En Estados Unidos a la crisis por el coronavirus se le sumó una más: la del hartazgo por el racismo.
El reciente asesinato de George Floyd a manos de un policía, desembocó en una oleada de manifestaciones violentas que han azotado a decenas de ciudades, en al menos 16 estados de la unión americana.
La noche del sábado fue escenario de disturbios en decenas de ciudades cuyos ciudadanos salieron a las calles a protestar ante el hartazgo del maltrato hacia los afroestadounidenses.
El nivel de violencia expresado por los inconformes provocó que al menos 25 ciudades amanecieran con toque de queda para dispersar las protestas.
Para conseguirlo, las fuerzas del orden se han apoyado con bombas de gas lacrimógeno y balas de goma.
El toque de queda se aplicó en Los Ángeles, Miami, Denver, Beverly Hills, Mineapolis, Atlanta, Chicago, Louisville, Rochester, St. Paul, Cincinnati, Cleveland, Columbus, Dayton, San Francisco, Eugene, Toledo, Portland, Pittsburg, Philadelphia, Charleston, Columbia, Nashville, Salt Lake City, Milwaukee y Seattle.