Todavía no salen los morenos de una cuando ya están metidos en otra. Casi termina el proceso electoral y ahora inician los trabajos de la consulta pública del 1 de agosto, la primera en la historia del país para juzgar a los exmandatarios del «periodo neoliberal».

Los mexicanos tendrán la oportunidad de expresar su opinión a través de la consulta popular y decidir si se enjuicia o no a los expresidentes de México. El mecanismo participativo lo puso en marcha Andrés Manuel López Obrador y tiene como blanco a Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Vicente Fox Quesada, a Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, esto por los presuntos agravios cometidos en contra de la nación.

Para que el resultado de la consulta pública sea vinculante se requiere, por lo menos, la participación de 37.5 millones de ciudadanos a nivel nacional. Esta cifra equivale al 40 por ciento del total de ciudadanos inscritos en la lista nominal de electores.

En Morena aceitaron otra vez la maquinaria con miras a conseguir esa enorme participación. Ya establecieron metas por estado. A Chihuahua le tocará poner su parte, un mínimo de 600 mil ciudadanos participando en la consulta. Morena logró 435 mil votos en la elección pasada, así que están obligados a superar la hazaña. La batuta para cumplir con la tarea ya la ha tomado el excandidato a gobernador Juan Carlos Loera.

Aquí en Juárez le tocará al alcalde electo Cruz Pérez Cuéllar demostrar que las trae consigo y sumarle a la encuesta por lo menos unos 200 mil votos, para igualar el resultado que obtuvo en la elección del pasado 6 de junio. Esperan que quede claro que Juaritos es de cuna Morena.

Juan Carlos y Cruz ya empezaron a organizar a sus equipos por separado –sin perder la costumbre– para armar cuadros, promover la consulta y encontrar observadores. Esa es la encomienda y tendrán que cumplir el compromiso político con el partido. Al presidente municipal electo se le va a complicar más la encomienda, porque en breve deberá empezar a trabajar en su plan e integración de gabinete, así como en la entrega-recepción.

Pronto empezarán a llegar los recursos para promover la consulta popular en la entidad y, a partir del 15 de julio, nuevamente, los medios tradicionales y las redes sociales estarán inundadas con publicidad de dicha consulta pública.

La consulta popular de 2021 será la prueba de fuego para el referéndum previsto para el 21 de marzo de 2022. Al INE le corresponderán la organización, difusión, realización, cómputo y declaración de los resultados. La consulta costará la friolera de 522 millones de pesos.

Los partidos de oposición como el PAN, PRI y PRD empezarán a promover la no participación con el fin de que la consulta se caiga y se convierta en un gran fracaso para la 4T. Morena la tendrá muy difícil y muchos vaticinan que no les va a alcanzar para conseguir una participación significativa.

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Los incondicionales a Juan Carlos Loera se atrincheran en dos reductos: el reducto A, la dirigencia estatal de Morena; y el reducto B, la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez.

Mirone ha dado cuenta en entregas pasadas de la intención que tiene la tribu loerista de hacerse del control de Morena y colocar en la presidencia del partido al diputado Ulises García, quien perdió la reelección en el cuarto distrito federal. El grupo de Juan Carlos no cederá ni un milímetro a los operadores del equipo crucista en el control del partido.

Por otra parte, el proyecto de la máxima casa de estudios de Juárez lo encabeza la maestra Norma Deirdre Bazán, quien empezará a calentar motores para la sucesión de la rectoría que será en 2024. Parece prematuro, pero en esas andan los que juraron lealtad a Juan Carlos.

Deirdre Bazán fue administradora de la Aduana en Juárez, y también coordinadora general de campaña con Juan Carlos Loera. Ahora, Deirdre pondrá en marcha un plan dentro de la Universidad para perfilarse como posible candidata para la rectoría de la UACJ. De entrada, la maestra cumple con todos los requisitos para aspirar a la oficina que hoy ocupa el discreto y eficiente maestro Juan Ignacio Camargo Nassar.

Las fuentes morenas de Mirone comentan que Deirdre se está anticipando y ya empezó a revisar el escenario de la renovación del Consejo Universitario para noviembre de 2023, y cuyos integrantes serán quienes elegirán al nuevo o nueva rectora para el 2024.

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En la Universidad Autónoma de Chihuahua también andan muy adelantados algunos de los aspirantes a ocupar la silla principal de Rectoría que, por ahora, pertenece al rector Luis Alberto Fierro Ramírez. 

Uno de los que anda como trompo chillador es el maestro Luis Raúl Sánchez Acosta, director de la Facultad de Contaduría y Administración, quien solitariamente va de aquí para allá en busca del apoyo para hacer realidad su más anhelado sueño.

Otro tempranero que también ha manifestado a sus más allegados su interés por participar en la elección de mayo de 2022, es el director de la Facultad de Derecho, Luis Rivera Campos. El abogado ya anda muy activo amarrando acuerdos. Aseguran que Luis Rivera tiene parentesco consanguíneo con la gobernadora electa Maru Campos.

Por las mismas se ve a el director de la Facultad de Medicina, Luis Carlos Hinojos, a quien se le vio haciendo trabajo político-electoral de campaña al lado de Roberto “El Pony” Lara, a favor del alcalde electo de Chihuahua Marco Bonilla y también de Maru Campos.

Hay otros maestros acelerados como Alfredo de la Torre, que está dispuesto a entregar su alma al diablo si hay alguien que le garantice la posibilidad de integrar las ternas y de participar en el proceso de elección del nuevo rector de la UACH.

De la Torre pactó su apoyo con el excandidato a la gubernatura Juan Carlos Loera, a cambio de que no se olvidara de él, en el supuesto de que hubiera llegado al gobierno. Hoy busca afanosamente puertas abiertas con Maru Campos.

Aunque todavía falta casi un año para la elección del próximo rector, en chihuahuitas tierras se comenta que el diputado electo Mario Vázquez Robles, quien se perfila como el coordinador de la bancada del PAN en el Congreso local, será el operador de Palacio estatal en la sucesión de la Universidad de Chihuahua.

Por ahora se desconoce si la elección de directores será por facultad o la someterán al nuevo modelo educativo que establece divisiones de estudios.

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Con pila recargada regresará este lunes a la actividad la gobernadora electa Maru Campos, luego de unos días de sosiego que tuvo en algún lugar fuera de Chihuahua.

Campos retomará las reuniones con su equipo de la Comisión de Transición para analizar detalles de la entrega-recepción. El martes próximo los integrantes de la Comisión se reunirán con la secretaria de la Función Pública, Mónica Vargas Ruiz, para delinear el arranque del proceso de entrega-recepción de la administración pública estatal.

A la reunión van Luis Serrato, Ernesto Cordero, asesor de Finanzas, Lilia Merodio y María Álvarez. El miércoles también tendrán reunión con el secretario general de Gobierno, Luis Fernando Mesta; el jueves con el fiscal general, César Augusto Peniche; y el viernes reunión para el tema de seguridad pública. Los enviados de Maru Campos tendrán que apretar tuercas para que les proporcionen en tiempo y forma la documentación e información requerida de la administración pública.

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El famoso corredor maratonista tarahumara Silvano Cubesare anduvo por éstas polvorientas tierras fronterizas solicitando apoyo para los pueblos de la sierra Tarahumara, que la están pasando bastante mal por la falta de alimentos y de agua, debido principalmente a la sequía.

Cubesare y un grupo de rarámuris fueron a tocar la puerta de las oficinas de la subsecretaría de Desarrollo Social del gobierno del estado, allá en el Parque Central, para pedir apoyo.

Las lenguas venenosas comentan que Silvano literalmente tuvo que despertar a los funcionarios de su siesta matutina para poder ser atendido. Al final del día se fueron como llegaron, sin apoyo y sin la esperanza de conseguir, al menos, unas cuentas botellas de agua. Los somnolientos funcionarios solamente les dijeron que no hay dinero para ese tipo de necesidades y que tal vez sería en otra ocasión.