Mejor en el chat de un grupo de WhatsApp que en los medios que lo han estado cuestionando sobre el tema, el director de la Junta Central de Agua y Saneamiento, Mario Mata, admitió que el problema del abasto de agua en el estado de Chihuahua es grave “y si no nos unimos en una sola causa, vamos derecho al desastre”, escribió textualmente.

Apenas el pasado 13 de junio, el funcionario estatal había negado públicamente que los municipios del estado tuvieran problemas de abasto de agua, luego de que en Nuevo León se quedaran sin el vital líquido para uso doméstico.

En aquella ocasión, Mario Mata descartó ese problema en Chihuahua y aseguró que todas las fuentes que abastecen el líquido, estaban trabajando al cien por ciento.

Sin embargo, ayer en un chat donde escriben sobre diversos temas varios periodistas, políticos, activistas y hasta funcionarios públicos, el director de la Junta Central de Agua se “achimoltrufió”, cuando anotó que el problema de la falta de gobernanza en la administración de aguas subterráneas, por parte de Conagua, se ha convertido en un problema crucial para la entidad.

Luego aseguró que en Chihuahua tenemos 41 de los 62 acuíferos sobrexplotados y que, si no nos ocupamos todos del problema, vamos derecho a la catástrofe.

El señor confirmó que tenemos una crisis en el abasto de agua, situación que Mirone ya había comentado a partir de datos publicados por el Instituto de Recursos del Mundo (WRI por sus siglas en inglés), en el Atlas de Riesgo Hídrico del mundo.

En dicho atlas identifican al estado de Chihuahua con un alto porcentaje de estrés hídrico, que es lo que ocurre cuando la demanda de agua es más alta que el volumen disponible.

El problema no es que lo admita en sus redes sociales privadas o compartidas, sino que no informe adecuadamente a toda la población, para que todos nos ocupemos de un problema que es vital atender y resolver a la brevedad.

Hasta ahora, no se ha visto que esa preocupación que expresa con tanta elocuencia en sus discusiones en WhatsApp, se materialicen en campañas de ahorro y uso responsable del agua, que es lo básico que se necesita para conservar el agotado recurso, antes que nos alcance la sed.

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El oportunista exgobernador Javier Corral Jurado no pierde tiempo para lisonjear y arrastrarse con el círculo del poder de la 4T y quedar bien con el inquilino de Palacio Nacional, aunque sea por las redes sociales.

En esta ocasión, Corral se derritió en su estilo verborréico, al felicitar a la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, con motivo de su cumpleaños número 60, el pasado viernes.

“¡Muchas felicidades, Claudia! Que la vida te siga rindiendo como hasta ahora, y que tengas el éxito que merece tu trayectoria y tu consistencia. ¡Abrazo cumpleañero!”, escribió el exgobernador todavía panista en su cuenta de Twitter.

Las reacciones no se hicieron esperar y le cayó encima una avalancha digital de cibernautas que le llamaron lambiscón, servil, arrastrado, merolico, buscachamba, buscafuero y hasta el Pitufo Corral, porque es azul por fuera, rojo por dentro y un personaje enano.

Bueno, hasta la famosa Gilbertona de Sinaloa le escribió: “veeelo ya anda viendo como chapuliniiar, que asco” (sic).

De 56 comentarios que registra el hilo de conversación del “abrazo cumpleañero”, solamente uno es a favor de su mensaje. El resto lo hacen garras y enfatizan que le sirve de tapete a la 4T, para que no lo investiguen por las carpetas que tiene abiertas en su contra en la Fiscalía de Chihuahua.

Ya que anda tan lisonjero, Javier Corral debería de aprovechar para mandarle su felicitación atrasada al líder nacional de Morena, Mario Delgado, quien cumplió 50 años el pasado 17 de junio. Al fin y al cabo, que ya trae las rodilleras puestas y no piensa quitárselas hasta después del 2024, por si le salta una pluri.

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Siguiendo con el tema del exgobernador arrodillado, en el Congreso del Estado no le dieron los escoltas que los diputados de Morena le andaban gestionando, pero en cambio, le dieron entrada para su estudio a la solicitud de juicio político presentada en su contra en mayo pasado, por el activista Gerardo Cortinas Murra.

Los diputados que integran la Comisión Jurisdiccional del Congreso, Gabriel García Cantú, Óscar Avitia, Yesenia Reyes, Carlos Olson, Deyanira Ozaeta, y Alfredo Chávez, votaron de manera unánime para recibir y analizar la denuncia “por los actos y omisiones cometidas durante el desempeño de su encargo”.

Dicha comisión solicitará al Gobierno del Estado de Chihuahua, que les facilite todas las pruebas documentales ofrecidas por el denunciante en copias certificadas, en un término de 10 días hábiles, a partir de ayer.

Estas pruebas servirán a los legisladores para valorar el inicio o no del juicio político y en caso de ser aprobado, llamarán al banquillo de los acusados al exgobernador.

El juicio político, que aún no es un veredicto, puede ser la gota que le derrame el vaso a Javier, pues también están en marcha las multicitadas carpetas de investigación, que la gobernadora Maru Campos ha estado anunciando por irregularidades y omisiones en el manejo de las finanzas públicas.

Por todo ello, el “exmuchacho maravilla” ahora ha de tener pesadillas, para dejar de lado sus aspiraciones políticas y comenzar a armar su defensa jurídica con mucha inteligencia, algo que la naturaleza le negó, pero que Javier suplió por mañas y vilezas. 

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Finalmente, la gobernadora de Chihuahua, María Eugenia Campos, dejó a un lado las cuentas alegres que semana a semana hacen en las mesas de seguridad y admitió que en la entidad se vive una crisis de seguridad.

Fue durante la inauguración de la exposición de la Sedena “La Gran Fuerza de México”, en las instalaciones de la Feria de Santa Rita, en la ciudad de Chihuahua, donde la jefa del ejecutivo estatal clamó por la ayuda del Ejército para recuperar la paz en todos los territorios donde actualmente manda el crimen organizado.

Así lo dijo: “La ciudadanía tiene puesta su confianza en ustedes y yo también, Chihuahua los necesita”.

Más que un reconocimiento a las fuerzas militares, fue un grito de ayuda porque las corporaciones estatales con todos sus programas centinelas, y las municipales con las carencias que tienen, han sido rebasadas y están pecho tierra.

La condición de emergencia que vive la entidad, con cientos de soldados, guardias nacionales y policías estatales peinando la sierra para localizar a El Chueco, asesino de los sacerdotes jesuitas y el guía de turistas, ya no le permiten echar las campanas al vuelo, como lo hizo después de todos los crímenes de alto impacto que se registraron en el transcurso del año en Juárez.

Si en ninguno de los eventos de Juárez tuvieron éxito sus fuerzas estatales para localizar y detener a los asesinos, que son delincuentes urbanos, ¿qué podemos esperar de los criminales de la sierra que son “todoterreno” y por años han tenido azorrilladas a las Policías de todos los niveles?

Por eso el clamor de ayuda a las fuerzas armadas para detener al asesino y pacificar la sierra, es la única salida de una crisis que le estalló antes de cumplir un año de gobierno, con un equipo de Seguridad Pública que se la pasa planeando y no da los resultados que la ciudadanía quiere ver: a los malandros en la cárcel.