Basura, llantas acumuladas, deterioro, abandono, olvido. Son imágenes que saltan a la vista al recorrer las viejas calles de la colonia Melchor Ocampo.
Así lo deja ver un conjunto de viviendas ubicado a ambos lados del camino, en el cruce de las calles Chihuahua y Juventino Rosas.
En la acera norte, tres propiedades deshabitadas ofrecen el desolador panorama ya señalado por este medio en anteriores reportes correspondientes a otras colonias del centro.
La primera, ubicada en esquina, muestra un gran acumulamiento de tierra, llantas y basura que surge de un enorme hueco donde antes hubo una pared; un viejo, grande y desvencijado sillón corona el gran cúmulo de escombros.
Por el costado de la calle Juventino Rosas, la propiedad continúa hacia el norte, ofreciendo a la vista más muestras del deterioro que la caracteriza.
En el lado oriente, correspondiente a la calle Chihuahua, se extienden otras dos propiedades, una de las cuales presenta una enorme grieta al frente.
Enseguida, otra propiedad también deshabitada muestra al frente un muro con grandes cuarteaduras, y una gran y oxidada puerta de metal aún en pie.
Invasión en la Melchor Ocampo
“Perdone ¿podemos saber que están haciendo?” preguntan dos personas que al enterarse que se trata de reporteros, explican el por qué de la desconfianza inicial.
Uno de los presentes se identifica como dueño de la propiedad inspeccionada, y su acompañante como el abogado que lo representa; explican que alguien intenta apropiarse el inmueble de mala manera, razón por la cual hay una demanda.
Mencionan que tienen conocimiento de esta práctica, muy común actualmente en la ciudad, de apropiación ilegal de propiedades en condición de abandono.
Frente a este conjunto de propiedades, por la misma calle Chihuahua, se ubican otras tantas viviendas abandonadas y en mal estado.
Una de ellas deja ver por la ventana un interior polvoso y en penumbras, de cuyo techo cuelgan tiras de lo que fuera cielo raso.
Otras dos muestran un frente de casa con pintas en los muros, puertas y ventanas desvencijadas, y varios accesos tapiados.
Una cuadra al poniente, otra vivienda en ruinas casi en esquina cuenta con protección de malla ciclónica que no impide su uso como basurero clandestino.
Dentro del gran terreno permanecen en pie varias tapias de adobe y ladrillo, con restos de viejas puertas y apolillados marcos de ventana.
Árboles secos, llantas, basura, hatos de ramas podadas, y otros desechos conviven aquí y allá con restos de muebles y pedacería de los derruidos cuartos.
La Melchor Ocampo es otra de las colonias del Centro Histórico de Juárez, que formaba parte del proyecto conocido como “Los Siete Barrios”.
Desarrollado por el IMIP partiendo de un amplio diagnóstico, el proyecto pretendía la recuperación del sector centro, buscando que la gente volviera a habitarlo. La iniciativa permanece congelada, y a la fecha cientos de predios y viviendas abandonadas en ese sector continúan representando un gran problema para la ciudad.
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