La atención del fenómeno migrante en Ciudad Juárez es un asunto confuso debido a la falta de una política clara del Gobierno federal y a la descoordinación entre los gobiernos, cuyos funcionarios actúan sin tomar en cuenta al resto, indicó el representante del Gobierno del Estado en Ciudad Juárez, Oscar Ibáñez Hernández.
El último hecho que causó controversia es el retiro de la megacarpa que había instalado el Municipio en un espacio de la avenida Heroico Colegio Militar, cuya instalación generó también sorpresa entre funcionarios estatales.
Ibáñez Hernández dijo que habló sobre ese asunto con el presidente municipal, Cruz Pérez Cuéllar, antes de que se instalara el campamento para expresarle que no le veía sentido porque había lugar en los albergues oficiales.
Santiago González Reyes, el director de Derechos Humanos del Municipio, le dijo que había sido una petición que hizo el Instituto Nacional de Migración (INM) como alternativa para retirar el campamento de migrantes que estaba frente a la Presidencia Municipal.
Fue una estrategia para el manejo de las personas que estaban en la calle, pero la realidad es que el migrante que quiere un espacio lo tiene porque hay disponibles, pero no han querido utilizarlos, mencionó el funcionario estatal.
La estancia de migrantes en las calles, añadió, puede convertirse en un conflicto mayor, porque si deambulan al aire libre o llegan a invadir alguna edificación precaria que pueda ponerlos en riesgo, ya se convierte en un problema de Protección Civil.
Refirió la recomendación que hizo la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) a la Secretaría de Gobernación (Segob), Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y al Instituto Nacional de Migración (INM) por considerar que hubo violaciones a los derechos humanos al trato digno, a la vida y a la integridad, así como a la seguridad personal por el incendio en la estación migratoria de Ciudad Juárez.
El pasado 27 de marzo, en ese hecho perdieron la vida 40 personas en situación de movilidad y otras 27 quedaron lesionadas.
En el escrito, entre otras cosas, se reitera y se establece lo que ha dicho la gobernadora, María Eugenia Campos Galván, la falta de una política migratoria clara que hacen que sucedan este tipo de tragedias, mencionó su representante.
Una de las problemáticas que se generó, continuó, es por ejemplo que el Municipio se dio cuenta que no tenía sentido mantener un campamento cuando hay espacios en los albergues, eso cuesta dinero y, además, no tenía las condiciones más adecuadas para mantener a las personas.
“Sabemos que el fenómeno migratorio es dinámico, que constantemente se está modificando, pero ojalá y pudiera el Gobierno federal definir con mucha claridad sus políticas y establecer los recursos que requiere para atender este tema”, declaró.
El funcionario estatal recordó también que el INM canceló la Estación Migratoria donde sucedieron los hechos, pero no construyó o generó una alternativa, así que no tener soluciones no es una política que esté respondiendo al fenómeno que ocurre.
Otra situación irregular es que la semana pasada se programó una reunión de evaluación y para conocer los avances en la atención del problema en la Ciudad de Chihuahua, pero el INM la canceló.
Ahora no hay más información de una próxima junta y desde que se acordaron estas sesiones conjuntas solo se han concretado dos, aunque hay otras de carácter meramente operativo.
Acerca de la situación de los migrantes, Ibáñez Hernández indicó que solo se sabe que continúan llegando por diferentes medios en números estables.
