiones a manos de Francisco González. “Yo siempre lo dije. Si todo era cierto, ¿por qué nos torturaron, por qué nos extorsionaron, por qué nos negaron el servicio médico y por qué persiguieron a nuestras familias?
Hasta ayer en la tarde no se habían registraron reacciones de otros exfuncionarios duartistas, pero en las redes comenzó a circular la pregunta: “Y Jaime Herrera, que trabajó de cerca con Panchito, en su calidad de testigo protegido, ¿hasta cuándo?
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La tercera Ley de Newton establece que a toda acción le sigue una reacción igual y opuesta, un principio de la física que se materializará el próximo domingo, cuando el presidente López Obrador encabece la marcha al Zócalo para opacar la pasada manifestación ciudadana en defensa del INE, y éstas organizaciones le respondan vistiendo de rosa en diferentes ciudades del país, para ver de cuál cuero salen más correas.
“Pintemos nuestras ciudades con una marea rosa”, es la convocatoria que ya circula en redes sociales y que en Juárez ha comenzado con la invitación a los grupos que participaron en la protesta en el Puente al Revés.
“El próximo domingo solo vístete de rosa y blanco, haz tu vida normal, ve a comer, sal a la calle, ve al cine, ve a misa, hagas lo que hagas hazlo, pero vestido de rosa y blanco”, reza una de las invitaciones que circula en Internet.
A la reacción presidencial, con la que el jefe de la nación medirá fuerzas con la sociedad civil organizada, llenando el zócalo con sus huestes, las organizaciones Poder Ciudadano, UNE México y Activismo Social México, le están aplicando una estrategia muy original, que los morenistas no podrán neutralizar ni medir, y, por lo tanto, no podrán contrarrestar.
Si la gente viste de rosa y sale a las calles, a realizar sus actividades dominicales con toda normalidad, las ciudades realmente se pintarán de rosa.
Algo tan simple como vestir ropa de color rosa y mostrarse en la vía pública, en los restaurantes, en los supermercados, en los cines, en los parques, en los templos, en los centros de espectáculos, etc., volverá locos a los estrategas de Palacio nacional, porque no podrán contar a los ciudadanos que sigan esta invitación, ni tendrán forma de minimizar el impacto de dicha acción, si se realiza en varias ciudades del país durante todo el domingo.
Si en la pasada marcha del 13 de noviembre, los amlovers hicieron el ridículo con las cifras que manejaron, en un esfuerzo por exhibir que la protesta fue un fracaso, cuando en realidad fue todo lo contrario; en este ejercicio de vestir de rosa, tendrían que apagar el sol para que las ciudades se oscurezcan y nadie vea la marea, que los puede dejar muy rozados, por aquello de que la suya, ha sido bautizada como la marcha del ardor.
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Ya salió el peine acerca del terreno municipal que pretende rentar el empresario Manuel Tejada en 12 mil pesos mensuales, por espacio de 10 años, pues resulta que ese predio forma parte del estacionamiento del Centro Comunitario La Montada.
El asunto fue revisado en primera instancia por la comisión de Hacienda, en la sesión previa de Cabildo, donde los regidores se enteraron que Tejada solicitó el predio para subarrendarlo a una franquicia, o sea, hacer negocio con un bien municipal.
Hasta ese momento, no se sabía que el terreno de 639 metros cuadrados que pretende el empresario, forma parte de la superficie del Centro Comunitario, hasta que revisaron la solicitud de renta hecha por el Tejada, donde lo menciona.
Aun así, la Dirección de Catastro hizo el análisis para determinar el valor de la rentabilidad y pasar la información a la Secretaría del Ayuntamiento, así como a los ediles.
El asunto que no se ha enfriado, se desahogará mañana en la sesión de Cabildo, donde también se abordará la ley de ingresos para el 2023, que, por cierto, contempla aumentos en los servicios que presta al público la dirección de Desarrollo Urbano, como por ejemplo las licencias de funcionamiento.
O sea que, la sesión estará muy calientita, sobre todo, porque nadie en su sano juicio debe autorizar la renta de un terreno ocupado por un centro comunitario, para que un particular haga negocio. Faltaba más.