El Mochilagate, que consistió en comprar material escolar con un sobreprecio de casi 50 millones de pesos, tuvo su “ensayo” en los primeros meses de la administración del alcalde Cruz Pérez Cuéllar.
Y de ese “ensayo” salió el dato de cuán redituable podría ser eso de comprar material educativo al mayoreo, a un notable sobreprecio, a empresas que se dedican a casi todo, despachan en casas particulares y entregan el material casi en la vía pública.
Antes de aquella megacompra de 250 mil kits de útiles escolares que entregaron a un igual número de estudiantes dentro de una mochila –ahí les encargamos la calidad de la mochila–, la administración crucista hizo su primer ensayo con la compra de 10 mil mochilas escolares en el 2022.
Esta compra, de más de 4 millones de pesos, se habría realizado con un sobreprecio superior a los 2 millones de pesos, según una investigación de Norte Digital.
A diferencia de los 100 mil kits escolares adquiridos en ese mismo año, las primeras mochilas no incluyeron útiles escolares, no obstante, se pagó por ellas casi el mismo precio.
O sea que salió más cara la mochila en ese entonces que cuando le metieron cuadernos, lápices, juegos de geometría y todo lo demás.
Norte Digital comparó costos de mochilas con características similares a las de esa partida, encontrando que el precio actual es menor a los 200 pesos, cifra que contrasta con los 406 pesos que pagó el Gobierno municipal hace casi dos años.
Lo del sobreprecio no es la única similitud que guarda con el Mochilagate: en primeras, al igual como ocurrió con la compra de las 250 mil mochilas, el proceso licitatorio de las 10 mil mochilas, en este caso sin útiles escolares, concluyó con la oferta de un solo proveedor con quien firmaron contrato prácticamente sin oposición.
También se identificó que la proveedora Comercialización en Acción del Norte S. de R.L. de C.V., establecida en el fraccionamiento Riberas del Bravo, es una empresa fachada.
¡Y qué fachada! Porque es de una casa habitación que luce abandonada y con desechos al frente, con una manta que reza ‘Es Claudia’, en alusión a la candidata presidencial de la 4T.
¿La habrán puesto los opositores a la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México? Porque eso de asociarla a una empresa fachada –y fachosa– como que no le va a redituar muchos votos.
Los vecinos aseguran que los fines de semana es habilitada para la vendimia de segundas.
La única evidencia de la existencia de la comercializadora es una licencia municipal de la Dirección de Desarrollo Urbano que está pegada en una de las ventanas del domicilio.
En la “tienda” ubicada sobre la calle Riveras del Corral # 333, no hay quien atienda.
La misma razón social ofrece 108 servicios diversos, entre los que destacan la recolección de basura y manejo de residuos tóxicos, limpieza de trampas de grasa y consultoría, además llevan a cabo investigaciones o estudios.
La empresa Comercialización en Acción del Norte fue constituida el 30 de agosto de 2012.
¿Dónde hemos oído eso? ¿No sería en el Mochilagate?
Ahí lo tiene, señor “Bayo” Valenzuela, fiscal anticorrupción: otra más de mochilas, y a ver si ya se “mocha” con una buena investigación ante una buena integración de expediente que termine en un juzgado.
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“No me voy por que no me quieran, me voy porque me corren”, le dijo a Norte Digital la síndica Esther Mejía Cruz, luego de que se anunciara que será la candidata a la alcaldía por el partido “fosfo-fosfo”, Movimiento Ciudadano.
¡Órale, Cruz, ahí te hablan! Porque en el último tramo de su gestión la ahora candidata se la pasó revisando las cuentas al alcalde que ahora busca la reelección y le encontró dos que tres cosas que bien podrían incrementar el número de denuncias que hoy están en poder de la Fiscalía Anticorrupción.
Hay que decir que tampoco se tiró a fondo en cumplir su misión. Si así fuera, habría llegado hasta las denuncias penales, lo que no ocurrió. Incluso sus detractores señalan que también le entró al asunto de favorecer con plazas y negocios a sus propios allegados. Por eso no se había puesto antes tan exigente.
Todo cambió con la llegada de los tiempos electorales que la hicieron soñar con la candidatura a la alcaldía, y la hicieron creer en quienes le estuvieron diciendo que el espacio de Juárez se reservaría para una mujer.
En el nuevo escenario, de aquí hasta el 25 de abril, cuando se vaya a la campaña de 35 días, tendrá para entretenerse en su tarea de fiscalización de los recursos públicos municipales. Con todo lo que termine de revisar, seguramente que también se dará vuelo en plena campaña, haciendo los señalamientos públicos contra su adversario al que sigue cobijando Morena.
A final de cuentas lo que imperó en Doña Esther para ponerse los tenis “fosfo-fosfo” fue la desilusión, sobre todo después de que por dos años impulsó con todo, trabajo, organización y hasta recursos económicos, el proyecto de Claudia Sheinbaum Pardo.
De hecho, se le vio en actos de pre-precampaña, cuando se presentaban ante el público los comités de apoyo a la entonces jefa de Gobierno de la Ciudad de México.
Quizá pudo haberse aguantado como seguidora de Sheinbaum, aunque no hubiera conseguido la candidatura prometida a la alcaldía. Lo que ya no aguantó, fue que también la dejaran fuera de la sindicatura para un segundo periodo.
Así que Morena no contará con ella, pese a que su cadena de triunfos venía desde el 2018, cuando ganó la diputación federal en el Distrito I con cabecera en Juárez.
En aquél “tsunami” electoral, cuando AMLO y Morena ganaron casi todo, ella recaudó 77 mil 883 votos, según cifras del INE.
Incluso, Mejía fue mucho mejor candidata que Cruz Pérez Cuéllar. Así lo muestran las cifras oficiales del Instituto Estatal Electoral de los comicios del 2021, cuando ambos contendieron en el mismo municipio, aunque la primera para síndica y el segundo para presidente.
La aún síndica municipal recibió 220 mil 930 votos, mientras que el hoy alcalde tuvo 211 mil 958 boletas “tachadas” a su favor.
La diferencia entre ambos fue de 8 mil 972 votos. Ya quisieran muchos partidos esos 8 mil y fracción de votos para alcanzar, aunque sea una regiduría.
No obstante, la que se va de Morena, por lo pronto, porque ella dice que sigue siendo obradorista a morir, es Esther, y quien se queda es Cruz. El mundo al revés.
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Chiste cruel el que se aventó el comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM), Francisco Garduño, sobre el nuevo destino que tendrá la antigua garita aduanal de Samalayuca, ubicada en el kilómetro 72 de la carretera Panamericana.
Según lo anunció con bombo y platillo, el sitio de marras sería reacondicionado para que funcione como estación migratoria, en sustitución del “pabellón de la muerte” en el que se convirtió el sitio donde opera actualmente.
Incluso, llegó al punto de anunciar el inicio de los trabajos para acondicionar una instalación que lleva más de 10 años en el abandono total, ahí, enclavado en los límites del desierto de Samalayuca.
Sin embargo, en el lugar no se ha echado ni un cucharazo de concreto, ni se ha cambiado un solo foco. Al contrario, está igual de desvalijado que antes del anuncio rimbombante de Garduño.
El local ocupa 47 mil 169.34 metros cuadrados, sobre una superficie de 57 mil 001.34 metros cuadrados.
Sería, entonces, una instalación mucho más amplia y adecuada que la estación provisional del puente Lerdo en Ciudad Juárez, donde ocurrió el incendio el 27 de marzo del 2023 que le costó la vida a 40 migrantes.
En su tiempo, la obra completa costó 80 millones de pesos, y en la actualidad requeriría de una suma cuantiosa para ponerla en pie y que esté en condiciones de prestar algún servicio.
Por eso, sonaba bien el anuncio de Garduño, pero fue eso: un anuncio.
Ahora, lo que suena mal es el ruido de las puertas abiertas y los plafones colgando de una edificación absolutamente abandonada.
No hay hasta ahora, ni un solo trabajador que ponga en razón ese edificio. Sí, en cambio, hay indicios de las “obras” de destrucción que han hecho los vándalos, quienes han desvalijado el local hasta dejarlo casi en sus puros muros.
Del nuevo recinto migratorio, entonces, no hay mas que un anuncio que sonó a chiste cruel.
Pero ojo: estemos muy atentos, no vaya a ser que en los informes de fin de año aparezca una partida presupuestal que supuestamente se destinó a la rehabilitación del lugar. Ya sabemos cómo se las gastan nuestros políticos.
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Tremendo batazo “de vuelta entera”, como dicen en el beisbol, es el que le acaban de dar a la dirigencia estatal de Morena en el Instituto Chihuahuense para la Transparencia y Acceso a la Información Pública, el Ichitaip.
El pasado 26 de febrero, ese organismo, que recién cambió de plantilla de consejeros, le dio la razón al solicitante, identificado con el pseudónimo “Inundador de Pesadillas”, quien había quedado inconforme con la tramposa respuesta que recibió de la dirigencia morenista a una solicitud de información.
En resumen, lo que pedía el “Inundador de pesadillas” era que se le entregara un informe detallado y exhaustivo del trabajo realizado desde el inicio del Comité Directivo Estatal.
La petición iba para toda persona instalada en un cargo de dirección en la versión chihuahuense de Morena: la presidenta, secretario general, secretario de organización, secretario de finanzas, secretaria de mujeres, secretario de formación y capacitación política y secretario de jóvenes, entre otros.
Léase: el solicitante quiere saber qué rayos hicieron todo este tiempo, desde que cobran como directivos del partido que, en Chihuahua, es el segundo más votado y, por tanto, el segundo que más dinero público recibe.
Ante esto, la dirigencia morenista se pasó de lista al mandarle como respuesta una descripción de las atribuciones que tiene cada uno de los encargados de esas áreas.
¡Bonita cosa! Si eso lo puede averiguar con solo leer los estatutos del partido guinda.
Por supuesto, el “Inundador” se inconformó, envió el recurso de revisión número ICHITAIP/RR-0026/2024 y al poco tiempo, el Ichitaip le dio la razón.
Por lo tanto, ahora, la presidenta Brighite Granados y personas que la acompañan en la conducción del partido insigne de la 4T deberán detallar todo lo que han hecho en estos casi dos años que llevan en funciones.
Detallado, porque así lo pidió el ciudadano o ciudadana que, en todo derecho, exigió saber lo que hace Morena con su dinero. Y mucho cuidado con querer pasarse de listos otra vez.