El pasado miércoles 08 de julio, la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, presentó un informe en el que advierte sobre la expansión mundial del tráfico de equipos de protección personal falso, tales como pruebas, batas, desinfectantes, mascarillas y oxígeno.
Señala que la alta demanda generada por el Covid-19 propició el tráfico de productos médicos falsos, cuyas dimensiones son aún “desconocidas”, ya que el negocio floreció en momentos de escasez.
“Los grupos criminales se adaptaron rápidamente suministrando productos médicos falsificados y de baja calidad y ofreciendo suministros inexistentes de productos a estafar a individuos y organismos (públicos) de adquisición”, agrega.
Los delincuentes se aprovecharon de la situación para vender productos de escasa calidad o falsificados, lo que se convirtió en un serio riesgo para la salud pública, debido a que los productos pueden no tratar correctamente la enfermedad o provocar resistencia a los medicamentos.
El Diario. Es publicó aspectos del informe en el que de detallan los resultados d las operaciones que realizó la interpol a gran escala.
Por ejemplo, en marzo pasado las autoridades sanitarias de Alemania contactaron a dos empresas que vendían mascarillas en Suiza y en Alemania, la transacción fue por un valor de 15 millones de euros a través de un sitio clonado de una empresa.
Un caso similar ocurrió en Eslovenia que hizo un pedido de 3 millones de mascarillas a una empresa en Bosnia, dio un anticipo de 300 mil euros y el pedido nunca llegó.
En marzo, la Interpol incautó en todo el mundo 14 millones de dólares, en productos farmacéuticos potencialmente peligrosos, refiere el medio.