Las alcantarillas del viaducto Díaz Ordaz-Arroyo Colorado y Arroyo de las Víboras, las cuales entroncan con el bulevar Bernardo Norzagaray, en el norponiente de la ciudad, vierten aguas negras que van a parar al río Bravo, abonando a su contaminación.
La Comisión Nacional del Agua y la Junta Municipal de Agua y Saneamiento, por fin hablan de atender esa problemática.